Los cadáveres de las seis personas halladas muertas en un hotel de lujo de Bangkok el martes tienen restos de cianuro en la sangre, informaron este miércoles las autoridades tras recibir los primeros resultados de las autopsias, mientras que la Policía sostiene que una de las fallecidas envenenó al resto y se suicidó después.

En una rueda de prensa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chulalornkong, las autoridades señalaron que las pruebas revelan que los seis fallecidos perecieron por envenenamiento y el análisis toxicológico de las muestras sanguíneas resultó positivo en cianuro.

Los médicos también analizan si los cadáveres fueron envenenados con otras sustancias, pero habrá que esperar al viernes, cuando se prevé que se conozca el informe completo de los exámenes, al tiempo que señalaron que no detectaron signos de violencia.

Los seis cadáveres, tres hombres y tres mujeres, fueron encontrados el martes por el personal de limpieza en la habitación 502 del lujoso y céntrico hotel Grand Hyatt Erawan, donde había platos de comida intactos y tazas de té vacías.

El doctor Kornkiat Vongpaisarnsin, del Departamento de Medicina Forense de la citada universidad, declaró que labios y las uñas de las víctimas se habían vuelto de color púrpura oscuro, lo que indica falta de oxígeno, mientras que sus órganos internos tenían un rojo intenso, lo que es otro signo de envenenamiento por cianuro.

Previamente, la Policía afirmó que encontraron restos de cianuro en copas y vasos junto a las seis víctimas, cuatro vietnamitas y dos estadounidenses de origen vietnamita.

Según las pesquisas preliminares, los agentes sospechan que una de las personas fallecidas envenenó al resto con cianuro y luego se suicidó con el veneno a causa de problemas financieros.

La principal sospechosa es una estadounidense de origen vietnamita identificada como Chong Sherine, de 56 años, mientras que el resto de los fallecidos tenían entre 55 y 37 años.

Sherine pidió alrededor del mediodía del lunes al servicio de habitación platos de comida y té, que se encargó de preparar ella misma, antes de la llegada del resto de personas, según el relato del personal del hotel recogido por los investigadores.

Los cadáveres fueron encontrados al día siguiente, cuando el personal de limpieza acudió a la habitación, después de que los huéspedes, que habían reservado varias habitaciones, no completaran el registro de salida.

Los agentes creen que las víctimas, que tenían las maletas preparadas para abandonar el hotel, llevaban muertas unas 24 horas, e investigan cómo la principal sospechosa pudo acceder a esta sustancia “altamente mortal” incolora, inodora y sin sabor.

Hay una séptima persona que viajaba con las víctimas —la hermana menor de una de ellas—, pero los investigadores afirman que abandonó el país el pasado 10 de julio.

El primer ministro de Tailandia, Srettha Thavisin, quien anoche acudió en persona al lugar del supuesto crimen, anunció hoy que el FBI de Estados Unidos participará en la investigación del suceso, al haber dos víctimas estadounidenses.

En declaraciones a la prensa, Srettha reiteró que las investigaciones preliminares indican que el móvil del supuesto crimen es un asunto personal, y descartó que sea un caso que ponga en riesgo a la seguridad pública.

El hotel Grand Hyatt Erawan, de cinco estrellas y con más de 300 habitaciones, se encuentra en una popular intersección de Bangkok, junto al famoso altar de Erawan y de centros comerciales como Central World.

EFE