La Iglesia Católica se pronunció acerca de la iniciativa de instalar una imagen de la Virgen María en la Rambla del Buceo, y explicó que tuvo como motivación que, desde hace cinco años, un grupo de creyentes se reúne en ese lugar cada cuarto sábado de enero, para rezar "para que en todas las familias uruguayas reine la paz y la armonía".
A través de un comunicado, la Iglesia señala que el pedido no es parte de "una estrategia pensada", y tampoco de "un deseo de apropiarse del espacio", y "lamenta la polémica" desatada. No obstante, defiende "su punto de vista" en tanto "ciudadanos de este país plural y democrático".
Según la nota, "la Virgen María es una persona histórica, madre de Jesús de Nazaret, el hombre que ha marcado la historia de la humanidad tanto que su nacimiento es el punto de partida que usamos para marcar el inicio de nuestra era". En ese sentido, apunta que es "una figura religiosa venerada por la inmensa mayoría de los cristianos". Además, añade que la cultura occidental ha rendido homenaje a María, y cita como ejemplos La Piedad de Miguel Ángel, el Avemaría de Schubert y la catedral de Notre Dame en París.
Además, subraya que varios lugares del Uruguay fueron bautizados en homenaje a María, como Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones, Nuestra Señora de los Remedios de Rocha, Inmaculada Concepción de Minas, y Nuestra Señora de las Mercedes, entre otros.
En el mismo sentido, apunta la devoción mariana de los héroes patrios, de José Artigas a los Treinta y Tres Orientales, y agrega que "estos argumentos históricos solo quieren recordar que la tradición cristiana es parte de lo que somos como nación".
El comunicado sitúa a la Iglesia Católica como "elemento fundante del ser nacional" y critica los intentos sistemáticos de "descristianizar" la sociedad, que tuvieron resultados negativos. "Parte de las polémicas que se suscitan en torno a nuestra laicidad, cuando de Iglesia Católica se trata, tiene que ver, a nuestro modo de entender, con algún reflejo que queda de ese "laicismo combatiente" que se dio en nuestro país hace cien años", expresa.
La Iglesia, dice, no reclama "antiguas hegemonías", pero "ejerce su libertad en la sociedad plural", y sostiene que "poner una imagen de la Virgen María no es apropiarse de ningún espacio, del mismo modo que los monumentos de personas de los diversos partidos, corrientes de pensamiento, tradiciones, que ya existen, no significa que la colectividad perteneciente a este partido o a esta tradición se apropie del lugar".
"El planteo", dice la nota, "constituye una expresión de la libertad y por lo tanto de la verdadera laicidad, que significa también la admisión en la sociedad plural del hecho religioso como un elemento clave de humanidad, que naturalmente se manifiesta", y apunta que, "más allá de lo que determine la Junta Departamental respecto al tema, el hecho en sí de que se pueda debatir libremente sobre esta propuesta u otra, contribuye a la sana convivencia de una sociedad plural y democrática".