Patricia Bullrich está parada en el medio de un escenario, hablando de cómo no se lograron “los objetivos” que ella y sus aliados querían para Argentina. Rodeándola, esos socios y compañeros políticos. Detrás de ella una pantalla dice “gracias” en un fondo con varios colores: amarillo, rojo, rosado, azul, celeste. Es el domingo 22 de octubre de 2023, pasadas las 10 de la noche, y la hasta ahora candidata de Juntos por el Cambio (JXC) reconoce su derrota.
Tras su breve discurso, mientras la mayoría de las miradas en el búnker de JXC iban a Bullrich y al expresidente Mauricio Macri, algunos ojos percibieron que uno de esos tantos que habían estado rodeando a la excandidata se retiraba del escenario antes de tiempo, enojado.
El gobernador de Jujuy no es del mismo partido que Bullrich. Ella encabeza Propuesta Republicana (PRO); Gerardo Morales es el presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR). Es más, ni siquiera votó por ella en las elecciones primarias, ya que acompañó como precandidato a vicepresidente a su competidor (también del PRO), Horacio Rodríguez Larreta. Tras las PASO, como todos los de JXC, abogó por la candidatura de Bullrich.
Pero cuando la presidenta del PRO terminó su discurso de derrota, Morales escuchó algo que no quería oír, vio guiños a una alianza con la que no estaba de acuerdo y se fue de ese grupo de gente que aún permanecía en el escenario. Muchos vieron en la salida del jujeño la primera señal de una crisis.
La tensa calma que antecede a la tormenta duró hasta el miércoles. Avanzada la mañana la noticia llegó a los medios: Bullrich iba a darle su apoyo a Milei. Lo que habían dejado entrever los discursos de ambos candidatos el domingo —el libertario dijo una decena de veces las palabras “juntos” y “cambio”— se hizo oficial al mediodía.
Diez minutos antes de que Bullrich expresara en conferencia que creía en “aunar fuerzas” con Milei para “un objetivo superior”, Elisa Carrió, líder de Coalición Cívica-Afirmación para una República Igualitaria (CC-ARI) —el tercer socio de JXC—, describió la decisión ya por entonces conocida por todos como “un error histórico”.
Y así como habló de la “pobre Patricia”, criticó con dureza al expresidente, la figura a la que todos apuntaron con el dedo. “El que destruyó Juntos por el Cambio es [Mauricio] Macri. Los expresidentes no quieren que nadie gane. […] Siempre Macri jugó para Milei y para la destrucción de JXC. […] Estuve al lado de su derrota, pero su lado oscuro le ganó”, sentenció Carrió en conversación con La Nación+.
Si lo dicho por Carrió llamó la atención por la dureza, dos horas más tarde la UCR redoblaría la apuesta.
“A mí me sorprendió mucho lo de Patricia” —comenzó diciendo Morales, cabeza de los radicales, en conferencia de prensa—. “Teníamos convocada una reunión para mañana [jueves] para las 11 de la mesa de JXC, que me acaban de notificar que se levantó; obviamente esa reunión es inoficiosa, porque teníamos que discutir la posición de la coalición. Ni siquiera me llamó por teléfono para avisarme su posición. Es de una gran irresponsabilidad lo que ha hecho Patricia. Ella no es quién para hablar en representación de los más de seis millones de votantes. Yo la voté y lo que ella dijo no me expresa”.
“Me parece muy mal. Tanto Mauricio Macri como Patricia son grandes responsables de poner en riesgo a JXC. Esta actitud de Patricia es intolerable; no sé qué acuerdos habrá hecho ya con Milei, ha sido muy raro y confuso lo que ha dicho. Escuché la conferencia y me daba vergüenza ajena”, expresó el titular del principal socio (hasta ahora) del partido fundado por Macri en 2005.
El gobernador jujeño fue tajante: “Obviamente creo que están fuera de la coalición, no lo sé, debe haber a estas horas un debate dentro del PRO, seguramente”. Fueron las primeras palabras del pedido formal de divorcio que hasta hoy se está tramitando. “Además es una falta de respeto para el radicalismo, por todo lo que ha dicho Milei de nosotros”, agregó Morales. Aquella vieja ley de lo que es amigo de mi enemigo. “Lo que ha hecho Patricia es una falta de respeto que no perdonamos”.
Morales le pasó el micrófono al senador Martín Lousteau, vicepresidente segundo de la UCR, y este fue más cortante aún: “En mi opinión Macri y Bullrich decidieron abandonar JXC, porque los partidos de JXC hicieron el ejercicio que nosotros hicimos hoy. La Coalición Cívica se reunió y dijo ‘ninguno de los dos’ [ni Sergio Massa ni Milei]; Confianza Pública [partido de la diputada Graciela Ocaña] se reunió y dijo ‘ninguno de los dos’; nosotros nos acabamos de reunir y dijimos ‘ninguno de los dos’; el PRO ni siquiera se reunió, tomaron una decisión unilateral de algunas personas. En mi opinión, eso es abandonar JXC, el mecanismo de toma de decisiones colectivas”.
