Baja del auto sonriendo, flanqueado por el diputado Conrado Rodríguez, y se dirige al local donde en unas horas dará un discurso de campaña.
Antes, frena y se dirige a la casa vecina; saluda al dueño, se presenta y se pone a hablar con él. A los cinco minutos se dirige hacia Silvia, propietaria de la cantina La Piraña, y las otras cuarenta personas, entre militantes y vecinos, que lo están esperando en la calle Mario Arregui, a metros de donde se convierte en camino Melilla. Es jueves 18 de enero, son las siete de la tarde.
“Hola, soy Gabriel Gurméndez”, le dirá, un rato más tarde, a una señora, ya en plena caminata. “Ah, el de Antel”, le responderá ella, sonriendo al igual que él. Al continuar la recorrida lo aguardan un par de interacciones similares a su saludo.
A diferencia de los sacos oscuros y camisas blancas con los que se lo suele ver, ahora acompaña los usuales pantalones claros con una camisa verde sport, casi idéntica a la que usó una semana atrás, cuando recorrió el barrio Nuevo Amanecer y Cerro Norte.
Después de saludar a todos los que lo reciben frente a La Piraña, junto a Rodríguez y al edil Matías Barreto, hablan en ronda con Silvia y Walter, otro vecino, sobre los problemas del barrio. Al rato invita: “Bueno, ¿vamos a recorrer? Yo lo sigo al guía”. Señala a Heber Scarone, del grupo Horizonte Batllista, uno de los organizadores de la cita, que hace 12 años viene al barrio, cuentan tanto él como Walter.
Un 151 llega a destino en el momento que él y quienes lo acompañan ingresan por la calle 1 de Verdisol. Entra a un almacén, se presenta y habla con quien atiende el negocio. Luego repite el procedimiento en la pizzería de al lado, después de saludar a cada uno de los tres hombres que están en la puerta. Al pasar por el autoservice El Tito, bromea con una de las integrantes de su comitiva. “Pensé que decía El Lito”, dice, en referencia a Isaac Alfie, exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, que ahora asesora en materia económica al presidente de Antel devenido en precandidato colorado.
A Verdisol no llegó la fibra óptica. De eso se ponen a hablar Silvia y el expresidente de la empresa estatal de telecomunicaciones cuando caminan entre los bloques del complejo; ella señala, entre otros problemas, que al momento de hacer los trámites necesarios varios vecinos figuran como “prominentes compradores” de las viviendas donde viven hace años.
“Es muy complicada la situación del barrio por los problemas de regularización”, comenta Gurméndez a Montevideo Portal. Verdisol es la historia de un complejo de viviendas de 18 bloques que, a poco de terminarse, fue ocupado. También es la historia del asentamiento que se fue formando alrededor del diagrama de edificios.
“Yo vine acá en el año 80, cuando recién estaba empezando. Me acuerdo de la firma: Cobluma”, le recordó el precandidato del Partido Colorado a un vecino, unos pasos antes, mientras señalaba uno de los edificios de cuatro pisos. Cobluma S.A. fue la desarrolladora de la construcción cuyos derechos posesorios continúan reclamando hoy los vecinos, tras vivir en ella hace más de treinta años.
Además del tema de la regularización, el exjerarca de Antel explica que hay otro problema por el cual Verdisol es “de los pocos puntos” de Montevideo “donde no se pudo” poner fibra óptica: “Es un tema de la imposibilidad de encontrar áreas por donde vos puedas hacer los trazados de la línea”.
La “solución especial” que se requiere, comenta, implica usar “tecnología inalámbrica”, aprovechando las posibilidades que brinda 2024. “Ahora puede ser más poderoso, antes [la conexión inalámbrica] era con tecnología móvil normal, que no está pensada para tener tanta concentración. En la pandemia ese fue el problema en los barrios periféricos de Montevideo; se sobrecargaron tremendamente esas redes en el peor momento, porque todo el mundo se quería conectar y no se había pensado un sistema para eso”, señala Gurméndez.
En Nuevo Amanecer y Cerro Norte, donde fue el lunes de la semana anterior, sí llegó la fibra óptica, comenta Gurméndez, que cita también los ejemplos del Borro, Casavalle y otros barrios de Montevideo. “Por suerte se superó, tenemos contados lugares donde quedó algún cable de cobre, pero muy pocos”, agrega.
La conectividad es un problema que influye, según señala, en otra de las inquietudes que le plantearon vecinos: el acceso a la documentación.
Noemí, en una de las últimas casas visitadas, a unas cuadras del punto de inicio, fue la que le comentó que había muchos habitantes del barrio que “ni siquiera” tenían credencial cívica. A la charla se sumaron, a pedido del diputado Rodríguez, dos funcionarios de la Corte Electoral que acompañaban la delegación colorada. Gurméndez escuchó mientras la conversación versaba sobre el acceso al documento que habilita al sufragio y la posibilidad de llevar oficinas móviles de la Corte al barrio.
Varios minutos después, en su discurso de cierre, el precandidato diría: “Hoy conversábamos con una vecina que nos decía que acá había gente que vivía, como Daniel que hace 35 años que está en el barrio, sin credencial cívica. O sea, no son personas que no es que no les interese la política; ni siquiera, aunque les vengan a ofrecer un sueño, pueden ir a votar. Esa democracia plena que es el Uruguay, tiene una cantidad de gente que ni siquiera tiene la posibilidad de ir y votar. Uruguay no puede tener esa desigualdad; tenemos que actuar para igualar para arriba”.
