El caso de la desaparición de la joven tacuaremboense Julia Esmeralda Ferraz tuvo un final trágico. Tal como informáramos, su cuerpo fue hallado en la madrugada pasada, en un monte cercano a su casa.
Según divulgara posteriormente el noticiero Telemundo, la policía detuvo a un hombre de 30 años y sin adecentes penales, tío de la menor, quien confesó el atroz crimen.
El individuo llamó la atención de los investigadores luego de un intento de autoeliminación mediante fármacos de uso veterinario, en el que no tuvo éxito. Interrogado por la policía y en presencia de su abogada, dijo haber atacado y violado a su sobrina, de 14 años, a la que luego mató y enterró en un monte próximo a la finca. La muerte se habría producido mediante estrangulamiento.
La policía halló el cadáver de la adolescente en el sitio indicado por el matador, un punto que ya había sido rastrillado. Sin embargo, por tratarse de una zona de tupido ramaje, el cuerpo no había sido notado.
Claudia Lette, fiscal del caso, solicitó algunas pericias sobre la anatomía del matador, ya que presenta lesiones que podrían tener origen en intentos de defensa por parte de su infortunada víctima
Julia había desaparecido en la madrugada del 30 al 31 de agosto. Su madre había contado a Telenoche que en la casa no faltaba ninguna de sus pertenencias, y que su celular estaba enchufado en su dormitorio. La desaparición la había preocupado sobremanera, ya que su hija -enfatizó entonces- siempre pedía permiso si quería salir.