El gobierno y el Partido Nacional se juegan un partido importantísimo en la búsqueda de aprobación de la reforma en seguridad social. El entorno del presidente Luis Lacalle Pou sabe que todos los pasos que den para lograr el visto bueno del Parlamento deben ser “milimétricamente” pensados, dijeron a Montevideo Portal fuentes oficialistas.

Uno de los puntos que la bancada de legisladores blancos tiene en mente, en acuerdo con la vicepresidenta Beatriz Argimón y con Lacalle Pou, es la implementación de una campaña informativa.

Según informó el semanario Búsqueda este jueves, la iniciativa tendrá lineamientos similares a la que se hizo a instancias de las elecciones por la Ley de Urgente Consideración (LUC).

Fuentes del Partido Nacional dijeron a Montevideo Portal que en las diferentes reuniones no se mencionó el nombre de “campaña informativa”, pero sí se acordó “apretar el acelerador” y lograr “que el texto llegue a toda la ciudadanía”.

¿Cómo harán? El centro de esta iniciativa se basará en la comunicación en medios y debates con otros legisladores de la oposición, para confrontar ideas y que queden sobre la mesa “las bondades que implementará” en caso de ser aprobado el proyecto de ley.

El senador del Partido Nacional Jorge Gandini explicó que, por ejemplo, este jueves tendría un debate con su par del Frente Amplio Óscar Andrade, pero fue cancelado porque la coalición de izquierda aún no tiene una posición tomada en cuanto al contenido del anteproyecto.

Sin embargo, la idea es poder concretar estas instancias y otro tipo de actos para que en setiembre la reforma entre en el Parlamento a través del Senado. Gandini expresó que en agosto se harán los ajustes que se crean correspondientes, mientras se buscará comunicar el grueso del texto.

El obstáculo del consenso

En los pasillos del Parlamento, algunos legisladores del Frente Amplio quedaron “gratamente sorprendidos” con el contenido de la reforma, pero aún están esperando que su partido tome una posición con respecto al tema.

En tanto, en la bancada del Partido Nacional y en el entorno de la Torre Ejecutiva existe un desvelo por lograr un consenso amplio con la oposición. Gandini consideró que la primera reacción de la coalición de izquierda fue criticar sin “ni siquiera haber leído”.

Sin embargo, el senador entiende que quienes no apoyen esta reforma pueden terminar pagando el costo político. El otro frente son las organizaciones sindicales, sobre todo el PIT-CNT, que ha dicho claramente que no está de acuerdo con la reforma. Incluso anunciaron un paro general como primera reacción al anteproyecto.

En “este mar de dificultades”, el gobierno quiere que su nuevo “buque insignia logre navegar en aguas más o menos calmas”, dijeron desde el Ejecutivo.