La noticia sacudió a la comunidad de Gualeguaychú, que desde hace varios meses gestiona el acceso al a la información, a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y de Cancillería. Sin posibilidad aún de conocer de qué se trata el proyecto a encararse sobre el río Negro -afluente del río Uruguay-, la empresa finlandesa anunció la obra.
"Veníamos manteniendo reuniones y habíamos solicitado días atrás un nuevo encuentro con la delegación argentina de la CARU y la Cancillería. También elevamos a la Secretaría de Ambiente de la provincia para que tome rápidamente cartas en el asunto, porque habíamos convenido entre todos que cuando tuviésemos datos algo más certeros de esta confirmación, rápidamente los responsables de nuestro Estado nacional se muevan para poder hacerse de este proyecto, y que como corresponde, pasara por el ámbito de CARU para ser analizado, donde Argentina pueda dar su opinión y veredicto", relató el intendente Martín Piaggio.
En diálogo con Uno, consignó que, ante esta confirmación proveniente desde Montevideo, estas reuniones solicitadas por el gobierno municipal y la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú iban a ser pedidos durante el transcurso de este martes, con carácter de "urgente".
"Habíamos quedado en eso, que se le solicitaba al gobierno uruguayo novedades, y no había aún ingresado por la vía formal en la CARU el proyecto de esta segunda UPM. Entonces solo nos manejábamos con los trascendidos mediáticos y alguna información más, de diferentes resoluciones y decretos que teníamos de Uruguay. Ahora que públicamente se manifiesta que se inicia el proyecto, imaginamos y tenemos muchas expectativas que las autoridades argentinas como corresponde pidan de mínimo intervenir en el análisis del proyecto", remarcó.
Como ocurrió en la demanda histórica contra las papeleras, Gualeguaychú reclama el cumplimiento del Estatuto del Río Uruguay, y también del fallo que dictaminó la Corte de la Haya en 2010 -en el anterior conflicto-, que cualquier procedimiento que tienda a tener algún tipo de impacto sobre el cauce del río Uruguay, debe atravesar el proceso de análisis de la otra parte, del otro país, según informa el medio local Análisis Digital.
"En este caso la segunda UPM va a estar en el río Negro, que es un afluente directo del río Uruguay. Quedó así estipulado, porque así lo dice el Estatuto del Río Uruguay, que fue lo que sistemáticamente violó Botnia y el gobierno uruguayo en el anterior conflicto con UPM 1. Si uno se guía sujeto a ambas cosas, es que esperamos que se curse el proyecto y a su vez cuando esté en el ámbito de la CARU. El gobierno argentino tiene técnica y políticamente una determinada cantidad de tiempo para emitir su veredicto o juicio al respecto, del mismo modo que puede solicitar mayor precisiones o información, entre ellos el estudio de impacto ambiental que tendrá esto en la desembocadura del río Negro en el río Uruguay", reflexionó el intendente entrerriano.
Piaggio insistió en la gravedad de este emprendimiento sobre el cauce de un río "con serios problemas de contaminación", como el río Negro.
"El gran drama, independientemente que es un río interno del Uruguay, es que el río Negro al que desembocarían los efluentes de esta nueva pastera, tiene serios problemas de contaminación y de sobre carga de material orgánico desde hace mucho tiempo, expresado como información pública por parte de la Dirección Nacional de Ambiente de Uruguay", mencionó.