Por GERARDO TAGLIAFERRO

Polémico, con una locuacidad a veces fuera de control y un esmerado y ya célebre bronceado, producto de horas y años de cama solar ("No tomo alcohol, salgo muy poco, no consumo drogas, no me paso cinco horas en un gimnasio... ¿qué tiene de malo que vaya a una cama solar? Es de las pocas coqueterías que puedo tener", ataja).

Es Julio Ríos, un hombre que a los 19 años recorría Europa con una mochila al hombro, durmiendo en la calle y a veces robando comida de los supermercados para subsistir, que años después estaba en la cadena Telemundo de Miami y más tarde en un programa ganador del Martín Fierro en Argentina. El que en una época criticaba diariamente a Paco Casal y terminó siendo su empleado en Tenfield. El que se fue de Radio Sarandí Sport cuando lo dejaban sin mundial de Sudáfrica. Y el que desde hace pocas semanas es el relator de Fox Sports -ese gigante de muchos y poderosos brazos- en los partidos de los equipos uruguayos por la Copa Libertadores.

Dieciséis años después de su último relato para televisión y cuatro de su adiós a la trasmisión radial, volvió Ríos disparando sutilezas del tipo "linda noche para parir amaneceres", imaginando trucos de ocho y camaleones que se duermen en la corriente, o llamando Urretavizcaya a De Arrascaeta. "Lo hago ex profeso" arriesga esta tarde, como para desafiar a las redes sociales que arden con cada uno de sus deslices, dentro o fuera de libreto.

Vocacional de la cámara y la polémica, su arsenal de términos y frases es casi tan poderoso como el de sus trajes y camisas. En esta ocasión, pocos minutos después de terminar su programa radial "Las voces del fútbol", por 1410 AM Libre, luce uno azul oscuro con camisa clara y, por supuesto, ese tono cobrizo que lo acompaña aun pese a este verano de sol casi ausente. También lo acompaña su clásica verborragia escoltada por una -intuyo- sincera cordialidad, que ni siquiera alguna pregunta que notoriamente lo incomoda llega a poner en riesgo.

Es Julio Ríos, un muchachito de pueblo chico que supo usar sus armas para triunfar en la cancha grande.

1) ¿Económicamente hay mucha diferencia entre tu actual vínculo con Fox y el que tenías con Tenfield?

No sé si hay mucha o poca diferencia, lo que me sedujo fue básicamente el proyecto periodístico. Es como volver a empezar. Yo vivo en base a desafíos, a una determinada adrenalina que la tuve toda mi vida, desde que me crié con mi abuela. He sido contestatario por excelencia, me fui de mochilero a conocer el mundo cuando tenía 18, 19 años. Pasé mucho tiempo en Europa, aprendí, soy un autodidacta total y absoluto. Como siempre digo: no tengo mucha clase pero sí mucho recreo. Me faltó un poco de clase, trato de instruirme, leo lo más que puedo... pero volviendo a tu pregunta: lo que me movilizó fue el desafío, relatar por televisión.

2) ¿Te molestan las críticas?

Me seduce la crítica, me encanta que me critiquen y me encanta trabajar bajo presión. No busco la crítica pero sé que está implícita en una labor de exposición como la que tengo. En torno a mí se ha creado un personaje que a veces miro y encuentro que no tengo nada que ver con él. No me interesa andar aclarando a la gente determinadas cosas. A veces amigos me lo sugieren, pero no me interesa modificar la opinión que la gente pueda tener, en función de lo que yo le explique. Sé cómo he sido, lo que he hecho y éste es un desafío: volver después de muchos años a relatar en televisión, y hacerlo para muchos millones de personas, fue lo que me entusiasmó. No lo económico.

3) ¿Tenés alguna directiva de Fox en cuanto al estilo del relato?

Cero. Total y absoluta libertad. La adrenalina que sentí previo al primer partido hacía mucho tiempo que no la sentía. Aparte se dio una situación especial: hacía mucho tiempo que yo no me metía en una cabina a mirar a 22 tipos corriendo de un lado para el otro. Eso te genera un timing que, el día que dejás de hacerlo por mucho tiempo, circunstancialmente lo perdés. El relato en televisión es muy distinto al de radio: en televisión tenés que mirar permanentemente el monitor, y tenés a alguien hablándote en la "cucaracha" permanentemente, diciéndote que viene una pausa, un comercial, esto o lo otro... los primeros tiempos te puedo asegurar que no es nada sencillo.

