El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá el próximo lunes, 14 de noviembre, con su homólogo chino, Xi Jinping, en Bali, Indonesia, antes de la cumbre del G20, en el primer encuentro entre ambos desde la llegada del demócrata a la Casa Blanca.
La portavoz del Gobierno de EE.UU., Karine Jean-Pierre, anunció en un comunicado que conversarán sobre “los esfuerzos para mantener y profundizar la línea de comunicación” entre ambos países, así como para “gestionar la competición bilateral de forma responsable”.
Jean-Pierre agregó que los dos líderes también hablarán sobre los esfuerzos para trabajar conjuntamente cuando los intereses de EE. UU. y China se alineen, “especialmente en retos transnacionales que afectan a la comunidad internacional”.
El miércoles, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Biden afirmó que no hará concesiones a Xi, pese a que todavía ayer no se había confirmado su reunión aunque dio por hecho que iba a producirse, y reafirmó que no busca el conflicto, sino la competición con el gigante asiático.
“Cuando hablemos, quiero establecer cuáles son las líneas rojas para cada uno. Quiero entender qué es lo que él (Xi) piensa que es parte de los intereses nacionales de China y determinar si esto está en conflicto o no con lo que yo sé que es parte de los intereses clave de Estados Unidos”, indicó Biden.
Las tensiones entre Washington y Pekín se han incrementado en los últimos meses a raíz de un viaje que la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, hizo en agosto a Taiwán, a lo que el Gobierno chino respondió con un aumento de ejercicios militares.
Biden adelantó también el miércoles que Taiwán, aliado de Washington al que China considera una provincia rebelde, seguramente formará parte de las conversaciones con el líder chino.
Al mismo tiempo, anticipó que hablarán de otros asuntos como el trato de Pekín a sus vecinos y el “comercio justo”, ya que Biden ha mantenido algunos de los aranceles que su antecesor Donald Trump (2017-2021) impuso a China al inicio de la guerra comercial entre ambos países en 2018.
Los dos Gobiernos llevan meses preparando el encuentro, que sería el primero en persona desde la llegada del estadounidense a la Casa Blanca en enero de 2021, aunque ambos han mantenido cinco llamadas telefónicas en los últimos 20 meses.
Una funcionaria de alto rango de la Administración estadounidense precisó este jueves en una llamada con periodistas que no espera que de la reunión salga ningún acuerdo en concreto y aclaró que uno de los principales objetivos es “profundizar el entendimiento”, y reducir los malentendidos y errores de percepción.
Destacó que Biden será “honesto” sobre las inquietudes de EE.UU, como las actividades de Pekín “que amenazan la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, las violaciones de derechos humanos y las prácticas económicas “nocivas” por parte de China.
Ambos líderes tocarán, además, otros asuntos regionales globales como la invasión rusa de Ucrania y las provocaciones de Corea del Norte.
La funcionaria estadounidense recordó que, tras la visita de Pelosi a Taiwán, Pekín cortó las líneas de comunicación con Washington y la cooperación en algunas áreas.
En ese sentido, calificó la reacción de China de “inapropiada” y “excesiva”; y aseguró que EE.UU. cree que los canales de comunicación deben mantenerse y no interrumpirlos para luego reanudarlos, especialmente en momentos de tensión.
Biden y Xi comparten una larga relación personal: ambos se conocieron hace más de una década cuando eran vicepresidentes de sus países y compartieron múltiples viajes, reuniones y cenas.
El presidente estadounidense llegará a la cumbre del G20, que se desarrollará entre el 15 y el 16 de noviembre, después de acudir a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto y a la cumbre de los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en Camboya.
EFE