Desde que disminuyeron las restricciones de viaje de la era de la pandemia, los viajes han aumentado. El dinero gastado en viajes y entretenimiento aumentó un 30% en 2023, impulsado en gran medida por los jóvenes. Pareciera como si se intentara recuperar el tiempo perdido, aunque la situación es distinta a aquella antes del covid-19: los jóvenes de 20 y 30 años no quieren organizar sus viajes.
A esta falta de energía se le suman aspectos externos: retrasos y cancelaciones de vuelos debido al clima, escasez de personal, problemas técnicos y simplemente mala suerte son más comunes que antes. Las probabilidades de que algo salga mal parecen mayores.
En este particular contexto es que algunos están volviendo a las agencias de viajes.
De acuerdo con un artículo publicado en Business Insider, en 2014 el número de agentes de viajes era la mitad de lo que era en el pico de la industria a mediados de los años 90 y, por ese entonces, muchos esperaban que se volviera obsoleto. Sin embargo, en 2021 el 76% de los asesores atendían a más clientes que antes de la pandemia.
En una encuesta de 2023 realizada a 2.000 viajeros estadounidenses, el 38% de los encuestados de la generación Z y los millennials dijeron que preferían un agente de viajes tradicional a las reservas en línea. La preferencia parece ser, pues, dejar la planificación en manos de otra persona.