Un hombre de nacionalidad estonia protagonizó una curiosa e involuntaria gesta deportiva en los Alpes italianos.

Según informara el periódico local La Stampa, un turista identificado por el nombre de pila Pavel ascendió 2.400 metros en una solitaria caminata nocturna en los Alpes italianos.

De acuerdo con el citado medio, Pavel había participado horas antes de una festa donde no se escatimó el alcohol. Tras salir del ágape, intentó regresar a su hotel en el Valle d’Aosta pero no fue capaz de acertar el camino. Cuando en el alojamiento notaron que no regresaba procedieron a avisar a las autoridades locales, activándose un protocolo de búsqueda y rescate.

Horas más tarde, los trabajadores de un restaurante situado en una estación de esquí se toparon con Pavel dentro del establecimiento. El caminante llegó al lugar en medio de la noche, forzó la puerta y se quedó a dormir. Los camareros lo encontraron roncando sobre un banco acolchado y abrazado a dos botellas de agua que encontró en el salón.

Curiosamente, el sujeto fue capaz de llevar a cabo un ascenso de montaña sin equipo alguno, sin ropa ni calzado adecuados y con el hándicap de unos cuantos tragos de alcohol entre pecho y espalda.

De acuerdo con el citado medio, los rescatistas jamás imaginar que el caminante emprendería la ardua ascensión pro la ladera montañosa, por lo que no lo buscaron allí. Ahora podría afrontar una sanción económica para resarcir los costos de la búsqueda desplegada.