Un informe de la organización TECHO, que hace años trabaja en asentamientos, señala la problemática de la falta de acceso a la alimentación en varios asentamientos de Montevideo, además de la difícil adquisición de productos de limpieza para evitar la propagación de la COVID-19, debido a los problemas económicos.
Para la realización del estudio, TECHO entrevistó a 78 referentes comunitarios de asentamientos de Montevideo. En promedio, viven en los barrios hace 25 años. El sondeo fue realizado entre el 27 de marzo y el 5 de abril, y es similar a otros que ha realizado la organización con anterioridad.
TECHO aclaró que estos 78 asentamientos representan aproximadamente el 23 % de los asentamientos totales de Montevideo. La mayoría corresponden a los municipios A, D y F.
"En relación al tamaño del asentamiento, 38 de los y las 78 referentes indicaron que en los últimos 12 meses ha aumentado el número de familias que se han mudado al asentamiento, tendencia previamente reportada en los informes presentados en 2020", indica el informe. La mayoría de los comentarios al señalar que había aumentado la cantidad de familias iban en el sentido de que, debido a la pandemia, "algunos vinieron a instalarse en casas de familiares en el mismo predio".
En cuanto a la emergencia sanitaria, los referentes barriales señalaron que en general los habitantes tienen conocimiento acerca del plan de vacunación y de las medidas sanitarias para reducir los contagios, pero el principal desafío es el acceso a los elementos necesarios, como tapabocas o alcohol en gel.
Específicamente, algunos referentes señalaron que "pocas familias del asentamiento puede realizar lavado de manos frecuentes" o que "pocas familias pueden comprar insumos de protección personal como tapabocas". "Cerca de la mitad de los/as referentes consideran que pocas familias pueden comprar insumos de limpieza e higiene (como alcohol en gel, detergente e hipoclorito), mientras que 41 de los 78 señalan que ninguna o pocas familias del asentamiento pueden aislarse y realizar una cuarentena en su hogar sin tener contacto con otras personas", añade la publicación.
El informe indica que "permanecer en casa, cumpliendo medidas de aislamiento y distancia social suele ser problemático para familias en situación de emergencia habitacional, habitando en viviendas de alta precariedad constructiva, con altos niveles de hacinamiento, de dimensiones pequeñas y, en ocasiones, con limitado acceso a servicios tales como agua, electricidad y saneamiento".
"Asimismo, la vulnerabilidad económica de muchas de estas familias y su vinculación a trabajos informales conlleva a que se encuentren imposibilitadas de frenar la actividad laboral diaria, más aún en un contexto de reducción de sus ingresos", continúa el informe.
La publicación también aborda el problema de la emergencia alimentaria. En este sentido, se percibe un elevado número de familias que no consiguen garantizar su alimentación diaria y dependen de acciones solidarias.
"En 46 de los 78 asentamientos relevados, se percibe que pocas familias cuentan con los ingresos suficientes para poder realizar tres comidas diarias. Solo en tres de los 78 asentamientos relevados los y las referentes aseguran que todas las familias pueden garantizar a sus integrantes tres comidas al día", detalla el escrito.
En este sentido, "se destaca la importancia de las acciones solidarias como mecanismo para paliar la emergencia alimentaria". En los asentamientos relevados hay 26 ollas populares y 19 merenderos activos. "De estas 45 respuestas solidarias (ollas y merenderos), 42 comenzaron a funcionar entre el año 2020 y 2021 como respuesta a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia por COVID-19".
Consultados acerca de cuáles consideran que son las dos principales necesidades de las familias actualmente, se registraron 140 menciones y el 34 % de ellas apuntaban a la necesidad de alimentos, 19 % a la necesidad de empleo y 18 % a la necesidad de productos de higiene y limpieza.
El informe de TECHO concluye con la afirmación de que el agravamiento de la situación de los asentamientos en el marco de la pandemia "no configura una particularidad uruguaya", sino que diversas publicaciones de otros países también lo señalan.
TECHO afirma que "para paliar esta crisis es necesario que desde el Estado se tomen medidas de largo aliento orientadas a reducir la desigualdad, garantizando el acceso a los derechos sociales, económicos y culturales de todas las personas".
No obstante, en el informe se indica que es "necesario que las estrategias de largo plazo sean complementadas con estrategias de corto plazo que ataquen las principales urgencias de la población más vulnerable, con políticas focalizadas y de carácter territorial".
Entre las recomendaciones específicas de TECHO figura "aumentar el apoyo a las familias" para garantizar la alimentación de todos los miembros del hogar "a través de más y mayores transferencias monetarias"; "aumentar el apoyo a las respuestas solidarias que hoy en día están garantizando la alimentación de un número significativo de personas y específicamente niños, niñas y adolescentes para que no se encuentren en situación de desabastecimiento"; y "proveer mecanismos y herramientas efectivas para limitar las posibilidades de contagio, aumentando la entrega de elementos de protección personal, de cuidados y de limpieza a las familias que no tienen acceso".