El presidente de Kenia, William Ruto, prometió el lunes tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontrara 58 cadáveres de personas sospechosas de pertenecer a una secta que instaba a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
“Lo que vimos en [...] Sakhola es propio de terroristas”, declaró el mandatario en una ceremonia de entrega de diplomas a funcionarios de prisiones.
“Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo”, continuó.
El 14 de abril, las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
Ese día, otras 11 personas habían sido rescatadas y hospitalizadas. Pero los macabros hallazgos siguieron en ese bosque, situado cerca de la ciudad costera de Malini.
El jefe de la policía, Japhet Koome, que acudió el lunes al lugar, afirmó que se había confirmado la muerte de 58 personas. La cifra incluye “los cuerpos exhumados y los que murieron de camino al hospital”, detalló.
El presidente keniano aseguró haber pedido a los “organismos responsables que se ocupen del asunto y lleguen a la raíz y al fondo de las actividades de las religiones y de las personas que quieren usar la religión para promover una ideología turbia e inaceptable”.
Los policías aún esperan encontrar más cuerpos en este bosque donde se reunían los miembros de la secta. Varios adeptos de esa iglesia se esconden todavía en el lugar, aunque 29 personas ya fueron recuperadas, según Koome.
“Matanzas masivas”
Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia.
La mujer “rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, dijo Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.
“Pedimos al gobierno nacional enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior [del bosque] a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, añadió.
El bosque, de más de 300 hectáreas, está acordonado y ha sido declarado “escena de crimen”, afirmó el ministro del Interior Kithure Kindiki en Twitter el domingo.
“Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”, declaró a AFP Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. Para él, se trata de “matanzas masivas”.
Los macabros hallazgos suscitan interrogaciones sobre la actitud de las autoridades, que conocían las actividades del pastor desde 2017.
Nthenge ya había sido detenido porque convencía a muchos niños a no ir a la escuela bajo el argumento de que, supuestamente, la educación no estaba reconocida en la Biblia. En esa época, fue acusado de “radicalización” y de dirigir una escuela no registrada.
El pastor volvió a ser detenido el mes pasado después de que dos niños murieran de hambre. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado.
Nthenge se entregó a la policía y lleva detenido desde el 15 de abril. Comparecerá ante un juez el 2 de mayo.
AFP