Descubro un sitio en Internet llamado pandora.com. Es una radio personalizada. Cuando te anotás te pregunta qué grupos te gustan y después te arma una programación sólo para vos, basada en esos gustos. Y en cada canción te pregunta si te gustó o no, y así va haciendo la selección cada vez más personal y certera.
(Es eso, pandora.com. Lo único que te pide para registrarte es que le cuentes tus grupos favoritos y le mientas un Código Postal de Estados Unidos)
Admiro al presidente Vázquez y su maravillosa capacidad de ir por el mundo contradiciéndose sin que eso le genere demasiadas consecuencias. Hoy te dice que el MERCOSUR es lo más grande, mañana le dice a Nelson Fernández que al MERCOSUR lo quiere mandar al carajo, pasado dice que no dijo lo que dijo y encima te encara y te pregunta "¿usted lo escuchó de mi propia boca?". Anteayer amenaza disolver las Cámaras si se legaliza el aborto, ayer te dice que nunca dijo eso y que en todo caso le vayas a cantar a Nin Novoa: pasado mañana te dice que no quiere tratado de libre comercio con Estados Unidos y de paso putea a un periodista, mañana te dice que no descarta el tratado y ya que está aprovecha y putea a otro periodista. Lo hizo durante la campaña: le decía a cada uno lo que quería escuchar y todos quedaban copados y contentos. Alguien tendría que decirle alguna vez que el discurso está desnudo.
(Ahora está en Estados Unidos rodeado de ministros y periodistas).
Vomité con el único capítulo que pude llegar a ver entero de Transformaciones . Los tipos son jodidos: te pasan todas las operaciones asquerosas con lujo de detalles, pero cuando tienen que mostrarte cómo le quedó a la Pradón el embellecimiento vaginal no te lo muestran. ¿En qué quedamos? ¿Le tendremos que preguntar a Maxi de la Cruz? Y por si fuera poco, recauchutan momias como Pocho la Pantera (¡y a su esposa filotrava!) y Ricky Maravilla. Transformaciones , por suerte, lo levantaron. Pero la onda sigue en todos lados. En MTV, por ejemplo, una manada de estúpidos se hace fajar en el programa Quiero una cara famosa . ¿Qué mierda es eso? ¡¡¡¡¡Eso: te ponen la cara de uno del cine o del rock!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Por favor!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡Hay gente que mira eso!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡Peor: hay tarados que van a que le pongan la jeta de Patrick Swayze!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡Menos mal que no existe en Uruguay!!!!!!!!!! ¿Te imaginás? Quiero la cara de Humberto de Vargas o Quiero el bíceps de Jorge Nasser o Quiero el peinado de Vanzini . Por suerte, la civilización todavía no ha llegado por acá.
(La tele ex Canal 12-, lunes a las 22. Ya no lo dan más. Ahora está Facundo Ponce de León y Vidas)
Recibo un mail pidiendo ayuda para Eduardo Darnauchans. Tengo que aclarar antes de decir lo que voy a decir que Darnauchans me parece un artista del carajo, alguien que tendría que tener mucho más reconocimiento del que tiene, un tipo radicalmente culto y cultamente radical, un creador auténtico, un fenómeno. Una vez dicho esto, también digo que me paspa ese tipo de ayuda que convoca a la piedad de quien los lee. No creo que un artista, por el solo hecho de ser artista, merezca más que cualquier otra persona que le hagan una colecta pública. Si el artista no tiene dinero para comprar medicamentos, no creo que esos medicamentos deban provenir de la ayuda pública. El artista no es más que cualquier otro ciudadano necesitado. Y le tengo prohibido a mis amigos que manden mails pidiendo guita cada vez que se me termina el Ventolín.Por otro lado, tampoco estoy de acuerdo con la iniciativa del Ministro de Educación. El clon Brovetto pretende y logrará- que le concedan al Darno una pensión graciable que le permita sobrellevar mejor su enfermedad. Repito: no estoy diciendo que el Darno no se lo merezca. Pero sí digo que este tipo de cosas deberían estar previstas. Que debería establecerse, por ejemplo que un artista de determinada edad en determinadas condiciones reciba determinada pensión . Así, las pensiones graciables dejarían de llevar nombre, apellido y circunstancia para ser un derecho. De todos modos, no olvidemos que uno elige ser artista y jugársela a una vida sin seguridad y sin jubilación. No es cuestión tampoco de reventarse la juventud para tener que mendigar en la vejez con la excusa de haber sido un artista bohemio. Otra pregunta que me surge al enterarme de la situación del Darno es la siguiente: ¿y Agadu? ¿No se supone que ese edificio tan coqueto de la calle Canelones funcione en este tipo de casos? ¿Para qué sirve, entonces, la tan publicitada y rentable Asociación de Autores Buenseñores?
