Giovanni Barreca, un hombre de 54 años que trabajaba como albañil en la región italiana de Sicilia, llamó el domingo a la policía local para confesar el brutal asesinato de su esposa y dos de sus hijos.
“Maté a mi familia, vengan a buscarme. Había un demonio en casa”, habría dicho a los agentes según informó la agencia noticiosa ANSA. Las víctimas fueron identificadas como Antonella Salamone, de 41 años, y dos menores llamados Kevin y Emanuel, de 15 y 5 años, respectivamente.
La única superviviente fue su hija de 17 años, cuyo nombre no fue revelado. En una declaración a los agentes, la joven aseguró que su padre cometió los asesinatos durante un ritual de “exorcismo”.
Contó también que su padre solía despertarse en medio de la noche gritando porque sentía presencias demoníacas en la habitación. “Quería liberarnos del diablo. Mi padre estaba convencido de que la casa estaba encantada”, dijo.
Los cuerpos estaban en diferentes grados de descomposición, por lo que la policía estima que las víctimas fueron asesinadas con días de diferencia. Asimismo, estiman que la hija sobreviviente habría sido obligada a presenciar los crímenes.
Las autoridades sospechan que Barreca podría pertenecer a alguna secta o grupo de fanatismo religioso, o incluso liderarlo.
“No entendemos cómo fue posible todo esto. Sabíamos que tenían discusiones, como existen en todas las familias, pero no podríamos pensar que esto podría pasar”, dijo una tía de la mujer asesinada.
Sin embargo, otros allegados aseguraron que en la pareja había más que simples discusiones. De hecho, describieron a Barreca como un hombre agresivo que golpeaba a su esposa y estaba obsesionado con Satanás. En redes sociales, el asesino mostraba su fanatismo religioso e insistía sobre la “decadencia de las costumbres” y preconizaba “la verdadera fe”, en conflicto con la Iglesia Católica.
Otros dos sospechosos fueron arrestados en relación con la masacre: Sabrina Fina, de 42 años, y Massimo Carandente, de 50, quienes, según las autoridades, no solo alentaron a Barreca a cometer los asesinatos, sino que también participaron en la masacre.
Interrogado por los agentes de policía acerca de los motivos del crimen, Barreca afirmó que quería liberar a su mujer y a sus hijos de los “demonios”.