La ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira, odia los cuadros torcidos. Lo dice dos veces, mientras acomoda una de las pinturas de Hugo Nantes que hizo recuperar y colocar en su oficina apenas tomó posesión del despacho. Es una colección que estaba en el acervo del ministerio y que ahora decora el día a día, entre un cuadro de José Gervasio Artigas que encabeza su escritorio de trabajo y una bandera uruguaya que no flamea. Tiene una tele, un mate, carpetas y libros. Tiene varios mapas del país sobre los que trabaja, merchandising de los programas del Ministerio, un almanaque con imágenes de vacas y una carpeta de EasyHouse, una empresa que produce módulos de vivienda prefabricados en madera. Moreira se declara “enamorada” de la madera y propone la incorporación de estos formatos de construcción no tradicional como un modo de hacer más rápido, más barato y más ecológico. “El cemento es algo que nos quedó de tradición ibérica”, dirá durante una hora de charla con Montevideo Portal. En los próximos meses se licitarán dos obras —una en Durazno y otra en la Ciudad Vieja, en Montevideo— para que se erijan los primeros edificios cuya estructura estará íntegramente construida en madera.
Pasada la mitad del mandato, algunos postulan que habría que oxigenar el gabinete. ¿Se imagina hasta el final del período?
Sí, estoy a gusto acá y es un desafío que acepté con dedicación. Me imagino que en algún momento volveré al Senado, pero no tengo una fecha.
Si Guido Manini Ríos, su marido, hubiera aceptado ser ministro de Salud, ¿cree que usted estaría acá?
No, no creo. Es cierto, le ofrecieron, pero nosotros hicimos todo al revés y él tenía que dedicarse a construir el partido. Porque nosotros primero tuvimos los votos. Era imposible que Guido dejara el legislativo.
¿La mirada está puesta en que él dispute la Presidencia en 2024?
Sí, obvio, es nuestra aspiración. Que nuestro líder sea presidente.
¿Y usted en qué rol se ve? ¿Primera dama?
¿La verdad? No lo pensé.
La política de la casa siempre fue usted… ¿le consultó antes de meterse en su terreno?
Sí, obviamente, y hubo un tira y afloje, pero yo sabía que lo acompañaría en la decisión que él tomara.
Aun entonces, dijo que siempre sería blanca. ¿Cómo es su vínculo en la coalición?
Fue difícil dar el paso porque ese sector era el amor de mi vida. Y tomé con mucha pasión y compromiso esta bandera de Cabildo Abierto, fui electa senadora y lo represento en el Ejecutivo. Puede sí que tenga un diálogo más fluido porque fui compañera toda la vida, pero Cabildo no es blanco ni colorado, es Cabildo. Y queremos ser una representación dentro de esta coalición republicana que vino para quedarse.
¿Ser de una corriente distinta le permite manifestarse más libremente?
No creo, siempre fui de expresar lo que yo sentía. Quizás ahora lo hacemos con más resonancia, pero siempre hablé y dije lo que debía, sin importar si gustaba o no.
Se suman e integran a Cabildo Abierto (CA) en 2019… entonces se empezó a escuchar que se venía la extrema derecha, los militares e incluso el nazismo en Uruguay…
(Irene Moreira suspira profundo, casi un bufido)
Nos han etiquetado de todas las maneras...
¿Y para ustedes qué representa CA?
Nos han dicho que éramos un invento de Mujica para dividir, que éramos la extrema derecha, partido militar y hasta chavistas, pero lo define muy bien nuestro líder: no somos izquierda ni derecha, somos Cabildo y queremos representar los valores y principios de Artigas, nuestro principal héroe. Y queremos aggiornar esas políticas al siglo XXI. Además, ¿qué es un partido militar? Si tu vida fue siempre en la carrera militar, es natural que tras 48 años tus amigos sean de ese mundo. Sería muy raro y hablaría de su mala conducta que Guido no tuviera amigos militares. Tenemos principios artiguistas de no intervención, de defender a nuestros frágiles, no solo a los 200 mil en precariedad extrema, sino a todos los que necesitan una mano.