4) ¿Te interesa lo que se comenta de tu relato en las redes sociales?

No, no. En absoluto. Cuando tenés una profesión como la que yo tengo, en un país como éste, tenés que vivir bastante aislado del elogio y de la crítica. Yo soy mucho del mano a mano, de mis amigos, de mi pueblo, de mi barra de Minas que es la de la adolescencia... acepto las charlas de mis amigos y las críticas bien intencionadas, pero no vivo pendiente de las redes sociales en absoluto. Creo que tal vez soy uno de los últimos periodistas que pueden llegar a prescindir de ese tema y estar trabajando en el alto nivel, porque creo que se viene un mundo muy tecnificado, totalmente diferente donde quizás eso tenga mucha influencia. Hoy siento que todavía puedo prescindir de eso y lograr mis objetivos.

"En torno a mí se ha creado un personaje que a veces miro y encuentro que no tengo nada que ver con él"

5) ¿Tampoco lees los comentarios en los diarios o en los portales de Internet?

No, no. Mirá, yo vivo mucho en mi microclima y creo que hay dos tipos de personas: está el que hace y el que comenta sobre el que hace. Yo elegí el camino de hacer, no analizo públicamente lo que hacen mis colegas, tengo opinión pero me la guardo. Yo trato de hacer y hacer, no miro mucho para el costado. El que critica tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, pero cuando yo estuve mal y me las tuve que arreglar y dormir en la calle, o cuando tuve que negociar con mi cabeza qué hacía con mi vida, me tuve a mí, a Dios y a mi cabeza. A nadie más. Nadie estaba ahí para decir: ¿Julio precisás una mano? Creo mucho en Dios, creo en la honestidad de las cosas que hago, me trazo una línea y trato de no apartarme. Trato de ser solidario con mis compañeros, he cuidado mucho las formas en mi vida, en el acierto o en el error. Las críticas no me afectan, me motivan, me encantan, me encanta trabajar bajo presión. Me gusta más la crítica que el elogio.

6) ¿Reconocés que en las trasmisiones de Fox a veces le errás a los jugadores?

Y... si hace cinco partidos que estoy relatando y uno de los partidos lo hice off view, ¿cómo no le voy a errar? Creo que en el último partido prácticamente no tuve yerros.

7) ¿Le prestás atención a eso después, cuando analizás tu trabajo?

Muchísimo... muchísimo. Voy y miro diez veces los partidos, hasta el hartazgo y soy el primer crítico conmigo. Partió esta nota reconociendo que estoy iniciando un camino y que es casi como volver a empezar, pero yo te pregunto a vos: cuando llegaste a este trabajo, aun con mucha experiencia y volviste a comenzar, ¿el primer día no te resultó un poco incómodo? La vida me enseñó que las cosas llegan, y cuando llegan vos tenés que echarle mano. Y la verdad no me desvelan las críticas. Sí soy perfeccionista por naturaleza, convivo con mis errores y los asumo, me hago cargo, pero si no tiro cuetes cuando la gente me pide fotos en la calle o cuando me escribe cosas muy lindas del programa o me dicen "qué bien informado que estás", tampoco debería enloquecerme cuando recién estoy iniciando una actividad nueva.

8) Una de las cosas que se te critican en las redes o en los comentarios que se habilitan en los portales de Internet son algunas de las frases que mechás en el relato, como la del "camaleón que se duerme" o el "truco de ocho".

(Sonríe) Eso lo hago ex profeso.

9) ¿Sí? ¿Y cuál es el objetivo?

Ese mismo que vos acabás de decir: que la gente lo comente, lo proyecte. El tema de Urretaviscaya el otro día, que en determinado momento dije ese apellido y era De Arrascaeta. No todas las hago ex profeso, pero algunas sí, el "truco de ocho" por ejemplo. Te podrás imaginar que si hay una cosa que he hecho en mi vida es jugar al truco, seven eleven, pif-paf, todos los juegos habidos y por haber que jugábamos en mi barrio. Sé perfectamente lo que es un truco de seis y un truco de ocho, pero también he aprendido que cuando vos querés ver la bondad o la maldad, pero fundamentalmente la repercusión... yo puedo entregar la noticia más espectacular en "Las voces del fútbol" y voy a tener equis grado de repercusión, pero si le llego a errar en algo voy a tener inmediatamente 100 mensajes.

