La Justicia argentina investiga la desaparición de una joven de 21 años, Luciana Antonella Muñoz, quien salió de su casa a las 11:00 horas del sábado 13 de julio, hace 44 días, sin dejar rastro.
Muñoz salió sin celular porque el teléfono estaba roto desde hacía varios días, según pudieron saber las autoridades. Los investigadores han hecho 15 allanamientos, rastrillado 1.000 hectáreas y analizado 800 horas de imágenes de las cámaras de seguridad.
Hasta el momento, el único avance en el caso es que el exnovio de Muñoz mintió ante las autoridades. Maximiliano Áviles fue enviado a prisión domiciliaria como medida cautelar por falso testimonio.
El hombre aseguró que el día de la desaparición no estuvo con la joven; sin embargo, las autoridades comprobaron que sí estuvo muy cerca del barrio de Muñoz. “Se movilizó por distintos domicilios y recorrió 7,5 kilómetros en 11 minutos”, agrega la pericia recogida por varios medios argentinos.
Uno de los 15 allanamientos fue en la casa de Áviles y allí se encontraron rastros de sangre en “una pared, en el suelo, en la puerta del baño, en un par de zapatillas y en un palo de golf”. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido corroborar que el material biológico pertenezca a Muñoz.