Iba a la casa de su novia, recogió a un conocido y este lo ahorcó con una cadena de hierro

El pasado 11 de setiembre informamos sobre el asesinato de un joven de 28 años en Flor de Maroñas. La víctima había salido de trabajar del taller de su padre, pasaron las horas y nunca volvió ni contestó sus mensajes.

Ante esta situación, decidieron hacer la denuncia y, como el auto del joven tenía GPS, lo pudieron rastrear. La policía localizó el vehículo en bulevar Batlle y Ordóñez y Francisco Goyen. Dentro del auto se encontraban dos personas, una de ellas el conocido de la víctima. En el procedimiento allanaron la vivienda de Flor de Maroñas y encontraron el cuerpo del joven, con signos de asfixia.

La policía detuvo a tres personas: a los dos ocupantes del auto y al padre de uno de ellos. Finalmente, la Fiscalía de Flagrancia de 13° Turno, a cargo de Rodrigo Morosoli, imputó a dos hombres por homicidio “muy especialmente agravado” del joven, a quien mataron para robarle el automóvil y comercializarlo.

La Fiscalía publicó el pedido de formalización, donde se dan algunos detalles más sobre el caso. En este sentido, confirmaron la información de que el joven había salido de trabajar del taller de su padre. En el camino, según el fiscal, se encontró con los hoy imputados, uno de ellos “conocido” de la víctima, por lo que accedió a que subieran a su auto.

Aprovechando la ocasión, las dos personas intentaron quitarle el auto y para ello utilizaron una cadena de hierro de 1,30 metros que llevaban consigo. Con este elemento, lo asfixiaron.

Luego de quitarle la vida, ambos imputados se dirigieron al domicilio de uno de ellos y dejaron el cuerpo oculto en una estructura de ladrillos ubicada en el pasillo común que comunica la calle con varios apartamentos.

“Lo descalzaron, envolvieron sus pies con una bolsa negra y envolvieron su cuello con la cadena de hierro empleada para darle muerte. Finalmente, envolvieron el cuerpo con una frazada y encima colocaron sillas, cajas y otros trastos. El calzado de la víctima fue escondido dentro del domicilio, desconociéndose al momento el destino de su billetera y su teléfono celular. Luego se retiraron en el coche rapiñado, el que procuraron negociar rápidamente. Mientras, circularon por la ciudad de Montevideo utilizando el coche”, señala el pedido de formalización.

La familia de la víctima utilizó una aplicación de celular que permitía rastrear al coche y notaron que el vehículo estaba en movimiento, por lo que enviaron a dos amigos de la víctima a buscarlo. Próximo a las 23:30 de ese día lo encontraron y vieron que en el coche viajaban cuatro personas y ninguno era la víctima.

Por esa razón, alertaron a la familia y llamaron a la policía. “Los familiares lograron inmovilizar el vehículo mediante la aplicación mencionada, y cuando la policía arribó al lugar, dos de los varones lograron escapar, deteniéndose en definitiva a los imputados”, señala el documento fiscal, y agrega que el cuerpo fue hallado en la noche del sábado 10 de setiembre en el mismo lugar en el que los imputados lo dejaron.

Dentro de las evidencias que tiene Morosoli para imputar, está la declaración del padre de la víctima, quien aseguró que lo liberó de sus tareas el viernes 9 de setiembre y se fue del lugar con la recaudación del día, aproximadamente 6.000 pesos.

En tanto, la pareja de la víctima declaró que sobre las 18:00 horas había dialogado con él y que habían quedado en que iba a ir a su casa. Ella fue quien constató a través de la aplicación que el auto estaba en movimiento y pidió a una amiga y su esposo que la ayudaran a encontrarlo.

Finalmente, Morosoli también posee las charlas de WhatsApp del teléfono de uno de los detenidos, en el que ofrecían la venta del auto de la víctima e incluso compartía fotos del vehículo.