10) ¿Eso no conspira contra tu imagen profesional?

Y bueno... puede ser una óptica. Yo creo que no. ¿Sabés por qué? Porque creo que esta carrera no es a 10, es a 100. En la vida uno va haciendo camino al andar, cuando tenía 20 años veía a tipos que iban 20 kilómetros delante mío y me parecía espectacular. Nunca sentí envidia, esos sentimientos miserables que tenemos los seres humanos, pero con el paso del tiempo me di cuenta que esos que iban delante mío quedaron 5 kilómetros para atrás. Yo elegí criarme con mi abuela, teniendo una madre que estaba muy bien económicamente, no elegí nunca el camino más fácil. Dentro de un año charlamos. Yo llegué a Miami y no sabía hablar inglés, y trabajé en la cadena Telemundo. Me tomaba dos ómnibus y un tren todos los días para recorrer diferentes radios y pedir trabajo, y hoy me escribe desde Colombia Víctor Manuel Velázquez, que fue la primera persona que me dio trabajo en Estados Unidos, para saludarme porque me ve en Fox. Me fui a una pensión de la Avenida de Mayo y trabajé cinco años y medio en Canal 9 y Radio Libertad, y gané dos Martín Fierro.

11) ¿Los ganaste vos, personalmente?

No, lo ganamos con mi equipo periodístico, con "Las voces del fútbol".

12) Es indiscutible que algún mérito tendrás para estar donde estás, porque en Fox no deben ser tontos. Uno puede pensar: ¿por qué no hace un relato más sobrio? ¿Para qué mete esos comentarios en los que a veces erra? Aunque ahora vos decís que no son errores sino que lo hacés "ex profeso".

Sí, en el comienzo básicamente. Es válido lo que estás diciendo, es muy válido, y quizás tengas razón, pero no es el camino que yo elegí en este comienzo. Tal vez debería hacerlo como vos decís, pero no es lo que yo he elegido.

13) ¿La gente de Fox ha hablado contigo sobre tu estilo?

"El que critica tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, pero cuando yo estuve mal y me las tuve que arreglar, me tuve a mí, a Dios y a mi cabeza"


No, al contrario, pocas veces he llegado a un lugar en mi vida en el que he sentido como ahora el apoyo total. Me han hecho sentir que esto es una carrera a 100, no a 10. Por el contrario: "Julio, tranquilo, sentite cómodo". Cero problema.

14) ¿Tuvo que ver tu amistad con Fernando NIembro en tu llegada a Fox?

No, no. Ellos me habían venido a buscar hace cinco años y no acepté. Creo que la razón es que yo era relator de fútbol, había trabajado en diferentes lugares y me había adaptado a otras idiosincrasias. Y creo que porque, en definitiva, algún mérito tengo (se ríe). Estoy absolutamente convencido de lo que hago, te gustará o no, pero yo estoy convencido.

15) ¿Bardanca no quiso trabajar contigo?

Noooo... no, no... ni ahí. Con Mario fuimos juntos a Buenos Aires, charlando todo el viaje, tenemos una excelente relación. Íbamos a hacer una dupla en radio... es un tema que él tendrá que explicar, no me corresponde a mí. Pero nada más lejos de la realidad que eso, de eso estoy absolutamente convencido.

16) Hace unos años, cuando presentaste tu libro "La capacidad de asombro sí tiene límites", dijiste: "Me equivoqué muchas veces, pero hay líneas que nunca atravesé". ¿No atravesaste una línea cuando tuviste aquel problema con Ana Inés Martínez?

No. Quizás haya cometido un error... pero yo no me metí con ella. Teníamos una cordial relación, un día escribió un tweet que no me pareció correcto, la llamé, charlé con ella cordialmente. Después escribió otro... bueno, quizás haya sido duro cuando respondí.

17) Dijiste: "Es una presentadora que habitualmente se acuesta con los jugadores de fútbol".

No, no me acuerdo qué fue lo que dije. De repente vos me seguís demasiado bien y dije eso, pero no me acuerdo efectivamente de cuáles fueron las palabras. No puedo refrendar lo que estás diciendo porque no recuerdo específicamente las palabras. Sí sé que fui duro.

18) Eso está grabado, basta con googlearlo. Lo pasaron hasta en Bendita TV.

Bueno, pero no me acuerdo. Si recordara que dije eso te lo diría. Si vos querés lograr que yo te diga lo que pienso, yo te digo lo que pienso. Ahora, si querés que yo diga lo que vos querés hacerme decir, no lo vas a lograr. En este momento no me acuerdo lo que dije.

