La carta de Fernández Huidobro, publicada el sábado por Montevideo Portal, no es la única que llegó a la sede del juzgado de Paso de los Toros; el Comandante en Jefe del Ejército, Pedro Aguerre también ratificó lo planteado en el informe entregado a Presidencia de la República en 2007, al igual que lo hiciera el ex comandante en Jefe Ángel Bertolotti, en sus declaraciones.
La misiva de Pedro Aguerre está firmada el 25 de junio de 2012 y responde a una solicitud de la sede judicial en la que se le pregunta quién pidió la captura de Gomensoro, quien inventó la fuga del militante, quién admitió su muerte y a quién fue entregado su cuerpo.
Aguerre, en su respuesta, no aporta más que los datos entregados en la investigación realizada a partir de 2005 y publicada en 2007, dando cuenta que Gomensoro murió a las pocas horas de ser detenido en Artillería 1, conocido como el cuartel de La Paloma, y todas las instancias vinculadas al caso se dan desde ese cuartel, lo que podría quitar responsabilidad al militar Juan Carlos Gómez, quien era oficial en la región donde apareció el cuerpo, en el lago Rincón del Bonete.
El titular de Defensa respondió por escrito a la jueza a Lilián Elhorriburu, el pasado 19 de julio, expresándole su convicción de que la muerte de Roberto Gomensoro ocurrió en el cuartel de artillería nº1, en el Cerro y no en Paso de los Toros, tal como declaró el testigo Mario Blanco, otro ex integrante del MLN.
Roberto Gomensoro pertenecía a la Columna 70 del MLN-T. Fue detenido en su casa de Malvin el 12 de marzo de 1973 y fue trasladado al cuartel de Artillería Nº1, en el cerro, conocido como el cuartel de La Paloma.
Sus captores inventaron una fuga y libraron una orden de captura nacional e internacional. Su cuerpo apareció en la zona de Rincón del Bonete, en Tacuarembó el 18 de marzo de ese mismo año, cubierto con una malla de alambres y piedras que no lograron hacer el peso suficiente para hundir el cuerpo.
Todos los testimonios apuntaban a que Gomensoro fue asesinado en torturas en el cuartel de La Paloma y su cuerpo trasladado a Paso de los Toros y tirado al Lago de Rincón del Bonete, pero en noviembre de 2009 apareció el testigo Mario Blanco, ex miembro del MLN, quien dijo haber estado preso junto a Gomensoro en Paso de los Toros y haber sido testigo de su tortura y castración, involucrando a Juan Carlos Gómez, quien era Oficial del Estado Mayor de la Región que incluía a Paso de los Toros.
En agosto de 2010, la jueza de Paso de los Toros Lilián Elhorriburu procesó con prisión a Juan Carlos Gómez en calidad de autor y a José Nino Gavazzo en calidad de coautor del asesinato de Roberto Gomensoro, a pedido de la fiscal Angelita Romano.
”Tengo la convicción personal por motivo de información que me llegó durante la prisión y luego de mi liberación que Roberto Gomensoro fue asesinado en el Grupo de Artillería Nº1 en 1973”, comienza la misiva escrita por Fernández Huidobro, con fecha del 19 de julio pasado.
“Hacia febrero de 1973 empezó a operarse un cambio en los métodos de lucha antisubversiva, centralizando y profesionalizando la represión alrededor del Servicio de Información de Defensa (SID) La muerte de Roberto Gomensoro se da en medio de ese cambio y su repercusión dentro del Grupo de Artillería Nº1. Su cadáver fue trasladado a Paso de los Toros y se pretendió desaparecerlo, al poco tiempo el cuerpo apareció, pasó muchos años como NN hasta que hace unos años salió a luz la verdad sobre su identidad”, señala la carta.
Fernández Huidobro señala también que el pedido de captura no surgió de una unidad militar, sino del SID: “Ninguna Unidad Militar requirió su captura, ni emitió comunicados al respecto. El Servicio de Información de Defensa fue quien comandó esta operación. Los comunicados, requisitorias e informes de una falsa fuga fueron emitidos por las Fuerzas Conjuntas coordinadas por el Servicio de Información de Defensa dependiente del Ministerio de Defensa Nacional. Esto es muy importante: hoy mismo la DINACIE depende directamente del Ministerio de Defensa, así como Sanidad Militar y otras dependencias”.
