El ministro Yoav Gallant presentó un borrador del plan, que se financiará con un presupuesto de 4.200 millones de shéqueles (unos mil millones de euros), más de la mitad de los cuales se destinará a contratar a profesores para poder atender a grupos de alumnos más pequeños.
De acuerdo a éste, los dos primeros cursos de primaria mantendrán el formato habitual, con grupos igual de numerosos que ahora, mientras que a partir de ese curso y hasta el instituto las clases tendrán un máximo de 18 alumnos y combinarán las lecciones presenciales con las telemáticas, informó el diario Haaretz.
El plan fue desarrollado junto al Ministerio de Finanzas y está destinado a prevenir que las escuelas sean un foco de transmisión de la COVID-19, como ocurrió con la reapertura de estos centros durante la desescalada, entre los meses de mayo y junio, cuando la detección de positivos en varios colegios hizo cerrar clases y cursos enteros y obligó a mandar de nuevo a miles de pequeños a sus casas.
Israel vive en estos momentos una segunda ola de la pandemia, con mayor número de contagios que la primera, continúa teniendo sus fronteras cerradas y está tratando de contener la extensión del virus sin volver a un cierre total de su economía, que ha hecho que el país suba de un nivel de desempleo del 3,3 % en febrero al 21 % actual.
Con información de EFE