La única planta de energía eléctrica de la Franja de Gaza dejó de funcionar. En consecuencia, sumado a la situación de crisis humanitaria y a la contraofensiva israelí sobre el territorio, el enclave gobernado por Hamás se encuentra sin electricidad desde este miércoles. Así lo informó la propia milicia islamista que este sábado inició un ataque con misiles contra Israel, que desencadenó en el actual estado de guerra.
Esto se da luego de que Israel anunciara que iba a cortar el suministro de energía, combustibles, agua y comida a Gaza.
Yisrael Katz, ministro de Energía israelí, firmó el 7 de octubre una orden que instruía a la Corporación Eléctrica de Israel (IEC, en inglés) a cortar el suministro a Gaza. “Dejará de ser como era antes”, expresó Katz en un comunicado consignado por The Times of Israel.
La IEC es la mayor proveedora de energía eléctrica tanto de Israel como de los territorios palestinos: Cisjordania, gobernada por el Estado de Palestina, y la Franja de Gaza, gobernada de facto por Hamás, desde 2007.
Esto
significa además que los gazatíes deberán depender de generadores para conseguir
el suministro de energía eléctrica, en caso de que consigan el combustible
necesario para hacerlos funcionar, así como paneles solares u otras fuentes que
haya en instituciones que usen sistemas de alimentación energética ininterrumpida.
El apagón de la planta se da dos días después de que el gobierno israelí dijera que ordenaría un “bloqueo completo” al enclave y cerrar su acceso a comida, combustible y agua, en respuesta a los ataques perpetrados por Hamás que causaron la muerte de al menos 1.200 personas en Israel. En Gaza ya han muerto alrededor de 1.000 personas por los bombardeos israelíes.
La Franja de Gaza se encuentra bajo un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo impuesto tanto por Israel como por Egipto —también enemigo de Hamás—.
El suministro eléctrico en Gaza ha mermado en las últimas décadas, producto del bloqueo y de los conflictos políticos entre Hamás y sus opositores en el frente interno: la Autoridad Nacional Palestina, que controla Cisjordania y reivindica su derecho jurídico sobre la franja.
La mitad del combustible líquido que llega a Gaza, así como la mitad de su energía eléctrica, la suministra Israel, mediante 10 líneas eléctricas que brindan alrededor de 125 megawatts.
Previo a esta semana, los gazatíes complementaban lo generado por la planta con generadores privados, pero el combustible necesario para mantenerlos se está acabando, dijo el jerarca en materia energética del gobierno de facto de Hamás, Galal Ismail, según informó la CNN.
Por su parte, las autoridades sanitarias palestinas afirmaron que se espera que los hospitales se queden sin el combustible necesario para funcionar este jueves, lo que llevará a tener condiciones “catastróficas” para la atención de los pacientes en medio de la guerra.
Continúan los bombardeos
A cinco días del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, los ataques cruzados continúan. Por un lado, con cohetes lanzados desde Gaza hacia la ciudad israelí de Ashkelón e incluso Tel Aviv. Por el otro, los cazas israelíes siguen bombardeando la franja.
Según señala EFE, durante todo el día han sonado las alarmas antiaéreas no solo en las áreas colindantes de la Franja de Gaza, sino también en el centro de Israel, incluido en Tel Aviv; poco después del mediodía, un cohete impactó en el hospital Barzilai de Ashkelón, situado a 10 kilómetros al norte de la frontera gazatí, causando solo daños materiales.
Al mismo tiempo, continuaron sin cesar los bombardeos aéreos israelíes contra la Franja de Gaza, “a gran escala”, según informaron las fuerzas armadas israelíes y confirman testigos en el enclave.
Hoy, además, los cazas bombardearon la Universidad Islámica de Gaza que, según asegura Israel, era un lugar para entrenar a expertos en espionaje militar y para desarrollar y producir armas. También acogía conferencias destinadas a recoger financiación para la organización islamista, señala un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Este martes, los cazas israelíes destruyeron un sistema de cámaras de alta precisión que Hamás había instalado en paneles solares para calentar agua en los tejados de la sociedad para registrar los vuelos de aeronaves israelíes, agrega el documento de las FDI.
Un ataque aéreo de precisión fue capaz de destruir “todas las ubicaciones” de esta red de tecnología avanzada, señala la nota, dificultando el seguimiento de los aviones por Hamás.
Los bombardeos incesantes de los últimos días han causado una enorme destrucción: 1.055 muertos, más de 5.000 heridos y más de 500 edificios residenciales y tres escuelas completamente derrumbados, según datos de las autoridades gazatíes.
Este miércoles, un ataque aéreo israelí contra una ambulancia mató a cuatro paramédicos y destruyó el vehículo en el que viajaban, informa la agencia palestina Wafa.
Egipto no confirma si le abrirá la frontera a los gazatíes
El ministro de Exteriores de Egipto, Samen Shukri, eludió contestar este miércoles si su país abrirá el cruce de Rafah, que conecta la franja con la península del Sinaí, para permitir la huida de los palestinos ante el bloqueo y los bombardeos de Israel al enclave.
“Hay un bloqueo completo impuesto y todos los cruces israelíes están cerrados para los habitantes de Gaza. Egipto mantuvo abierto el cruce de Rafah para proporcionar ayuda humanitaria, alimentos y suministros médicos”, dijo Shukri, según consigna EFE.
Al ser preguntado acerca de si Egipto permitirá que los gazatíes crucen a su territorio, el jefe de la diplomacia egipcia se limitó a decir que “los conflictos animan a la migración irregular y a la huida a las zonas más seguras”.
Además, fuentes de la Media Luna Roja egipcia dijeron a EFE este miércoles que enviaron un convoy de ayuda humanitaria al paso fronterizo de Rafah para recibir los casos críticos que requieran ser trasladados, aunque Egipto mantiene cerrado el paso en gran parte por los bombardeos israelíes contra las inmediaciones del cruce.
Las autoridades israelíes solicitaron a los civiles gazatíes que abandonen la ciudad de Gaza y se dirijan a áreas menos pobladas en el sur de la franja, para centrar su contraofensiva en blancos dominados por Hamás en la urbe.
Según las últimas estimaciones, que datan del 2022, en la Franja de Gaza viven 2.375.259 personas, con una densidad de 6.507 habitantes por kilómetro cuadrado, que convierten la zona en una de las más densamente pobladas del mundo.
Con información de EFE.