¿Cómo evalúa la utilidad de los Centros Comunales Zonales (CCZ)?
En el 2007 los 18 CCZ emitieron casi 100.000 trámites, aumentando 25% con relación al inicio de esta gestión. En un quinquenio duplicaron la cantidad de asuntos tratados y trámites resueltos. Sobre la percepción que tiene la gente diría que, en general, es que no dan satisfacción a la mayor parte, o a muy numerosas demandas. En zonas de la ciudad la evaluación de los ciudadanos es buena, y en otras las apreciaciones no tienen que ver con el propio servicio que brinda el CCZ sino con la propia Intendencia (IMM), que está detrás. Y la falta de respuesta no necesariamente corresponde al CCZ sino a toda la cadena municipal.
Pero siendo herramientas importantes en el proyecto de descentralización, correspondía hacer un esfuerzo para potenciarlos y desarrollarlos. Hubo esfuerzos materiales importantes, con luces y sombras, y me quedan muy claros los mensajes de la gente, con evaluaciones muy positivas en algunos CCZ de Montevideo y en otros con preocupaciones que muy frecuentemente guardan relación con la respuesta tardía de la IMM.
¿Y los ajustes de funcionamiento entre los CCZ y la IMM propiamente dicha?
Hubo un refuerzo de personal, y personal joven en particular: los nuevos ingresos fueron una parte muy significativa para los CCZ. En 2005 el promedio de edad en la IMM era de 49 años. Pusimos en marcha un programa de retiro incentivado, y pudimos reclutar un millar de jóvenes funcionarios, de los cuales una muy buena parte fue para reforzar los CCZ. Se mejoró el equipamiento informático y está terminando de implantarse en los CCZ el sistema que llamamos "de mejora de la atención al ciudadano".
En el correr de este año esperamos concretar, o que esté muy avanzado, lo que llamamos "la instalación de las regiones" en que está dividido el Departamento de Descentralización: Este, Oeste y Central, y cada una agrupa a 6 CCZ. Las regiones Este y Oeste se instalarán en el territorio, una en el Prado y la otra por 8 de octubre y Villagrán, ambas con capacidad operativa, por lo que podrán apoyar el trabajo de resolver los temas locales en los CCZ.
Entre la variada problemática que llega a los CCZ, un reclamo muy importante y postergado en Montevideo era la poda, y ahora alcanzamos un promedio de unos 20.000 árboles tratados por año, contra 4.000, 5.000 o 6.000 de antes. En este momento todos los CCZ tienen los planes de poda para 2008, 2009 y 2010.
También tenemos 15 cuadrillas de bacheo móvil, que están interviniendo con mayor regularidad, de las cuales 3 responden a llamadas telefónicas urgentes.
Montevideo contaba con casi el 80% de su alumbrado en buenas condiciones; empezamos a tener problemas con los robos de cable y ahora estamos poniéndonos al día en dejar Montevideo con un 90% de sus luminarias, que es una cifra importante.
¿Podemos aproximarnos al costo anual de funcionamiento de la estructura de los CCZ?
Todo el aparato administrativo de la IMM representa un 17% del presupuesto municipal. Estamos en un 28% en políticas sociales, que incluyen cultura, salud, actividades para infancia, adolescencia, adultos mayores, mujer. Y el resto es todo lo que tiene que ver con obras y servicios, funcionamiento, inversiones y costos de personal vinculados a obras y servicios. El presupuesto 2009 está por los 400 millones de dólares. El presupuesto de gestión del Departamento de Descentralización es del orden del 7% u 8% del total, y se refiere esencialmente a los gastos corrientes y a personal, a lo que se suman los secretarios de Junta, designados por el intendente a partir de propuestas de las Juntas Locales, y actúan de enlace entre estas y el gobierno municipal. Son 18 cargos y tienen un salario que está por debajo de un director de División.
Muchos montevideanos ven y dicen que hay zonas de la ciudad, sobre todo céntricas, que están muy sucias y deterioradas. ¿Qué piensa?
El estado de las veredas de Montevideo es muy malo. Cuando asumimos, entendíamos que antes de atacar el tema veredas debíamos poner en marcha una vigorosa iniciativa para el mantenimiento del arbolado de Montevideo. Tenemos 230.000 árboles que requieren ser podados y tratados, cuyas raíces muchas veces rompen las veredas. Teníamos que ocuparnos del arbolado para poder exigir a los vecinos de Montevideo que se ocupen de las veredas. Una vez que pusimos en marcha el plan poda, largamos el plan veredas. Si se pasea entre Juncal, Ejido, Uruguay y Canelones uno lo verá en marcha: un plan a nivel piloto en ese espacio, y ya está preparada la extensión del plan veredas hacia el resto de la ciudad. Hay una intimación de la IMM a los vecinos para reparar sus veredas; cumplido un plazo que fija la intimación, la IMM repara por sus medios la vereda y pasa la factura en las distintas cuentas que llegan a los usuarios.
