Hija de víctima de feminicidio lamentó que se acuse a su madre por no aceptar custodia

El domingo, numerosos artiguenses se concentraron en la capital departamental en repudio por el asesinato de Mariza Severo, una mujer de 42 años que fue ultimada de más de 40 puñaladas por su ex pareja, un hombre de 52.

Tras cometer el crimen, el asesino intentó fugarse al Brasil, algo que estuvo cerca de lograr, siendo detenido en el departamento de Artigas, cerca de la frontera.

Tal como informáramos con anterioridad, en junio pasado Mariza había denunciado a su ex compañero por amenazas. En aquella ocasión se la había ofrecido custodia policial, algo que ella rechazó. Durante la concentración del domingo, Gabriela Paz, una de las hijas de ambos, dijo al noticiero Telemundo que la imagen de su fallecida madre "estaba manchada" por todos aquellos que critican su decisión de rechazar la custodia policial.

La joven argumentó que ni su madre "ni nadie" esperaban que su padre hiciera algo como lo que hizo, y aseguró que "la custodia debe ser para el asesino, no para la víctima".

"Mi madre quería ser feliz, ser libre", algo que no podía vivirse bajo custodia. Según Gabriela, su madre había estado muy cerca de otra mujer víctima de amenazas y "sabía muy bien lo que esa vida de custodias, de tobilleras", y no la quería para sí.

En cuanto a su progenitor, ya preso, consideró que "nunca fue marido ni padre" sino "un ser que estaba ahí, que no ayudaba".

La agresión se produjo luego de que él solicitara a Mariza juntarse para conversar. La mujer pasó a buscarlo en su auto por el centro de la ciudad y luego ambos se dirigieron hacia el barrio San Miguel de la capital artiguense, donde el residía. Durante el trayecto ambos discutieron y bajaron del automóvil, momento en que él la agredió sañudamente con un arma blanca, causándole la muerte.