La sociedad guatemalteca votaba en calma este domingo para elegir un nuevo presidente tras una campaña marcada por intentos de marginar al candidato Bernardo Arévalo de León, el inesperado favorito que lidera una cruzada contra la corrupción, nacido en Uruguay.
Los casi 3.500 centros de sufragio funcionaban con normalidad hacia el mediodía, sin que se reportara ningún incidente, según la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Hijo de un mandatario que dejó huella, el socialdemócrata Arévalo genera esperanzas de cambio en un país sumido en la pobreza, la violencia y la corrupción, que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar.
Pero es visto con aprensión por la élite política y empresarial que dirige el país, acusada de corrupción.
Su rival es la ex primera dama Sandra Torres, también socialdemócrata, quien en su tercer balotaje cuenta con el apoyo silencioso del presidente Alejandro Giammattei y de la poderosa élite empresarial aliada del gobierno.
“Estamos seguros que el que va a ganar es el pueblo de Guatemala”, dijo Arévalo tras votar en un colegio de la capital.
Torres no hizo declaraciones al sufragar. Este fin de semana puso en duda el proceso de conteo de votos: pidió a la justicia que garantice la “transparencia” del balotaje y denunció supuestas “acciones intrusivas” y “racistas” de observadores de la Unión Europea.
La Corte Suprema acogió su pedido y ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que “tome las medidas para garantizar (el correcto) ingreso de datos al sistema informático” y permita a los fiscales de cada partido tomar fotos de las actas de las mesas de sufragio.
La candidata es apoyada por varios partidos, pastores evangélicos y la fiscalía, que ha tratado de ilegalizar al partido Semilla de Arévalo para marginarlo de la contienda presidencial.
“Las fuerzas tradicionales han apostado por Torres, pues Arévalo es visto como un riesgo a la continuidad del sistema”, dijo a la AFP el analista Bernardo Matute, director del centro Gobernálisis.
Un sondeo otorgaba el miércoles 50% de las intenciones de voto a Arévalo y 32% a Torres.
“Transparente y pacífico”
La Corte Suprema anuló definitivamente el viernes la orden de un juez de inhabilitar a Semilla.
Pero la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su “preocupación” por los planes de la fiscalía de detener a dirigentes de Semilla tras el balotaje.
Por su parte, Estados Unidos dijo esperar que el balotaje sea “libre, justo, transparente y pacífico”.
“La mayoría, creería que el 80%, tiene claro por quién votar para que la corrupción se acabe”, indicó Luisa González, ama de casa de 46 años, al votar en una escuela.
Efraín Boch, camionero de 47 años del poblado indígena de San Juan Sacatepéquez, pidió que el nuevo presidente “ataque la corrupción, que nos está afectando”.
“Nueva oportunidad”
Sociólogo de 64 años, Arévalo es hijo del primer presidente elegido democráticamente en Guatemala, Juan José Arévalo (1945-1951), y promete seguir la senda de su padre con una fuerte agenda social y de cambio.
Además de la cruzada contra Semilla, la fiscalía lleva adelante desde hace un par de años una campaña contra periodistas y funcionarios judiciales que combatieron la corrupción, y ha encarcelado o empujado al exilio a una treintena de ellos.
“Pese a la fragilidad de su Estado y su debilidad gubernamental, Guatemala puede abrir una nueva oportunidad democrática con transparencia e inclusión, sin discriminación, superando el discurso del odio”, dijo a la AFP el rector de la Universidad para la Paz de Costa Rica, Francisco Rojas.
Analistas señalan que Guatemala vive un retroceso hacia el autoritarismo como reacción del establishment a la Cicig, un ente creado por la ONU que investigó la corrupción gubernamental entre 2007 y 2019.
En 2019 el entonces presidente Jimmy Morales cerró la Cicig y Giammattei no quiso resucitarla.
“En Guatemala se desestabiliza la democracia desde instituciones carcomidas por la corrupción”, expresó Rojas.
“Una Venezuela”
Arévalo y Torres descartaron legalizar los matrimonios igualitarios o el aborto, que solo está permitido si hay riesgo para la madre.
Sin embargo, la ex primera dama de 67 años asevera que su rival es ateo -aunque es católico como ella-, que quiere legalizar el aborto, las uniones entre personas del mismo sexo y las drogas. También llamó “huecos” (homosexuales) a los seguidores de Semilla.
Asegura que Arévalo planea hacer expropiaciones y que convertirá a Guatemala “en una Venezuela y en una Cuba”.
Arévalo la presentó como “la candidata de la mentira y la desinformación”.
Unos 9,4 millones de guatemaltecos están habilitados para elegir al sucesor de Giammattei, quien debe entregar el mando el 14 de enero de 2024.
Los casi 3.500 centros de sufragio cerrarán a las 18:00 horas y los primeros escrutinios oficiales se conocerán unas tres horas después.
AFP / Edgar Calderon / Francisco Jara