En medio de la crisis que generó la caída de Conexión Ganadera, Grupo Larrarte, y República Ganadera, donde unos 7.000 inversores depositaron gran parte de sus ahorros, sus clientes buscan alternativas para salvar el dinero.
Si bien el director de Conexión Ganadera Pablo Carrasco no brindó datos concretos sobre la situación financiera de la empresa, en una primera instancia trascendió que existe una diferencia de US$ 250 millones entre el pasivo y los activos de la empresa.
En esa búsqueda, el abogado Camilo Silvera —que representa a unos 250 damnificados de negocios de Conexión Ganadera, República Ganadera y Grupo Larrarte— informó al El País que una de las alternativas de sus clientes es pedir un préstamo al Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU).
El pasado 29 de enero, el penalista había dicho a En perspectiva (Radiomundo) que “el Estado debe de hacer mea culpa por omisión en la falta de controles durante mucho tiempo”.
En ese sentido, Silvera planteó que el Estado “sea el socio de estas empresas”, como parte de la solución a la crisis de los fondos ganaderos. Desde esa perspectiva, surge el préstamo del BROU.
“Nosotros partimos de la idea de que acá hay un problema de crisis del Estado, donde planificamos que exista una inyección de capitales, tanto privados como públicos, en el sentido de que exista una línea de crédito para que puedan empezar a contemplar el pasivo existente en la empresa y reorganizarla”, explicó el abogado a Montevideo Portal.
Silvera sostiene que sus clientes piensan en el BROU “como socio” y “beneficiario de las ganancias que puedan llegar a resultar en todos estos años de parte de la empresa”. De ese modo, el abogado desmarcó la idea de que la propuesta sea una “lógica de salvataje, de salvavidas del Estado”, sino de “negocio”.
“El banco se dedica a prestar plata y gana del interés. Si hay intereses, hay ganancia del contribuyente”, indicó el penalista.
La defensa de los inversores en fondos ganaderos afirmó que acercó la alternativa al BROU, que implicaría un nuevo plan de negocios con “garantías sólidas” y un “desplazamiento de las autoridades del directorio” de las empresas constituidas.
También analizan la opción de presentar el nuevo plan ante privados, aunque aún no tuvieron ningún acercamiento.
Silvera destacó que en Uruguay “el negocio ganadero es rentable”. “Lo que no es rentable es que se maneje con personas que cometen delitos en el medio. Entonces, si nosotros pensamos en un plan de reorganización, con personas realmente serias, con seguridad jurídica, con garantías y con un activo que va a empezar de cero porque habría inyección para cubrir el pasivo, es un plan interesante y que cualquier banco podría llegar a explotar o cualquier privado podría llegar a explotar”, aseguró.
De todos modos, el abogado penalista dijo que para llevar a cabo este tipo de acciones lo primero que tiene que suceder es que “la empresa diga la verdad de dónde está la plata”. Según Silvera, una vez que Conexión Ganadera “ponga en la mesa toda la verdad, ahí un privado o el Estado a través de su línea de crédito del BROU preste dinero para empezar desde cero y salir de vuelta con la operativa seria, con un manejo serio de la empresa”.
Para los inversores, que “pusieron los ahorros de su vida”, esta podría ser una “solución rápida y eficiente”. “Conquista a todos los intereses de las partes”, destacó Silvera.
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