Las Fuerzas de Defensa de Israel condujeron un “bombardeo selectivo” en Beirut, capital del Líbano, con el objetivo de matar a un comandante de Hezbolá al que catalogaron como responsable del ataque del sábado en Majdal Shams, en la región de Altos del Golán, donde murieron 12 niños drusos.

“El ejército israelí realizó un ataque selectivo en Beirut contra el comandante responsable del asesinato de niños de Majdal Shams y otros numerosos civiles israelíes”, declaró el cuerpo armado en un comunicado.

Según informó AFP, una fuente cercana al grupo libanés chiita Hezbolá afirmó que el bombardeo israelí en el suburbio sur de Beirut mató a dos personas.

A su vez, la agencia francesa reportó que una fuente cercana a la organización (sin aclarar si es la misma o no), indicó que Fuad Shukr sobrevivió, al ataque.

Shukr, “que usa el nombre de guerra Mohsen Shukr, sobrevivió al ataque israelí”, dijo a AFP la fuente, que pidió el anonimato.

Por otro lado, el diario The Times of Israel reportó, citando al medio árabe Al Hadath, que Shukr falleció en el ataque, contradiciendo informaciones previas que indicaban que había sobrevivido. 

Según el medio israelí, el cuerpo del jefe de Hezbolá está en un hospital en Beirut, rodeado de un cordón de seguridad. 

El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció una “flagrante agresión”, un “acto criminal” y urgió a la comunidad internacional a “hacer presión para obligar a Israel a detener su agresión y sus amenazas y aplicar las resoluciones internacionales”.

Irán, que respalda al Hezbolá, fustigó una “acción despiadada y criminal de la banda criminal sionista”.

Rusia consideró por su parte que esa operación constituye “una grave violación del derecho internacional”.

Israel y Estados Unidos acusaron a Hezbolá del bombardeo del sábado en la ciudad rusa de Majdal Shams, en la meseta siria de los Altos del Golán anexionada por Israel.

El grupo libanés, aliado del movimiento islamista palestino Hamás, desmintió estar detrás de ese ataque.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió el lunes una dura respuesta a la agresión, que atizó el temor de que la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza se extienda a Líbano y a la región.

Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH

Venganza “prohibida”

“Estos niños son nuestros niños. [...] El Estado de Israel no dejará ni puede dejar pasar esto. Nuestra respuesta llegará y será dura”, advirtió Netanyahu.

Los dirigentes drusos de la ciudad señalaron sin embargo que rechazaban cualquier respuesta, por la doctrina que rige su comunidad, cuya religión viene del islam.

“La tragedia es inmensa”, subrayaron. Pero, puesto que la doctrina drusa “prohíbe el asesinato y la venganza, en cualquier forma, rechazamos que se vierta una gota de sangre so pretexto de vengar a nuestros hijos”, agregaron.

Desde que empezó la guerra en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, los enfrentamientos entre el ejército israelí y Hezbolá en la frontera entre Israel y Líbano son casi diarios.

Un civil israelí murió el martes por la caída de un cohete en el norte del país, informaron los servicios de rescate, y el ejército afirmó que respondió a una andanada de cohetes lanzados desde Líbano.

Previamente, el ejército israelí había indicado que durante la noche alcanzó “una decena de objetivos terroristas de Hezbolá”, incluyendo un depósito de armas y varias infraestructuras, en “siete zonas del sur de Líbano, y que había matado a un miembro del movimiento armado.

En respuesta, Hezbolá anunció haber bombardeado un cuartel de Beit Hilel, en el norte de Israel, con cohetes katiusha y drones explosivos.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se declaró el martes muy “preocupado por la creciente amenaza de un conflicto generalizado en toda la región” y “pidió vehementemente a todas las partes y a la comunidad internacional que trabajen urgentemente para rebajar tensiones”.

Varias compañías aéreas, incluyendo Air France y la alemana Lufthansa, suspendieron desde el lunes sus vuelos a Beirut.

Retirada de Jan Yunis

En la Franja de Gaza, el ejército israelí continuó con su campaña de bombardeos contra Hamás, al que tanto Israel como Estados Unidos y la Unión Europea consideran una organización terrorista.

Las localidades de Jan Yunis y de Rafah, en el sur de la Franja, así como el campo de desplazados de Al Bureij, en el centro, y Ciudad de Gaza, en el norte, fueron blancos de bombardeos aéreos y disparos de artillería.

Desde el 22 de julio, las fuerzas israelíes están llevando a cabo una operación en la zona de Jan Yunis, que hasta ahora dejó unos 300 muertos, según la defensa civil de Gaza.

El ejército israelí dijo el martes que terminó esa operación, que le permitió eliminar a “más de 150 terroristas”.

La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a 1.197 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.

El ejército israelí estima que 111 personas permanecen cautivas en Gaza, 39 de las cuales habrían muerto.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 39.400 personas en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.