La joven residía en el barrio Godoy de la ciudad de Tacuarembó. Según relatara su madre en diálogo con el noticiero Telenoche, su última comunicación había sido en la madrugada del 30 al 31 de agosto, cuando ella le mandó por WhatsApp un video de contenido religioso.

La mujer detalló que su hija desapareció sin dejar rastro y sin llevarse nada. Su celular estaba enchufado en su dormitorio y todos sus pares de zapatos en su sitio. Asimismo, aseguró que "siempre que sale, pide permiso".

La policía dispuso entonces una búsqueda en la zona en procura de pistas sobre el paradero de la adolescente, una investigación que finalmente permitió hallar su cadáver.

Según informara la emisora olimareña FM Conquistador, un familiar directo de la joven fue detenido y puesto a disposición de Fiscalía.

Posteriromentel la reportera local Jimena Crujeira relató a Subrayado que el hombre ahora detenido había despertado sospechas luego de intentar suicidarse con medicamentos de uso veterinario, Interrogado, acabó por confesar el crimen.

Fuentes cercanas al caso detallaron a Montevideo Portal que el cuerpo de la menor estaba a unos 200 metros de su domicilio.