La fiscal de Delitos Sexuales de 6° Turno, Alicia Ghione, envió hace algunas semanas un mail al fiscal de Corte, Juan Gómez, en el que daba cuenta de que la militante del Partido Nacional y primera denunciante de Gustavo Penadés por explotación sexual, Romina Celeste Papasso, había confesado que estaba al tanto de la falsificación de algunos chats que circularon en redes sociales hace algunos meses.
Según pudo saber Montevideo Portal en base a fuentes de la causa, en ese mensaje Ghione informa que Papasso llegó “llorando” a la Fiscalía para confesar que sabía desde un comienzo que las conversaciones de Instagram que involucraban tanto al exsenador del Partido Nacional como al exdocente de Historia Sebastián Mauvezín no eran reales.
Por ley, los fiscales están obligados a informar a su superior sobre una posible acción que tenga indicios de apariencia delictiva, algo que luego el fiscal de Corte debe tomar para pedir a otra sede del Ministerio Público que investigue el hecho.
Tras esta situación fue que la defensa de Mauvezín, imputado por siete delitos sexuales y en prisión preventiva por 180 días, decidió denunciar a Papasso ante la Justicia.
El penalista Juan Carlos Fernández Lecchini radicó el reclamo formal hace dos semanas y actualmente el fiscal de Flagrancia de 15° Turno, Raúl Iglesias, comenzó la debida indagación.
Tal y como informó Montevideo Portal el pasado lunes, la primera decisión de Iglesias fue que el departamento de Investigaciones del Ministerio del Interior citara a la militante.
Sin embargo, Papasso se presentó en la Seccional 7ª con su abogado defensor y se amparó en el derecho de no declarar, bajo el argumento de que prefiere que estén dadas todas las garantías.
Ante esta situación, es de esperar que en las próximas semanas Iglesias decida volver a llamar a la militante y una de las 10 víctimas del caso Penadés.
Qué chats son
Las conversaciones a las que se hace referencia son las que circularon en redes y que no están incluidas en la carpeta de investigación que lleva adelante Ghione. Más allá de la situación que confesó Papasso, los chats fueron periciados por la empresa Meta, propietaria de Instagram, y ratificaron que las conversaciones no eran verdaderas.
En la captura que circuló en Twitter se ve una cuenta que pertenecería a Mauvezín y allí pregunta: “Gustavo me dijo si hoy podías ir con él al hotel”. El supuesto receptor de esas palabras acepta y luego agrega: “¿A dónde tengo que ir?”.
Mauvezín responde: “Bueno, le digo que lo esperás en el Nuevo Centro en la parada de taxis a las 21 horas”. “Bueno, dale. ¿No me dicen anda en el hotel? ¿No me piden cédula o puedo entrar con 14?”, cuestiona el supuesto interlocutor.
En ese chat, el exdocente finaliza: “No, voy tranquilo. Nadie los va a ver y entran directamente a la habitación con el auto”.