En otra de las casas, ya donde la calle 4 deja de ser “municipal” y asfaltada, y pasa a ser de tierra, Gurméndez pide para entrar al patio y saludar a la dueña, que después iría a la cantina La Piraña a escucharlo. Rodríguez le pregunta si, por la condición de la calle, cuando llueve su casa “se inunda”. Ella le cuenta que no, pero señala a un charco verde, contaminado, y cuenta que cada tanto su hijo, de 19 años, operado del corazón y con necesidad de someterse a diálisis, “se agarra alguna peste”, por las condiciones del lugar.
Barreto, el edil, saca su tarjeta, señala su número, se pone a su disposición y le explica cómo presentar una moción ante la Intendencia de Montevideo.
Si en el Cerro la protagonista fue la inseguridad, en Verdisol la mayor cantidad de las inquietudes planteadas fueron “temas municipales”, como señalaron en el equipo político de Gurméndez. El estado de las calles, los servicios, la regularización de los asentamientos de Verdisol y Nuevo Verdisol.
Fue Gurméndez el que trajo el tema seguridad en su discurso, enfocándose en los hurtos y en el narcotráfico: “El que roba la moto, roba para gozar de la moto. El que vende droga, lo hace porque detrás de eso está la guita. Matan a nuestros hijos, afectan a nuestras familias, por plata. […] Los señores que están detrás de este negocio, no roban para tener una moto, lo hacen para tener una mansión, una Maserati, una vida de lujos”.
Gurméndez está a favor del proyecto de ley interpretativa que avala los allanamientos nocturnos. Tanto él como Jorge Barrera, su asesor en materia de seguridad y convivencia social —que brindó un discurso en su visita al Cerro—, están de acuerdo con que “el hogar es un sagrado inviolable”, como establece la Constitución. “Lo que no es inviolable es una boca de venta de drogas que se aprovecha del amparo y abuso de una norma para llevar adelante una actividad ilegal”, señaló el precandidato en conversación con Montevideo Portal.
Gurméndez y Barrera se conocieron gracias a la Lista 15, en los años ochenta, cuando el primero comenzaba sus pasos como dirigente y el segundo, en la adolescencia, iba a la casa de Jorge Batlle junto a otros jóvenes seguidores del entonces líder colorado. El abogado penalista fue diputado por esa lista entre 2000 y 2005; luego no tuvo más participaciones político-partidarias.
“Tampoco aspiro a tenerlas, desde el punto de vista de cargos electivos, mi actividad está basada en mi labor profesional y en mi vida académica; dentro de eso Gabriel me pidió asesorarlo”, recalcó Barrera a Montevideo Portal, días después de recorrer Nuevo Amanecer y Cerro Norte, anotando las preocupaciones de vecinos en materia de seguridad.
El quincismo y su fallecido líder, Jorge Batlle, también tuvieron su momento de presencia en la recorrida por Verdisol. Gurméndez, precandidato respaldado por la histórica lista que lo vio nacer en la política, busca mostrar que ese sector es uno de varios que lo comenzaron a apoyar, como sucedió con Renovación y Cambio (el sector liderado por Rodríguez, diputado con origen en el sanguinettismo), Ciudadanos Montevideo (ahora llamado Acción y Propuestas) y Ciudadanos Maldonado, escindido esta semana del sector nacional que respalda a Robert Silva.
Es por eso que en las próximas semanas anunciará nombre e imagen institucional de un nuevo sector que aglutina a los dirigentes y grupos que lo apoyan. Gurméndez busca mostrar que tiene respaldos fuera de la lista que lidera hoy el senador Raúl Batlle, pero simultáneamente se afianza en su pasado junto al último presidente colorado.
“No es porque haya fallecido, pero Jorge Batlle era una muy buena persona”. El que lo menciona es el dueño de la Provisión Juan, que luego le mostraría orgulloso a Gurméndez un cuadro con los primeros fundadores de Montevideo pintado por su padre, para bromear sobre el festejo de los 300 años de la ciudad, que para el colorado “son 298”.
Gurméndez agradece el recuerdo al expresidente y cuenta la anécdota de la última vez que lo vio, tres semanas antes de su fallecimiento, en el Hipódromo de Maroñas. Batlle era un famoso entusiasta de la hípica y por aquel entonces, en 2016, Gurméndez era el director ejecutivo de la empresa concesionaria del hipódromo. “Le gustaba más eso que lo otro”, le dice el precandidato a Juan, hablando de la política y los caballos, las dos pasiones de Batlle.
“La última vez que estuve con Jorge se había operado de la válvula [aórtica] del corazón. Fue a Maroñas, y ahí hay un edificio muy alto, donde los jueces miran la pista [el comisariato]. El tipo subió la escalera esa que es muy alta, como de tres pisos, al galope y me paró ahí y me dice: ‘¿Viste cómo subí la escalera? Estoy hecho un rifle; me acabo de operar y ahora que tengo esto [el implante], voy a salir a dar vuelta por todo el Uruguay, para cambiar la mentalidad de la gente en este país y cambiar este país’. A las tres semanas le pasó lo que le pasó, esa fue mi última imagen de Jorge”, narró el precandidato.
“Vamos a honrarlo”, sentencia Gurméndez, hablando de su mentor.