En las áreas centrales hay algunos lugares en que las veredas tienen algunas lozas que habían sido mal colocadas en las distintas reparaciones. Yo espero que en el segundo semestre de este año se vea el efecto del plan veredas en forma contundente.
También intervenimos en veredas en muchas zonas de la ciudad que a veces son menos vistas y visitadas, y se regularizaron muchas veredas por distintos mecanismos: en el Cerro, en Sayago, tengo las imágenes de las mujeres de Trabajo por Uruguay haciendo intervenciones de envergadura.
En cuanto a la limpieza, Montevideo se ensucia diariamente por varios factores. Primero, un aumento notable en pocos años de los residuos domiciliarios, en cantidad y en calidad, entre un 30% y un 40% de lo que la IMM recoge. Cuando asumimos, en pocos meses aumentamos de manera muy importante el número de contenedores, cubrimos un 72% aproximadamente del área urbana. Eso trajo aparejado otras cosas, como el aumento de los recicladores: al lado del reciclador tradicional, profesional, empezó a haber más oportunidades de trabajo informal para hurgadores, clasificadores, que llegaron al mercado de trabajo ahora.
El número de veces que un contenedor se abre por día es impresionante: pasa el primer reciclador, llena su carro y atrás pueden pasar varios carros más, personas a pie, en bicicleta, etc.
Esto lleva a una patología particular en el sistema, con todos los residuos esparcidos en torno a los contenedores, pero también en la operación de descarte o clasificación, que se puede hacer en zonas próximas a los domicilios de los recicladores. Eso nos determina un impacto importante en la generación de basurales, para cuya erradicación trabajamos con los vecinos y autoridades locales. Con planes-piloto en Colón, ahora en el CCZ 11, luego será en el 14, trabajamos en lo que llamamos "una batalla de Montevideo por la limpieza", y entendemos que este semestre será clave en ese sentido.
Tenemos otro factor relacionado con aspectos culturales y educativos, donde las normas de convivencia en lo que tiene que ver con la limpieza de la ciudad tienen que ser objeto de un estímulo, cuidado y una promoción permanente: vamos a largar una campaña de comunicación cuando la IMM se vea más plantada firmemente en la calle con el tema de la limpieza.
Y dos componentes más, uno de vandalismo, que se divide en gratuito y no gratuito: este último ya fue objeto de diferentes denuncias policiales.
También se requiere un cambio en la lógica del sistema de gestión de residuos, que implica ahora a esta experiencia piloto que se pondrá en marcha con los contenedores naranjas: estamos esperando medio millar, la compra de una flota de camiones nuevos y la puesta en marcha de las barredoras automáticas que recorrerán las arterias de la ciudad.
Se suma un último componente que es la disposición final de los residuos. Montevideo se había sumado a un proyecto metropolitano liderado por el Mvotma, que no prosperó para este período, con lo cual estamos en víspera de tomar una serie de resoluciones en relación al sistema de disposición final. Montevideo no es una ciudad sucia, sino que se ensucia.
Estamos dando una batalla importante, que sin duda será uno de los elementos centrales en lo que queda de nuestra gestión.
¿Hablamos de una campaña educativa hacia la ciudadanía el año que viene?
No. Tenemos una campaña que tiene que salir pronto a la calle sobre los cambios en el sistema de transporte, que requieren un apoyo muy importante desde la comunicación, para facilitar que los cambios sean aceptados y adoptados por la población. Y con la campaña del transporte avanzada, vamos a largar la campaña de limpieza.
Adeom prepara una tanda de 4.000 juicios vinculada a un reclamo de dos partidas de 1% por mejora de gestión. ¿Cuánto dinero hay en juego?
La única información que tengo es de la prensa, que refiere a dos puntos porcentuales que eran adicionales al convenio cuyo no cumplimiento reactivara el juicio que asumiéramos en los años anteriores, y que no fueron incluidos en el juicio. Más otro componente relacionado con el seguro de salud, que se fue asumiendo totalmente por la administración en este período.
Hubo varios juicios. Uno ante el TCA, que falló a favor de la IMM en lo que era el acto administrativo. El juicio que involucraba a 4.000 trabajadores falló a favor de ellos, asumimos la indemnización para los 8.000 trabajadores, para aquéllos que tenían derecho y se habían jubilado en el período, y para las familias de aquéllos que fallecieron en el período. Terminamos de pagar hasta el último peso en julio de 2007.
¿El reclamo que está haciendo actualmente Adeom no es considerado legítimo por la administración?
