Noelia Gómez, exniñera del hijo del expresidente argentino Alberto Fernández (2019-2023) y Fabiola Yañez, declaró este martes que no vio violencia entre ambos. Por otro lado, dijo que una grabación del exmandatario usada como prueba pudo haber sido fabricada por inteligencia artificial.
“Violencia nunca vi, pero sí alguna que otra vez alguna discusión típica de pareja”, afirmó Gómez, quien trabajó en la residencia presidencial entre mayo de 2022 y agosto de 2023.
La exniñera hizo esta declaración ante el fiscal Ramiro González y los abogados de las partes, según informaron a EFE fuentes judiciales.
Tras escuchar durante la audiencia un audio con la voz de Alberto Fernández, Gómez dijo: “esta discusión no es normal”. Añadió que nunca había visto a la entonces pareja “en una situación así”.
“La inteligencia artificial es enorme, te podría decir que es la voz de Alberto, pero no lo puedo asegurar. No presencié nunca un tipo de discusión como la del audio. Nunca vi a Alberto tratar a nadie así. La opinión del audio es muy personal, me parece que es armado de una inteligencia artificial. No soy perito”, añadió la testigo propuesta por la defensa de Fernández.
Gómez contó que sí presenció una discusión telefónica entre ambos el 30 de agosto de 2023 y que al día siguiente le comentó a Yañez que ella “no estaba interesada” en quedar en medio de esas situaciones. Eso —añadió— llevó a la entonces primera dama a considerar que había renunciado.
Tras la denuncia por violencia machista, la defensa de Fernández dejó trascender un supuesto alcoholismo de Yáñez y que los moretones que aparecen en las fotos de la ex primera dama filtradas a la prensa responden a tratamientos estéticos.
La declaración de Gómez es la novena presencial de una serie de testigos, que se suman a la de la propia Yáñez, hecha de forma virtual desde el Consulado de Argentina en Madrid.
La ex primera dama entregó la semana pasada a la Justicia argentina transcripciones certificadas de algunos mensajes de su teléfono móvil con información relacionada con la denuncia y, en algunos de ellos, acusaba a Fernández de haberla golpeado.
Yáñez, de 43 años, denunció al expresidente, de 65, después de que la Justicia argentina, en una investigación a Fernández por supuesto tráfico de influencias, hallara en el celular de la secretaria del exjefe de Estado conversaciones e imágenes que podrían indicar la comisión del delito de “lesiones leves en contexto de violencia de género”.
Tras la denuncia, el fiscal imputó a Fernández por lesiones graves doblemente agravadas a causa del vínculo y por producirse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas en perjuicio de Yáñez.
EFE