El Estado uruguayo realizó la semana pasada la primera expropiación destinada a la planta potabilizadora que se instalará en la costa del departamento de San José. Fueron 51 hectáreas de un predio dedicado a la producción agrícola, según informara el semanario Búsqueda.

Más allá de las expropiaciones, la principal preocupación de los vecinos y productores de la zona es la contaminación que este proyecto podría causar en el acuífero Raigón. Un grupo de productores y vecinos de la zona se está movilizando y tomando contacto con dirigentes políticos para expresar su preocupación en torno a este asunto.

En este contexto, piden que se revea la zona donde se instalará, ya que entienden que perjudicará las tierras, causando serios problemas desde el punto de vista ambiental por la contaminación de los suelos, según informara Informativo Carve.

En particular, se manifiestan contra la instalación del pólder que formará parte del proyecto, ya que, en la planificación actual, se asentará sobre un área de tierras que son de las más productivas del país, y en donde, además, hay establecimientos generadores de una importante cantidad de fuentes de trabajo.

En ese contexto, la Junta Departamental de San José sesionó y tomó una decisión al respecto. En redes sociales, el abogado Juan Ceretta notificó que, con votos de todos los partidos, se aprobó una medida cautelar que declara los padrones afectados como reserva natural.

Dicha declaración implica que no se podrá disponer de esos terrenos antes de que se lleve a cabo un estudio sobre las consecuencias del proyecto.

Antes de la sesión, el presidente de la Junta Departamental de San José, Mario Guerra, dijo al mencionado noticiero radial que la idea no es ir contra el proyecto en sí mismo, sino contra la instalación del pólder.

“Los productores quieren que el proyecto se haga, porque, según las autoridades de OSE, es necesario; ellos están contra del pólder y monorelleno”, es decir, el lugar donde se verterían los desechos generados en la planta potabilizadora.

“Creo que habría que haber apretado la cincha mucho antes, para que esto no siguiera tan para adelante como ha seguido. Ellos [los impulsores del proyecto] han trabajado muy en silencio, sin hacer problema, pero hoy hay que hacer problema, porque siguen adelante con el proyecto, que está muy mal diseñado”, señaló el legislador departamental.

“Los diputados, la intendenta y cada uno de los ediles tenemos que tirar para adelante para que esto no se construya, porque al hacer el pólder va a ir el monorelleno, y nos va a generar un problema para toda la vida”, advirtió Guerra.