Al referirse a su reciente visita a Washington durante el Consejo de Ministros, Netanyahu explicó que había acordado con el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, crear una serie de grupos de trabajo para fomentar las relaciones bilaterales a todos los niveles y que incluye los asentamientos.

"También acordamos crear un equipo de trabajo en las cosas en las que no hemos estado de acuerdo en el pasado, y me refiero por supuesto al tema de la colonización en Judea y Samaria (nombres con los que en Israel se conoce el territorio ocupado de Cisjordania). También de eso hablaremos", dijo.

Después de cincuenta años de ocupación de ese territorio, reconocido por la comunidad internacional para que los palestinos establezcan un Estado independiente, Israel aspira a que la política exterior de EEUU le tolere la construcción en distintas partes de Cisjordania y Jerusalén Este.

Hasta ahora, Washington consideraba los asentamientos como "ilegítimos" y un obstáculo a los esfuerzos de paz, postura en la que discrepa el actual ocupante de la Casa Blanca.

Para Trump, "los asentamientos no son un obstáculo a la paz", aunque sí consideró que "no ayudan a los esfuerzos" para conseguirla.

Netanyahu no reveló hoy donde pedirá la "tolerancia" de Washington a la construcción, pero en el pasado ha solicitado poder afrontar lo que él describe como "crecimiento demográfico", además de poder hacerlo dentro de los grandes bloques que Israel quiere anexionarse en un eventual acuerdo de paz y en Jerusalén Este.

En el mes que Trump lleva en la Casa Blanca, Israel ya ha anunciado más de 6.000 nuevas viviendas en las colonias judías y se han disparado las voces en la ultraderecha que piden la anexión de las "zonas C" de Cisjordania, la parte del territorio ocupado que controla de forma exclusiva.

Ante los llamamientos de muchos de sus ministros en ese sentido, días antes de su viaje a EEUU Netanyahu abogó por una política "consensuada" con Washington, de forma que sea "constructiva" y no conduzca a enfrentamiento con su principal aliado, como ocurrió durante los ocho años de gobierno del anterior presidente, Barack Obama.

Los palestinos y la comunidad internacional consideran que una evolución en la política estadounidense sobre la colonización judía puede dar al traste con la solución de dos estados.

EFE