Este martes, el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía, dio detalles sobre el crimen de la mujer cuyo cuerpo apareció descuartizado e incinerado en el Cementerio Norte el pasado sábado.
“Todo empieza porque el autor del homicidio [ahora imputado] se conocía con la víctima, va a la casa con la intención de mantener relaciones sexuales, se produce una discusión, no se llega a ese hecho y termina matándola”, dijo D’Elía.
Además, agregó que el cuerpo no fue incinerado en los tubulares del cementerio, donde fue encontrado el cuerpo, “porque no había manchas de humo”.
“Comenzamos a trabajar con las personas que estaban denunciadas como ausentes. Del descarte, llegamos a esta persona que ya hemos ubicado y que, en la situación que está planteada, ubicamos al hijo [de la víctima], que nos dio algunos elementos. Nos dice que esta persona estaba vinculada a alguna boca [de droga]. Tenemos algunos nombres que surgen a partir de esa investigación”, sostuvo el jefe policial.
Luego de ese relato, los efectivos policiales se dirigieron a esa boca de droga y ubicaron el auto de la víctima. Entonces, realizaron dos allanamientos: en el primero, en la boca de droga, ubicada en la calle Guadalupe, los efectivos detuvieron a dos personas, una de ellas con tobillera, por lo que “se siguió el rastro”, indicó D’Elía. El otro se llevó a cabo en ruta 34 (Canelones) y se “ubicó droga y el perro de la víctima”.
Con esos avances, se comenzó a investigar a partir de la tobillera electrónica que uno de los detenidos presentaba. Según D’Elía, él es quien asesinó a la mujer.
“Así llegamos al lugar donde se produce la incineración del cuerpo, en la Rambla Costanera del Arroyo Miguelete y Nilda Müller”, límite del barrio Lavalleja Sur.
Las pericias policiales hallaron muestras de ADN de una de las personas detenidas en ese lugar, así como en el tubular del Cementerio del Norte y en la vivienda allanada.