Dos octogenarios que estuvieron casados la mayor parte de su vida fallecieron el mismo día y con apenas nueve horas de diferencia.

El curioso episodio ocurrió en la pequeña localidad de Priscos, al sur de la ciudad portuguesa de Braga.

Según informara el periódico local O Minho, Maria Carvalho Vilela, de 89 años, murió en la madrugada del domingo. Su esposo, Afonso da Silva Carvalho, un año menor, quedó sumamente afectado por la pérdida de su compañera y expiró a media tarde.

Israel Pinto, presidente de la Junta de Priscos, contó que ambos eran oriundos de la localidad, habían emigrado en la juventud y gran parte de su vida transcurrió en el extranjero. Liego, hace unos diez años, regresaron a su pueblo natal y siempre vivieron solos.

En los últimos días la salud de ambos se había deteriorado. Por esa razón la hija de ambos, que permanece radicada fuera del país, regresó para hacerles compañía.

Sobre las 07:00 horas la hija llamó a una ambulancia para que atendiera de urgencia a su madre. Pese a que la unidad llegó rápidamente al hogar de la pareja, ya no había nada que pudiera hacerse. Luego, sobre las 16:00 horas, Afonso falleció de forma repentina. En ambos casos se certificó el óbito por causas naturales.

El hecho dejó a la comunidad tan consternada como sorprendida, ya que es muy raro que una pareja muera el mismo día y en situaciones diferentes.

En el vecindario se dice que el hombre falleció por “el dolor del amor”, y atribuyen el deceso del anciano a que no soportó ver partir a la compañera de toda su vida.

El funeral tendrá lugar mañana miércoles a las 10.30 horas en la iglesia parroquial de Priscos.