El ex integrante del MLN, hace referencia a “una infinidad de relatos escritos y orales de prisioneros y oficiales del Grupo de Artillería nº1 que confirmarían la muerte de Gomensoro allí”.
Además, Fernández Huidobro menciona el libro de Leonardo Haberkorn, Milicos y Tupas en el que el contador Carlos Koncke cuenta que él le preguntó a uno de los militares qué había pasado y este le respondió: “A Gavazzo se le murió un chico, Se le pasó de tiempo en el tacho”.
”Hay que investigar las responsabilidades del entonces ministro de Defensa, Jefe del SID, Jefe y Segundo Jefe de Artillería nº1 y oficiales que operaban dentro y fuera de la Unidad. Analizar aquella transición en las formas de represión, que con Roberto Gomensoro cambia la metodología al decidirse no entregar los restos a los familiares, como sucedió con otros muertos en la tortura puede ayudar a esclarecer otros casos de detenidos desaparecidos posteriormente”, agrega la carta señalando también el hecho de que las investigaciones de la Comisión para la Paz y las investigaciones elevadas al ex presidente Vázquez en 2005 confirmar la versión que Fernández Huidobro escuchó “durante tantos años”.
“Temo que esté pagando con cárcel un oficial que nada tuvo que ver en este caso”, señala en referencia a Juan Gómez “y se esté encubriendo a los verdaderos culpables. Cortando, además, la línea de investigación”, concluye la misiva enviada al juzgado de Paso de los Toros.
Al ser consultados por el tema, fuentes del Ministerio de Defensa señalaron a Montevideo Portal que no se realizarán declaraciones públicas sobre este asunto.
Otros elementos contradictorios con los del testigo
Otros elementos que contradicen los dichos de Blanco, son las autopsias realizadas por los médicos forenses Emilio Laca y Guido Berro. El primero en ningún momento menciona la castración, mientras que Berro, a partir de muestras fotográficas asegura que el militante no fue castrado.
También las declaraciones del militante de izquierda Luis Otormin, que estaba preso en Rivera junto a Blanco y otros militantes tupamaros. Otormin declaró ante el Tribunal de Apelaciones que estuvo detenido en Rivera en marzo de 1973 y que luego todos fueron trasladados a Salto, en la semana de turismo, sin que nunca Blanco le comentara nada de un traslado a Paso de los Toros, ni de la herida en la rodilla, que Blanco declaró haber sufrido por un golpe recibido “con la bayoneta que lo había castrado a Gomensoro”.
En sus declaraciones ante el Tribunal Otormin agregó que no puede saber si en una noche Blanco hubiese sido llevado a esa localidad de Tacuarembó, pero agregó que nunca lo vio renguear o quejarse por la herida.
Mario Blanco también señala que Gomensoro era rubio, pero el militante de la columna 70 era morocho y así lo determina los resultados de la autopsia realizada cuando fue encontrado el cuerpo.
Al ser consultado sobre este punto, el Cnel (r) Luis Agosto-uno de los militares de La Paloma- prefirió no realizar declaraciones sobre el caso. Otras fuentes de ese cuartel, dijeron a Montevideo Portal que en su momento le confirmaron que había muerto un chico en tortura, pero que nunca supo su nombre, agregando que seguramente era alguien que recién llegaba a La Paloma.
“No fue un rumor, ni un invento, fue una cosa muy concreta. Murió un chico, se les fue la mano y se ahogó. Todo el mundo lo sabía, era una cosa conocida. Estaban doloridos y avergonzados”, agregó.
El jueves pasado declararon en la causa los integrantes para la Comisión para la Paz, Carlos Ramela y Gonzalo Fernández, quienes señalaron que según la información que habían recabado en su momento Gomensoro habría muerto en La Paloma, al tiempo que el ex Comandante en Jefe del Ejército, Ángel Bertolotti, declaró en el mismo sentido, respecto a la información que obtuvo cuando realizó las investigaciones que pidió el ex presidente Tabaré Vázquez en 2005.