19) Pero yo te digo que dijiste eso, no lo estoy inventando.

No, está correcto, puede ser. Lo que te digo es: jamás en mi vida me vas a sentir atacar a un colega. Jamás.

20) Eso fue un ataque.

No, fue una respuesta. Cuando vos vas caminando y te metés con alguien, no sabés de qué forma te va a responder esa persona. La otra persona puede sacar un revolver o darte una respuesta correcta. Las condiciones, desde el momento que atacás a alguien, y desde mi punto de vista injustamente, no las ponés vos. Cuando atacás, las reglas de la respuesta no las ponés vos, las pone el atacado. Es respetable tu opinión, pero cuando a mí me atacan nadie me pone las reglas con las que voy a responder. Las pongo yo, en el acierto o en el error.

"(Con Ana Inés Martínez) quizás haya cometido un error... pero yo no me metí con ella"

21) Y en este caso ¿acertaste o erraste?

Respondí.

22) Cuando Canal 10 emitió una entrevista de Jorge da Silveira a Paco Casal, en tu programa radial cuestionaste que no te hubieran permitido participar de la entrevista y criticaste que hubiera sido grabada, porque se podía editar lo que allí se dijo.

No, nunca dije que podía haberse editado. Esa palabra jamás la dije. Simplemente dije que me hubiera gustado participar de esa entrevista.

23) Tú habías hablado con Paco y él te había dicho que no había problema en que participaras.

Sí, exactamente. Y después se revió la postura y no me gustó. No me parecía correcto, se me había dicho que sí.

24) ¿Te había dicho que sí la producción del programa (Punto Penal)?

No, Paco Casal.

25) Al programa siguiente de Punto Penal no estuviste. ¿Eso fue una sanción? ¿O vos decidiste no participar?

No, no, charlamos con Daniel Acevedo (director de la productora de Punto Penal), creo que él inteligentemente dejó enfriar el tema, cada uno entregó su opinión y ahí terminó. No tuvo mucho misterio, no fue una cosa trascendente ni impactante.

26) ¿Qué te pareció esa entrevista de Da Silveira a Casal?

No me corresponde a mí calificarla, ya te dije que no hago periodismo de periodistas. No analizo qué hace Da Silveira, ni Bardanca... analizo lo que hago yo. Yo voy para adelante en lo mío, todo lo que me preguntes en torno a mí y a mi vida profesional yo te lo voy a responder sin ningún inconveniente, pero no soy yo quien para subirme arriba de la loma y hacer una evaluación de algo que pasó en su momento.

"Yo no le pedí a Paco (participar en la entrevista que le hizo Da Silveira en Canal 10), fue él quien me ofreció estar"

27) Te lo pregunto porque en algún medio salió en su momento que vos querías participar de esa entrevista porque sostenías que podías aportarle calor, hacerla más incisiva.

No, no, eso no es así. Lo que hablé, lo hablé directamente en su momento con Paco. Es más, yo no se lo pedí a Paco, fue él quien me ofreció estar en la entrevista. Y nada más. Después, cuando no estuve, reclamé por el tema. Pero no hubo tanto misterio, creeme que no fue en mi vida un capítulo ni siquiera medianamente importante.

28) ¿Y por qué Paco quería que estuvieras vos?

Porque él quería hacer una nota supongo que penetrante y creyó que yo podía hacer preguntas fuertes y duras. Y a mí me gustaba la idea y el desafío de hacerle preguntas fuertes y duras.

29) Otra afirmación polémica. ¿El entrevistado quiere que esté un periodista que sabe que le va a hacer preguntas fuertes y duras?

No... el tema se dio en otro contexto. Un día tuvimos una charla informal... Paco siempre fue muy correcto conmigo -siempre digo que el único problema que tuvimos fue el día que nos conocimos, que nos fuimos a agarrar a las piñas a la habitación del Hotel Bauen, en Buenos Aires- y un día me dijo: "Tengo ganas de hacer una entrevista en televisión y hay dos periodistas que sé -por sus características, porque van al frente- que me van a preguntar fuerte: el Toto y vos". Fue eso nada más, no creo que me haya elegido para que fuera contemplativo. Porque no me has preguntado hasta el momento, estoy seguro que lo vas a hacer, sobre las etapas en las que me he ido de lugares por defender mis convicciones personales.

