Josué David Pérez Dos Santos cumplía funciones como profesor de piano en la Casa de la Cultura de la localidad de Dolores. En 2019 fue denunciado por los padres de una alumna, una menor de 17 años, por un delito de violación. Tras la denuncia, dejó de concurrir a dar clases y presentó certificaciones médicas.
Según informara el medio local Agesor, el docente “nunca aceptó los aceptó los hechos y trató de estirar el proceso a través de ir cambiando abogados y estrategia de defensa”.
Finalmente, Pérez el 15 de junio fue condenado a 10 años de prisión por los cargos antedichos. Tras conocerse el fallo, la fiscal del caso solicitó que el reo fuera ingresado de inmediato en prisión. Sin embargo, el juez “consideró que debía hacerse ante el Juez de garantías y ello hizo que se demoraran unos días”. Finalmente, cuando se fijó la audiencia con esa finalidad, llevada a cabo el 29 de junio, Pérez Dos Santos -que no tenía medidas cautelares- no concurrió.
A partir de ese momento el sujeto fue declarado en rebeldía se le declaró en rebeldía y se emitió su requisitoria, disponiéndose el cierre de fronteras y la notificación a Interpol.
En las últimas horas, el organismo policial internacional emitió una alerta roja sobre el pianista fugitivo, que tiene orden de detención en todos los países del mundo donde se registre su presencia.
La crónica de Agesor detalla que a lo largo del prolongado proceso judicial se solicitó en más de una ocasión la prisión preventiva del prófugo, algo que no se logró