El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) actualizó este lunes la situación por las inundaciones que se viven en varios departamentos del país a raíz de las intensas lluvias.
Según el organismo, disminuyó el número de personas desplazadas en Cerro Largo, Treinta y Tres y Tacuarembó, mientras que en Rocha se mantiene la misma cifra. En tanto, en Artigas, Durazno, Paysandú, Salto y Soriano hubo un nuevo aumento.
“De acuerdo al último relevamiento, permanecen 2.845 personas desplazadas de sus viviendas a causa de las inundaciones, distribuidas en nueve departamentos, 590 en calidad de evacuadas y 2.255 en condición de autoevacuadas”, informó el Sinae.
De ese total, 1.173 corresponden a Paysandú; 727, a Durazno; 537, a Salto; 117, a Cerro Largo; 102, a Artigas; 86, a Treinta y Tres; 40, a Rocha; 37, a Soriano; y 26, a Tacuarembó.
Permanecen 538 servicios de energía eléctrica ininterrumpidos a causa de las inundaciones. De ese total, 184 corresponden a Paysandú; 172, a Treinta y Tres; 64, a Salto; 60, a Durazno; 48, a Bella Unión; y 10, a Artigas.
Afectación agropecuaria
En referencia a las afectaciones en la producción agropecuaria, se señala que el acumulado de días con precipitaciones puede generar pérdidas directas (reducción de la cantidad o de la calidad del producto), o indirectas (imposibilidad de cosechar, sembrar u otras tareas de manejo, así como del traslado de la producción a los diferentes mercados de comercialización).
“Dentro de las pérdidas llamadas indirectas están incluidos los cultivos de verano de soja, arroz, maíz y caña de azúcar, que están en zafra de cosecha. En igual sentido, la fruticultura y en particular rubro citrícola se está viendo afectado porque se encuentra en plena zafra de cosecha. Asimismo, podrían verse perjudicados los cultivos de invierno como trigo, cebada y colza, ya que el estado de anegación de los suelos podría retrasar el período de siembra que suele comenzar en estas fechas”, advirtió Sinae.
En esta línea, como ya ha ocurrido en algunos lugares, también pueden existir afectaciones en la ganadería, debido a productores que han perdido animales por las inundaciones o por falta de forraje para alimentación los ha obligado a vender a precios más bajos.