La administración entiende que cumplió con las obligaciones emanadas del juicio. Asumimos una recuperación salarial incluida en nuestro presupuesto quinquenal, que tenía en cuenta el 16,5% del nivel salarial. Nos propusimos en el presupuesto quinquenal alcanzar ese 16,5% al final del período, en distintas negociaciones intermedias propusimos adelantarlo, y eso está arriba de la mesa, porque nunca hubo acuerdo con el sindicato, esto fue unilateral. A la fecha alcanzamos el 12% de recuperación sobre la masa salarial total, y distintas propuestas para resolver el conflicto fueron puestas arriba de la mesa en distintas oportunidades. Hubo una propuesta muy importante en noviembre y diciembre pasados, considerada insuficiente, y que significaba contemplar la gran mayoría de los reclamos. Se hizo en base a una ingeniería financiera que no podía ser mantenida más allá de diciembre.
Volvimos a hacer distintas propuestas, la última en un acuerdo con el PIT-CNT, donde llegamos al techo de nuestra capacidad de contemplar reclamos en forma compatible con las responsabilidades que tenemos con la población de Montevideo. La prioridad número uno que tenemos, la señal que recibimos de manera muy fuerte de la población, es asumir las responsabilidades en el cumplimiento de las obras y servicios que la población merece.
Si en los próximos dos años se produce una radicalización de las posiciones y medidas gremiales de Adeom, ¿cómo hace la población de Montevideo para defenderse frente a la acumulación de basura en las esquinas?
No puedo anticipar respuestas frente a distintos escenarios. Comuniqué a la población que el intendente asumirá plenamente la responsabilidad que tiene con las vecinas y vecinos de Montevideo.
Cuando el presidente Tabaré Vázquez fue intendente hubo un aumento salarial considerable para los trabajadores, y durante el mandato del exintendente Mariano Arana se firmó un convenio colectivo, alguna de cuyas consecuencias se arrastra hasta hoy. ¿El Frente Amplio le legó un problema a los montevideanos?
Diría que la crisis que sufrió el país le dejó muchos problemas al país, a los montevideanos y a los uruguayos. Y la herencia de varias décadas de gestión, aplicando ciertos modelos, lineamientos y ciertas propuestas, dejó una pesada carga al país.
¿Cómo hace su administración y las que puedan sucederlo para llegar a contraprestaciones de los trabajadores municipales?
Desde que asumí la gestión recorrí todos los caminos de diálogo y negociación para resolver el conflicto. El intendente mismo se sentaba en la mesa de negociación muy frecuentemente. Negociar con un juicio fallado en contra no es fácil.
Terminamos de pagar en julio de 2007 un juicio que implicó varias decenas de millones de dólares. Lo hicimos en forma responsable, ya que los presupuestos correspondientes a 2007, 2006 y 2005 cerraron equilibrados. No dejamos de cumplir con las obligaciones y responsabilidades, pero fue un período de gestión muy ajustado, muy difícil.
El conflicto desgasta a los funcionarios municipales, a la población, a la institución. Lo teníamos muy claro e hicimos el mayor esfuerzo. Frente a distintos episodios e instancias fracasadas de negociación, entendimos que las energías del intendente y de la Intendencia tenían que estar consagradas a las transformaciones que requiere la ciudad. Trabajamos en eso y es un período bien interesante de concreciones, con una sociedad que tiene una enorme vitalidad.
Seguiremos explorando los caminos de diálogo pero en un escenario diferente. Estamos atentos a la evolución de la situación, y en función de las nuevas situaciones adoptaremos nuevas medidas o recorreremos otros caminos. Pero entendemos que el conflicto, más allá del impacto que tiene en la gestión, no debe frenarnos en el avance de las obras y servicios.
Van 6 años de conflicto. ¿Puede Montevideo llevar 6 años más?
No debería. Una situación así desgasta en primer lugar a los propios trabajadores municipales. El conflicto les pesa de manera muy importante. De ahí los esfuerzos que hicimos para buscar las soluciones.
Entiendo que sobre este tema me comuniqué de forma fluida con la población, la posición actual del intendente los montevideanos la conocen.
A juicio del intendente, ¿qué le falta a su administración?
Fue una constante de la gestión el mencionar la necesidad de aumentar la velocidad del trabajo en todas las áreas. Me parece que lo que están viendo los montevideanos en el correr del 2008, que es lo que anunciábamos en 2007, cuando veíamos que llegábamos al final de una etapa y decíamos que el 2008 sería un punto de inflexión, es que el cambio de velocidad se nota en la calle. Se está concretando desde la reforma del sistema de transporte hasta las grandes intervenciones en espacios públicos, construcción y remodelado de ciudad, y de la propia sociedad. Todo está tomando una particular velocidad, y lo atribuyo a la propia sociedad que está cambiando.
Pero tenemos que seguir acelerando porque es un período de construcción y la sociedad está atravesando un período de carácter fundacional. Entonces como institución tenemos que ser capaces de ir más rápido. Falta seguir acelerando y adaptando la administración municipal a los nuevos tiempos.
Falta profundizar el camino a la descentralización y participación ciudadanas, recorrimos nuevas experiencias con los vecinos, pusimos en marcha nuevas herramientas, y hoy hay que dar nuevos pasos.