Las primeras lamparitas eléctricas que se encendieron en el Uruguay lo hicieron en agosto de 1883 dentro de las instalaciones de la Liebig Extract of Meat Company (LEMCO), denominada más tarde como Frigorífico Anglo de Fray Bentos.
La energía eléctrica era generada por la propia planta industrial, que al cabo de un tiempo abastecería también al llamado Barrio Anglo, surgido en los alrededores como lugar de habitación de los trabajadores y sus familias.
El pasado jueves, y luego de varios meses de organización, se cumplió el acto aniversario de lo que fue un verdadero adelanto tecnológico para la época: la luz eléctrica se encendió en Fray Bentos dos años antes que en Montevideo, y apenas dos más tarde de que el servicio comenzara a iluminar a la “ciudad luz” de París.
La ceremonia, desarrollada en el antiguo frigorífico, hoy Museo de la Revolución Industrial, contó con la presencia de destacadas autoridades, entre ellas, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira; el Intendente de Río Negro, Omar Lafluf, y el subsecretario de Industria, Energía y Minería, Walter Verri, según informa la Intendencia de Río Negro.
En los últimos días, y en previsión del mencionado aniversario, el edificio que albergara la cámara fría del complejo vio remozadas las icónicas letras pintadas en su fachada, que llevaban unas siete décadas sin repintarse y estaban casi desvanecidas.
Durante la ceremonia se procedió al encendido de una lámpara volumétrica, que emula aquella que, hace 140 años, constituyó parte de la historia de Fray Bentos y el país todo.
También se presentó un sello postal lanzado en conmemoración del hecho.