“Lo de Luis Petri también es sorprendente, pero bueno”, agregó Morales, en referencia al compañero de fórmula de Bullrich —que la secundó también en su apoyo a Milei—, un integrante de la UCR desde los años 90. “Podría haber puesto la cara Mauricio; es el gran generador de esta movida”, consideró, dado que Macri no aparecía públicamente desde el domingo.
El siguiente en hablar en la convulsa tarde del miércoles fue uno del PRO, Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño es el referente de las “palomas”, el ala moderada del partido que se para frente a los “halcones” de Bullrich. Ese día, en otra conferencia, dijo que no apoyará ni a Massa ni a Milei ya que “las dos opciones son muy malas” y ratificó su decisión al afirmar: “No vamos a apoyar al kirchnerismo, ni tampoco un salto al vacío”.
Si el miércoles fue el día de la tormenta, el jueves y el viernes fueron los de las consecuencias.
Miguel Ángel Pichetto, diputado y excandidato a vicepresidente que acompañó a Macri en 2019, fue el último en confirmar el jueves que su partido, Encuentro Republicano Federal (ERF) —el cuarto socio mayoritario de JXC—, optaba también por la neutralidad y rechazaba el acuerdo de Macri, Bullrich y Milei.
Bullrich volvió a hablar, defendiéndose de las acusaciones y justificando su conferencia: “Nosotros conformamos un equipo hace tiempo con Mauricio; estamos legitimados por la sociedad porque ganamos las PASO. […] Acá pueden hablar Lousteau, Morales, Larreta y todos los que quieran, pero nosotros les ganamos”.
El viernes, la ruptura que empezó por los líderes continuó por los intendentes, gobernadores y parlamentarios. “Nuestro adversario es el populismo kirchnerista que tanto daño le hizo al país”, dijo en Twitter Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO y uno de los 30 diputados macristas que hoy firmaron su apoyo a Milei, al tiempo que los de los otros partidos continúan replicando la decisión de ser “neutrales”.
Finalmente, ese día, a la mañana, habló en Radio Mitre el que todos esperaban que se expresara públicamente. “La reunión no se puede hacer entre 70”, dijo Macri, que señaló que Ignacio Torres, gobernador electo de Chubut, sí estuvo en la cena con Milei y Bullrich en su casa, el martes a la noche. “Las cosas no suceden así, las cosas van a determinada velocidad”, afirmó el expresidente.
Dijo que hay “dos alternativas”: la “neutralidad para favorecer a Massa” o decirles a los votantes de JXC que voten a Milei. “No se puede con la farsa de la neutralidad que ellos se dediquen a apoyar a Massa; no puede ser”.
“Lo que se ha hecho no da excusa a nadie para creerse los dueños de Juntos por el Cambio y andar echando a nadie. Los que de verdad son neutrales, que se manifiesten, pero aquellos que usan la neutralidad para manifestar su apoyo a Massa que lo digan también”, sostuvo.
Apuntó a Carrió por sus dichos contra él y, a pesar de rara vez hablar negativamente de ella en el pasado, expresó: “Cuando a la gente le gana el ego, se transforma en alguien que no puede construir nada bueno y lo que tenemos que lograr es recordar quién nos dio poder, que es la gente y eso es para construir, no para dañar”.
“Los argentinos decidieron que la opción para liderar el cambio es Javier Milei”, aseveró quien gobernó el país entre 2015 y 2019.
Los medios argentinos ya le pusieron un nombre a su acuerdo con el libertario, el Pacto de Acassuso, por la localidad bonaerense donde vive Macri, en cuya casa se selló lo anunciado por Bullrich. Lo que ahora se especula, es qué tanto abarca ese tratado interpartidario. Infobae señala que, tras el terremoto del anuncio del miércoles (que también tuvo réplicas en La Libertad Avanza), Milei apunta a disimular su pacto y evitar referencias a un eventual co-gobierno.
Hasta ahora, Juntos por el Cambio sigue existiendo. Al menos en las papeletas de la elección perdida el domingo y mientras tanto, en las formalidades parlamentarias, como decir de qué coalición es cada legislador. La realidad arroja que la grieta formada entre los dos bloques de la coalición opositora es hora tras hora más grande y profunda. Queda por ver si se confirma el rumor de una nueva alianza —hay quienes mencionan el nombre “Juntos por la Libertad” para los que impulsan a Milei— y el reagrupe de los exsocios del macrismo, que quizá incluya a los moderados del PRO.
Quedan 22 días para el domingo 19 de noviembre y mucho más aún para el día que asuma el próximo presidente argentino.