30) O sea que la entrevista fue iniciativa de Casal.

Supongo que sí, que el tipo quería hablar de determinadas cosas. Si mañana viene Paco y te dice a vos que te da una entrevista, ¿vos no se la hacés?

31) ¿Qué pasó en el Hotel Bauen para que casi se agarraran a las piñas?

Yo estaba viviendo en el hotel y él lo frecuentaba. Un día estaba durmiendo, suena el teléfono y escucho una voz ronca que me dice: "Soy Paco Casal" y ahí fue la única vez que me habló de una forma incorrecta. Le dije "bajo". Bajé, me habló fuerte y yo también, y le dije que fuéramos a la habitación a solucionar el tema como correspondía, no en el lugar donde estábamos en ese momento. Esperamos el ascensor, curiosamente el ascensor se demoró, y él muy correctamente me dijo: "Mirá, disculpame, me equivoqué". Le habían dado manija los funcionarios del hotel con que yo lo había criticado por su actitud con determinados jugadores. Entonces le dije: "¿Vos querés saber lo que yo dije exactamente? Bueno, creo que estás llevándote a los jugadores muy jóvenes al exterior, que no cumplen con el proceso evolutivo y después no juegan en Europa y vuelven mal". Él me dijo: "Está bien, es válido que pienses así, ¿me dejás que te dé mi opinión sobre el tema?" A partir de ahí fue muy correcto conmigo y después trabajé con tanta libertad (en Tenfield) como es difícil poder encontrar más. Porque estoy seguro que me consintieron cosas que difícilmente me las consientan en otra empresa.

"El único problema que tuvimos (con Paco Casal) fue el día que nos conocimos, que nos fuimos a agarrar a las piñas a la habitación del Hotel Bauen"

32) Ahora que estás en Fox, ¿vas a intervenir desde tu lugar en la puja entre esa empresa y Casal por los derechos de televisión?

No, no me contrataron para eso.

33) ¿Y si mañana te dicen: "Hacete un editorial..."

(Interrumpe) Me voy. Nadie nunca me dijo eso. El único editorial que hice en mi vida me costó el puesto: en Sport cuando la radio decidió que no iba a trasmitir el mundial (de Sudáfrica). Nunca en los años que tengo alguien vino a decirme que tenía que hacer un editorial, o como se dice habitualmente, un mandado. Jamás. Nunca. Una vez, en un breve pasaje que tuve en una radio de Córdoba, un tipo compró la radio y vino y me dijo que iban a estar en el negocio de los jugadores y automáticamente me fui. Y ni siquiera cobré el sueldo.

34) ¿Tenés enemigos en el fútbol?

Tenés que preguntárselo a mis enemigos. Ni me doy tiempo para pensar en eso, porque a veces se confunde el odio con la envidia. Y la envidia es la cara más oculta de la admiración. Cuando alguien sin motivos te está tirando mala onda, es porque en el fondo te está admirando. Lo que pasa es que en ese momento no tiene -a veces por frustraciones propias- el valor de interpretarse a sí mismo y decirse: "Pucha, este loco es emprendedor, cree en lo que hace y va para adelante, pero como mi vida está tan mal y yo no encuentro el eje de mi propia vida, siento que algo de lo que él hace me gusta y me siento identificado. Pero no lo puedo hacer, entonces tengo un camino oculto y un poco más jodido para trasladarle la admiración que le tengo".

35) ¿Alguna vez te apretaron?

Cuando empezaba en la 30 (CX 30), un día fueron tres muchachos a la esquina de mi casa. Yo iba con mi productor, que era bastante grande también, y les respondimos duramente, nada más. Vinieron a intimidar, que parara la mano con las críticas, en la etapa de Damiani (padre) en Peñarol. En ese momento les respondimos duramente, pero ellos tampoco ni siquiera intentaron una agresión física ni nada por el estilo, vinieron a increpar y nosotros les respondimos en la misma jerga. Y ahí se terminó.

36) ¿Es cierto que cuando estuviste en Europa, con 19 años, la pasaste tan mal que robabas cosas de los supermercados para vender?

