El pasado 26 de enero representantes de la Fiscalía y autoridades del Ministerio del Interior brindaron una conferencia de prensa en la que informaron de la imputación de las cuatro personas que estaban siendo indagadas por el crimen de Washington Omar Simón, barrabrava del Club Nacional de Fútbol, también conocido como “El Washi”.
El fiscal Carlos Negro, que interrumpió sus vacaciones para retomar esta investigación, pidió prisión efectiva para el imputado por homicidio, pero el Poder Judicial ponderó un informe técnico que recomienda prisión domiciliaria mientras se recupera de las heridas de arma blanca. Además, dispuso arresto domiciliario total para el resto de los imputados mientras se desarrolla la investigación.
En esa instancia, el abogado defensor de tres de los imputados alegó que fueron agredidos y que uno de ellos, tras ser apuñalado, disparó para defender su vida, por lo que debe contemplarse la legítima defensa.
Una semana después, este miércoles, el fiscal de Homicidios de 1er. Turno logró una nueva imputación por este caso, pero en esta ocasión para un parcial de la hinchada de Nacional, que estaba junto a El Washi en el momento de la pelea. En concreto, esta persona fue imputada con prisión domiciliaria por el delito de “riña calificada”.
En la conferencia, el fiscal Negro informó cómo se concretó el crimen y por qué pidió imputar a cuatro barrabravas de Peñarol por “riña especialmente agravada”. El fiscal relató este miércoles que los hechos “empezaron el 5 de enero con la reunión de varios parciales de Peñarol, [del barrio] de la Unión, que se identifican de una barra de aliento de ese club, a los efectos de concurrir a la Vía Blanca, centro comercial, previo al día de Reyes; caminan juntos, se reúnen en un puesto de feria en Gobernador Viana y 8 de Octubre, que pertenece a una persona que no ha sido habida por la policía; se reúnen a consumir bebidas alcohólicas y drogas, consumen cocaína y marihuana, hasta que deciden ir a buscar sillas para estar cómodos hasta la madrugada”.
Negro relató que caminaron “tres cuadras en dirección a la zona de Villa Española”, que en la esquina de Fray Bentos y Gobernador Viana ingresa uno de los imputados a dejar regalos a su casa para sus hijos, los otros entran a un merendero lindero a buscar sillas para llevar a la feria.
Esto sucedió a la 1 de la madrugada del 6 de enero. “Mientras esto ocurría, pasaba Simón con su pareja, que había estado haciendo compras, cuando tiene un altercado con la persona a cargo del puesto, la persona que no fue habida”, contó el fiscal.
Tanto Negro como el Alberto Rojas, abogado de tres imputados -entre ellos el que además confesó haber disparado-, informaron a la prensa que “El Washi” declaró en los días previos a su fallecimiento. El fiscal dijo que el barra de Nacional fallecido declaró que se tuvo que ir del lugar. “Se sintió en inferioridad de fuerzas, y en zona de escuela Sanguinetti se separa de su pareja y se encuentra con otro parcial de Nacional, que no fue formalizado por estar bajo de cuarentena de covid, pero tiene orden de detención librada en su contra, y juntos deciden volver al puesto de Gobernador Viana y 8 de Octubre”, señaló.
“En ese transcurso son avisados los hinchas de Peñarol que estaban en el merendero. Quien fuera formalizado por homicidio reciben una llamada y emprenden la vuelta para la zona a la que estaban llegando los hinchas de Nacional. Uno de ellos estaba armado, contenía un morral con un arma de fuego, que es quien posteriormente fue imputado por homicidio.
“Cuando llegan a la zona cercana a 8 de Octubre, da la orden de pelear este individuo y ahí comienza la riña propiamente dicha entre los parciales de Nacional, que tenemos identificados dos, pero que podrían ser más, y los parciales de Peñarol, que hasta ahora hemos identificado a cuatro, pero que podrían ser más. Los parciales de Nacional tendrían armas blancas con las que lastimaron a tres de los hinchas de Peñarol, el homicida y dos más. Y cuando esto ocurre también sobreviene el disparo que hiere a Simón quien pierde la vida tres o cuatro días después del incidente”, dijo Negro.
El encargado de la investigación agregó que “con el disparo cesa la situación de riña y quedan heridos de arma blanca en el lugar”. “En el lugar se incautan un arma de fuego y una sevillana, todos con rastros de sangre pendientes aún de las respectivas pericias de ADN. Sin perjuicio de eso tenemos la certeza del autor del homicidio por el propio reconocimiento que efectúa en la audiencia de formalización”, concluyó.