El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emprendió este miércoles la gira más importante de su mandato, un viaje a Europa que definirá el rumbo de la respuesta aliada a la invasión rusa de Ucrania a medida que la guerra se prolonga.

Biden tiene previsto aterrizar en Bruselas a las 20:50 (16:50 Hora de Uruguay) en la víspera de una jornada maratoniana en la capital europea, donde este jueves participará en tres cumbres -de la OTAN, la Unión Europea (UE) y el G7- antes de volar el viernes hacia Polonia, país fronterizo con Ucrania.

"Voy camino a Europa para reforzar el apoyo de la comunidad internacional a Ucrania y asegurar que Putin paga un precio económico grave por la guerra que ha elegido", tuiteó Biden poco después de despegar en el Air Force One.

Un nuevo orden mundial

Desde su campaña electoral, Biden ha dibujado el panorama internacional como un pulso entre democracias y autocracias, y ha expresado su deseo de afianzar el liderazgo de Estados Unidos en el primer bloque, un papel que se ha debilitado en las últimas dos décadas.

"Va a haber un nuevo orden mundial, y tenemos que poder liderarlo. Y tenemos que hacerlo uniendo al resto del mundo libre", dijo Biden en un encuentro con líderes empresariales el lunes, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.

Esa es la mentalidad con la que el mandatario encara su tercera visita a Europa en menos de un año, que coincide con el momento en que se cumple el primer mes de guerra en Ucrania y obliga a los aliados a plantearse cómo responder a la perspectiva de un posible conflicto largo.

El objetivo del viaje de Biden es "asegurar que se mantiene la unidad" de EE.UU. y sus aliados, "consolidar" su postura ante Rusia y garantizar que todos ellos están "comprometidos a seguir en esto el tiempo que haga falta", según el asesor de seguridad nacional del presidente, Jake Sullivan.

Y se espera que ese tiempo sea largo: el propio Sullivan pronosticó este martes, en una rueda de prensa, que la guerra en Ucrania "no acabará fácil ni rápidamente".

Más sanciones

Ante esa perspectiva, Biden mantiene su apuesta por las sanciones, y este jueves planea anunciar restricciones contra más de 300 miembros de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal.

Se espera que esas y otras posibles sanciones se anuncien en conjunto con sus aliados europeos, con los que coincidirá en la cumbre extraordinaria de la OTAN y las posteriores de la UE y el G7, tras las que Biden ofrecerá una rueda de prensa.

Aunque las sanciones internacionales han debilitado la economía rusa, por ahora no han persuadido al presidente Vladímir Putin de frenar su ofensiva en Ucrania, y parece improbable que lo hagan a corto plazo, según los pronósticos estadounidenses.

A medida que se prolonga la guerra, aumentan los dilemas para Estados Unidos y sus aliados: hasta dónde llegar en las sanciones a Rusia y la ayuda militar a Ucrania, cómo hacer frente a la crisis de refugiados derivada de la invasión rusa y cómo proteger el flanco este de la OTAN.

Estados Unidos ha elevado a 100.000 sus efectivos en Europa, pero también quiere que el viejo continente asuma más responsabilidad en su propia defensa para que, a medio plazo, la Casa Blanca pueda seguir centrada en su competición con China.

La reticencia de Pekín a condenar la invasión rusa y el temor de que pueda proporcionar apoyo a Moscú centrarán parte de las conversaciones entre Biden y sus aliados este jueves, de cara a la cumbre entre China y la UE prevista para el 1 de abril.

Biden también anunciará más ayuda humanitaria y medidas para "mejorar la seguridad energética europea y reducir la dependencia de Europa sobre el gas ruso", aunque no presionará a sus aliados para que veten las importaciones de combustibles de Rusia, explicó Sullivan.

Apoyo a los refugiados en Polonia

El viernes, Biden viajará a Polonia, un país fronterizo con Ucrania al que han llegado más de 2 millones de refugiados ucranianos desde que empezó la guerra.

Su agenda en la jornada del viernes todavía no está clara, lo que ha generado especulaciones, no confirmadas por la Casa Blanca, de que pueda acercarse a la frontera con Ucrania y reunirse con refugiados.

Sullivan sí adelantó este martes que el mandatario se encontrará con "las tropas de EE.UU. que están ayudando a defender el territorio de la OTAN", así como con "expertos implicados en la respuesta humanitaria".

El sábado, antes de volar de vuelta a Washington, Biden se reunirá en Varsovia con su homólogo polaco, Andrzej Duda, y después dará un discurso sobre "los esfuerzos unidos del mundo libre para defender al pueblo de Ucrania" y promover "un mundo anclado en principios democráticos", según la Casa Blanca.

El presidente tirará así de retórica para tratar de convencer a sus aliados de que Estados Unidos puede evitar que se resquebraje del todo el orden internacional establecido en 1945.

"Tener al presidente Biden aquí en persona, reuniéndose con estos líderes en este momento, es absolutamente crucial", dijo este miércoles la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, en una charla organizada por el centro de estudios Atlantic Council.

EFE