Y a nivel regional: ¿están con las nuevas derechas o la renovación de izquierda? ¿Con Lula o con Bolsonaro?
No me gusta intervenir en la política de otro país, más allá de que obviamente estoy informada. Espero que el pueblo elija lo mejor para su gente.
Como lectora de historia y política, ¿qué líder la representa o le gusta?
Me gusta leer a [Luis Alberto de] Herrera. Igual depende de las áreas o la profesión...
¿Y una mujer?
Hubo grandes mujeres en la historia. Yo creo que Margaret Thatcher [ex primera ministra del Reino Unido], por su firmeza. Fue muy firme en sus conceptos y trabajo. Y Golda Meir [ex primera ministra de Israel], que tuvo una personalidad que trascendió su actividad más allá de las fronteras. Podés compartir o no su visión, pero han marcado la historia.
¿Se considera feminista?
Sí, pero si es defender a la mujer; no a la división de hombre y mujer. La mujer no está ni adelante ni atrás, está al lado del hombre y deben avanzar juntos. Y sí, tiene que haber más mujeres en el Ejecutivo y el Legislativo, pero no por obligación sino por complementariedad.
¿Y cree que existe algo así como una ideología de género?
Sí, tenemos una posición muy firme en ese sentido como partido. Respetamos la decisión de la persona, pero no nos gusta que se lleve a los niños a tomar decisiones para las que no están aptos. Y hay muchas normas que llevan a ese odio o esa división. Presentamos la norma sobre tenencia compartida porque los niños tienen que tener ambas familias.
La gestión
Las respuestas de Moreira son espontáneas, aunque prefiere esquivar las polémicas. Evita hacer comentarios sobre el caso Astesiano porque lo considera un asunto de estricta responsabilidad del presidente, Luis Lacalle Pou, y se mostró siempre firme respecto de las denuncias por ser supuestos colonos.
En las últimas semanas, de cara a la Rendición de Cuentas, anunció un fideicomiso por 240 millones de dólares para hacer frente a lo que considera una “tragedia”: las 200 mil personas que viven en los 600 o 650 asentamientos que estima que hay en Uruguay.
¿De dónde sale ese dinero?
Lo aporta un impuesto de colonización y ventas de bienes agropecuarios. Por eso la comisión gerencial está integrada por ministerios de Economía y Finanzas; Agricultura, Ganadería y Pesca, y Vivienda. Este monto duplica lo que teníamos para esta tarea.
¿Cuántos asentamientos podrían solucionar para este quinquenio?
Estamos trabajando en 120; si no están terminados, quedarán para el próximo período.
¿Gobierne quien gobierne?
El país es uno solo, obviamente yo terminé obras que empezaron gobiernos anteriores; ahora estamos haciendo otras que terminaremos nosotros, y habrá algunas que terminará la próxima administración.
¿Y cuántas viviendas construyeron?
Estamos 3% por encima de lo que se hizo en los dos primeros años del quinquenio anterior.
¿Y cuántas son?
Este año son 10.531 casas nuevas.
¿Y a cuántas llegarán?
Tenemos la aspiración de superar lo que se venía haciendo en el pasado. En esa proyección calculamos que se pueden hacer 31.500 soluciones habitacionales aproximadamente [en el quinquenio]. Eso sin contar Avanzar, que son otras 15.000, ni Sueños en Obra, que está pensado para el público que está pagando un alquiler y no puede tener el ahorro para el primer ingreso de capital, y son otras 5.000. Ese programa es para jóvenes de clase media que no se pueden independizar, o estudiantes que vienen del Interior. Es un proyecto de participación público-privada, en el que evaluamos para ver realmente cuánta gente interesada hay y cuánto se necesita, dónde y cómo debe ser ese edificio. Agarramos todo lo bueno de esa muy buena Ley de Vivienda Promovida que existía y queremos derramarlo a todo el país.
¿Habían prometido 50.000 viviendas en campaña?
