Bélgica investigará el papel que jugó la empresa pública estatal de trenes en el transporte de más de 25.000 judíos deportados desde el país, entonces ocupado por Alemania, al campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

Según informa el periódico belga Le Soir, el estudio se realizará por encargo del Senado, que este jueves pidió un análisis profundo de los hechos al Centro de Estudios de Guerra y Sociedad (CegeSoma), un organismo historiográfico creado para investigar los efectos de la Segunda Guerra Mundial en Bélgica.

En 2007, este mismo ente público ya concluyó que una parte de las autoridades belgas del momento colaboraron activamente con los nazis en la persecución de los judíos y, ahora, deberá esclarecer el rol de la empresa estatal de trenes, la SNCB (Sociedad Nacional de los Ferrocarriles Belgas), en su deportación hacia Auschwitz.

El periódico Le Soir explica que, durante la ocupación alemana, se organizaron hasta 28 convoyes de trenes con destino al campo de exterminio desde la ciudad belga de Malinas, al norte del país, y que transportaron un total de 25.257 judíos y 351 gitanos, de los cuales tan solo sobrevivieron un 5%, según revela el rotativo.

Hoy en día, siguen faltando documentos y archivos de la época para esclarecer si estos convoyes de trenes se llevaron a cabo con personal y equipos belgas aunque, lo que sí que está más claro, es que las deportaciones se planificaron por orden de las autoridades de transporte alemanas, vinculadas entonces al ejército nazi.

Así lo señala el director del CegeSoma, el historiador Nico Wouters, que ahora encabeza el organismo encargado de realizar la investigación sobre el tema, quien admitió que se trata de una tarea "desafiante" debido a, precisamente, la escasez de pruebas.

"Hay una verdadera incógnita. Muchos de los archivos pueden haber desaparecido o estar fragmentados. Por primera vez, un investigador podrá disponer de varios meses para profundizar más", subrayó el historiador.

El estudio se alargará hasta 2023 y, a petición de Wouters, también servirá para indagar sobre los presos políticos belgas que fueron transportados al Este por los nazis aunque, insistió, "la idea de esto no es minimizar el destino reservado a las víctimas judías", si no dar "una oportunidad de cruzar información" con el objetivo de encontrar, así, el máximo de archivos posibles.

EFE