No, eso es absolutamente falso. Sí sacaba cosas para comer: un pan o un chocolate. Nunca jamás para otra cosa. Dormíamos en la calle. Tengo una anécdota en Marsella. Estábamos durmiendo en la entrada de un edificio, como si fuera el Palacio Salvo. Entra una mujer y nos despierta, eran las dos de las mañana más o menos. Yo no entendía lo que nos decía pero intuí que estaba enojada porque estábamos en la puerta del edificio. Desperté a mi amigo y le dije que nos teníamos que ir, y cuando estábamos enrollando el sobre de dormir, la mujer abre la puerta y nos pide que subamos con ella. No entendíamos mucho lo que pasaba. Subimos, entramos a un apartamento espectacular y en un sillón muy grande había un tipo fumando un habano y tomando whisky. Estaba evidentemente pasado de copas. La mujer nos llevó a la cocina, abrió la heladera y nos dijo que nos alimentáramos y después nos llevó a uno de los dormitorios, nos pidió que no hiciéramos nada malo y que nos quedáramos a dormir ahí. Cuando estás sin comer y sin dormir, y alguien te ofrece techo y comida, no preguntás nada, se acabó la historia. Al otro día nos levantamos y el tipo ya estaba sobrio y se encontró con dos extraños en su casa. Inmediatamente nos pidió que nos fuéramos, le pedimos para ducharnos y comer algo y nos fuimos. Ella era prostituta y él tenía algún título nobiliario, no me acuerdo cual. Ella tuvo una actitud fantástica, fue una de esas anécdotas extraordinarias: una prostituta que va a trabajar a un edificio, ve a dos tipos tirados en la calle y los hace entrar y les da comida y una cama.

"Nunca en los años que tengo vino alguien a decirme que tenía que hacer un editorial, o como se dice habitualmente, un mandado"

37) ¿Tenés algún secreto inconfesable de algo que hayas debido hacer por necesidad?

No. Mirá, yo vivía en Minas con mi abuela y ella murió a los 99 años. Era limpiadora en la Casa de la Cultura de Minas, yo me crié allí prácticamente, y era una mujer autodidacta, quedó viuda a los 26 años y nunca más se casó. Vivió primero para sus hijos y después para mí. Y tenía valores espectaculares y el día que me fui a Europa me dijo (se emociona): "Lo único que te pido es que el día que vuelvas nos podamos mirar a los ojos y no tengas que bajar la cabeza". Y la verdad, le cumplí a rajatabla. Yo he tenido una vida extraordinariamente sana para la forma en la cual me crié.

38) ¿Consumiste drogas?

Jamás. Ni siquiera fumé un porro. Un día íbamos con destino a Venecia, haciendo dedo, y nos levanta un muchacho italiano en un auto que recién había comprado. Vivía en un pueblito cerca de Venecia y nos invitó a comer a la casa. La madre hizo espagueti y recuerdo que yo los corté y ella pegó un grito tremendo: una herejía. Entonces, terminamos de comer y el muchacho nos lleva a presentarnos a sus amigos del pueblo, porque para él nosotros éramos extraterrestres: año 82, dos sudamericanos en un pueblo chico de Italia, era como si hubiesen bajado los marcianos en el medio del pueblo. Fuimos a un parque, éramos doce o catorce, y ellos trajeron hachís, y querían que nosotros armáramos porque descontaban que si éramos sudamericanos éramos expertos en el tema. Y fue un papelón escandaloso, porque nosotros no solo no sabíamos armar sino que ni siquiera habíamos probado. Y no lo hicimos tampoco. Una decepción para los tipos, nosotros por lo menos queríamos armar para zafar de la situación. Fue lo más cerca que estuve de la droga.

39) ¿Tus hijos, de 14 y 19 años, te critican?

Mis hijos son una esponja impresionante, creo que tiene que ser muy extrema la situación para que vengan y me trasladen una crítica.

40) ¿Crees que para ellos es un peso la popularidad de su padre?

Nunca me pregunté eso. Yo los veo llevar el tema con total naturalidad. Nacho es terrible perfil bajo y Mica es más de mi estilo, contestataria, crítica, pero los veo a ambos llevar el tema con naturalidad. Dentro de mi casa prácticamente no se habla de lo que yo hago, se habla mucho más del estudio de ellos o del básquetbol de Nacho. De repente me comentan que salió tal cosa en tal programa pero es muy efímero eso, no hay un dialogado sobre lo que yo hago. Siento una profunda admiración por ellos, por la clase de personas que son, pero básicamente porque sé lo difícil que debe ser para ellos convivir con un padre mediático, con el tema de las redes sociales al que vos hacías mención. Yo no entro pero ellos sí.