Te corrijo, porque una mentira 10 veces repetida se convierte en una verdad. Yo no dije eso en campaña, porque era candidata a diputada por el departamento de Artigas y, si dijera eso, dirían que estoy loca. Esa es la prueba del nueve de que no puedo haber prometido eso. No pensé que sería ministra, pero sí es verdad que cuando asumí el rol, sabiendo que había déficit habitacional de entre 60 y 70 mil viviendas, dije ante la consulta periodística que trataríamos de dar el máximo y que sería algo en torno a 50 mil.
¿Fue una expresión de deseo?
Sí, eso. Yo dije que no se venía la refundación: decían que Cabildo venía a terminar con las cooperativas o con el plan Juntos, pero demostramos que no, que la idea es que continúe lo bueno y se mejore lo posible. Hemos mejorado el Plan Juntos, tienen más metraje por vivienda y mejores terminaciones. Y nuestra impronta propia la pusimos en dos programas: Avanzar, para los asentamientos en emergencia, que son 600 a 650...
En junio ya había mencionado esos números, ¿no cambió nada?
Lo que pasa es que es muy lento el proceso. Y hablo de 600 o 650, porque el último censo fue en 2011, nunca te puedo dar un número preciso. Y hay distintas formas de medir. Estamos trabajando en 120 asentamientos; 40 estaban previstos en este quinquenio, 20 que tenían algún tipo de estudio de los propios habitantes quizás, y 60 totalmente nuevos, que estamos recibiendo los perfiles. Nunca se le dio una mirada global a este tema; nosotros vamos a trabajar coordinadamente con las intendencias y alcaldías en los 19 departamentos.
Y el otro programa...
Sueños en Obra. Pero además flexibilizamos las medidas para que las empresas constructoras de otros países puedan trabajar aquí con la reválida del DAT, el Documento de Aptitud Técnica, que convalida los estudios y certificaciones exteriores que aquí se pedían en el CIR. Hemos bajado de los 90 a 55 días promedio el tiempo para que ya estén construyendo con el Estado. Es una política de democratización.
¿No lo hace más riesgoso al bajar la vara?
No, porque son las mismas pruebas, pero te ahorrás
volver a hacerlas, y las certificamos.
Sobre madera
La apuesta por fortalecer la construcción en madera es un foco que se ha propuesto desde el principio de su gestión. Para eso, Moreira señala el trabajo conjunto con “otro brazo ejecutor, que es la Agencia Nacional de Vivienda, para realizar dos edificios de seis pisos: uno en Durazno y otro en Ciudad Vieja de Montevideo”. Y así, también desde la ANV, se le añade el proyecto ya licitado en 2021 para recuperar el esqueleto abandonado en el kilómetro 27,5, sobre la avenida Luis Giannatassio, en Canelones, donde habrá un edificio de 12 pisos en madera. Entre los responsables de ese proyecto está la empresa Arboreal, que en mayo de 2021 anunció la compra del aserradero Frutifor Lumber Company, para producir madera laminada cruzada, el principal recurso para la construcción con este material.
Para habilitar estos edificios, los primeros en altura en Uruguay, se conformó un equipo de trabajo que, según publicó El País, estaba compuesto por gente del MVOT, el Congreso de Intendentes y la Dirección Nacional de Bomberos.
Moreira ratificó a Montevideo Portal la venia del Congreso de Intendentes a cambiar la normativa vigente en materia constructiva. “A partir de este primer paso esperamos que pase rápido por las distintas juntas departamentales y así podemos avanzar. De hecho, en Río Negro tenemos la noticia de que se hará el Hogar Estudiantil también en madera y en altura”, señaló.
Por su parte, Marcia Croci, arquitecta asesora de la ANV y coordinadora de la Hoja de Ruta para al construcción de vivienda social en madera del MVOT, explicó a este medio que la madera es uno de los materiales de mayor uso constructivo en el mundo y que no solo no es peligroso, sino que es más resistente ante el fuego que el hormigón y el hierro.
“Para situaciones de incendio está calculada en la producción de este tipo de madera una sobrecapa para que se la pueda comer el fuego, pero el centro queda más rígido. Los requisitos los definirá la DNB”, explicó.