(El nuevo disco de Eduardo Darnauchans se llama El ángel azul . Está nominado a los Premios Graffiti. Uno tiene la sospecha de que si no estuviera enfermo no lo habrían nominado. Nunca lo sabré)
Releo a Pedro Juan Gutiérrez y siempre me divierte. Lo mejor del tipo es Trilogía sucia de La Habana, pero podés leer cualquiera de sus libros, que todos están bárbaros. La única contra es que te termina cansando de tanto leerlo. Es el Bukowski habanero. Te pinta una Cuba mucho más real que la de las postales o los hoteles cinco estrellas. Gutiérrez vive en La Habana de las jineteras, la de los buscas que se la pasan buscando un curro, la de los faloperos, la de los que se la pasan todo el día sudando, bailando y cogiendo porque no tienen otra cosa para hacer.
(Acaba de aparecer El nido de la serpiente. Memorias del hijo del heladero, el nuevo libro de Pedro Juan, un amigo)
Miro una foto de la Ministra de Salud Pública y me dan ganas de instalar una especie de Policía Estética. Nada que reprima ni que dicte normas. Que sea como la radio de internet, algo personalizado. ¿No te bancás la jeta de la ministra? Automáticamente desaparece de tu horizonte vital y de todo lo que llegue a tus manos o tus ojos. ¿No querés escuchar más discursos de Gargano? No te preocupes: la policía estética se encarga de borrarlos para vos. No más Hugo Chávez. Ni Ollanta. Ni Galeano. No más Santaolallas. Ni Bersuits. No más Toque Cardal. Ni Murgarcha. Ni Chalamadre. No más malabaristas. Ni zancos.
(Lo podés aplicar, si querés, para esta misma columna. Seleccionás delete y, sólo para vos, desaparece. Un menú personalizado. Sólo con tu propio criterio estético-ideológico. Estaría bueno, ¿no? ¿Estaría bueno? ¿Y con quién nos pelearíamos?)
Reconozco de todos modos que, a pesar de su nombre, la Operación Milagro estuvo bien. Eso de llevar a Cuba a operarse de cataratas a la gente que no tiene guita para pagarse la operación ni las lentillas desafía de alguna manera al curro de los oftalmólogos, que siempre prefieren a los pacientes privados y a los que les compran los lentes que les recetan ellos mismos para que los compren en su propia óptica.
(Algún día el MSP debería desafiar también otros curros médicos, como los de las Clínicas Radiológicas o los de los abortos. Digo yo, ¿no?, ya que estamos)
Leo a Roberto Fontanarrosa. Le hacen una de esas preguntas estúpidas, bien de periodista que no sabe qué mierda preguntar, qué libro se llevaría a una isla desierta. Contesta: un televisor. "Es que si llevo un libro, ¿qué carajo hago cuando lo termino? Además el Mundial, ¿cómo lo veo? Creo que se ve a la televisión muchas veces como la mala de la película, y en definitiva es un instrumento maravilloso. Desde el momento en que te dan un control remoto, no tenés derecho a quejarte ( ) ¡Dejame de hinchar las pelotas! Esos que te dicen qué mal, la televisión se mete en tu casa . Es mentira. Vos la llevás si querés ( ) Si hubiera sido inventado sólo para pasar fútbol, la tele ya está más que justificada. No reniego de la formación importantísima que fueron para mí los libros. Pero a una isla, insisto, me llevo la tele". Maestro.
(Los cuentos de Fontanarrosa son magistrales. El último de sus libros se llama El rey de la milonga. Las declaraciones se las hizo al diario Perfil).