La Fundación Gonzalo Rodríguez se sumó a las voces que expresaron su opinión acerca del proyecto de ciclovía propuesto por la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, que conectará el Obelisco con la Plaza Independencia.
“Bicicletas, movilidad sostenible y ciclovías en la agenda de los medios. ¡Aplausos de pie! No podemos estar más contentos por esta semana. Salvo porque a veces el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Hablemos un poco de 18 y el proyecto de ciclovía”, expresó en Twitter la ONG.
“Primero lo primero: sí, necesitamos más infraestructura. Y el hecho de que se esté discutiendo un proyecto de casi cuatro kilómetros en el centro de Montevideo ya es de por sí bueno. Actualmente, más de 600 ciclistas por día usan 18 de Julio como vía para moverse, y todos queremos que sean más”, sostuvieron.
“En ese sentido, cualquier tipo de infraestructura será mejor que moverse esquivando decenas de ómnibus, taxis, autos particulares, camiones y motos. Pero nos tenemos que preguntar: ¿es este proyecto el mejor? ¿Es seguro? ¿Es lo que deberíamos esperar?”, dijo la Fundación.
“Nop. No es el mejor proyecto, sino que es el más económico, y por eso presenta algunos problemas importantes. No parece parte de un plan, sino un proyecto en sí mismo. Los ciclistas llegan como pueden al Obelisco hasta San José. Es un viaje único, sin unión a otros recorridos”, escribieron sobre la iniciativa de Cosse.
La organización indicó que, “además de perder la oportunidad de resolver la ciclovía [de la calle Luis] Morquio, que está mal diseñada y que es un peligro para cualquier ciclista”, no hay “conexión con otras ciclovías ya existentes”.
“Si 18 de Julio terminara una cuadra antes de la Plaza Independencia, ¿cómo harían los autos?”, se preguntaron.
“Además, el proyecto no tiene bien resuelto los cruces, haciendo que los ciclistas tengan que hacer en algunos casos varios cruces a pie (por ejemplo para doblar a la izquierda). En la práctica, no sucederá, porque los humanos somos economicistas por naturaleza”, señalaron.
La Fundación dijo que, “quizás, el mayor problema de todos sea la seguridad que no presenta el proyecto”.
“Cuando los ciclistas conviven con el tránsito a altas velocidades (más de 30 km/h), es necesario crear una separación física que los proteja. En este caso, no existe”, manifestaron.
“Los bolardos de plástico propuestos no frenarán a ningún vehículo que por error cruce la ciclovía. Pero, además, como la ciclovía irá por el medio de la calzada, necesariamente convivirá con la senda más rápida en ambos lados, exponiendo a mayor peligro a los ciclistas. Por esto es una ciclovía que no invitará a nuevos ciclistas a transitarla. Claro, los que ya usan 18 de Julio quizás la utilicen (es mejor que lo que existe ahora, que es nada). Pero buscamos que más personan cambien su movilidad. Este no parece ser el camino”, reza el hilo de Twitter.
Cuestionaron, además, si el lugar elegido es el ideal. “Deberíamos responde a la pregunta: ‘¿Haría caminar por ahí a los peatones?’. Si la respuesta es no…”.
“¿Existen en el mundo #ciclovías por los carriles centrales de las avenidas? Sí, claro. Existen en EE. UU., España, Brasil. ¿Son lo mejor? No. ¿Son recomendables? Tampoco. En algunos casos (Barcelona) tienen otras características (por ejemplo, calles de 30 km/h). Aquí eso no ocurre”, explicó la Fundación, que señaló que, en general, lo ideal es que sean laterales, siendo de una mano o dobles y siempre con una separación física.
“Es momento de exigir a nuestras autoridades #RepensarLaMovilidad y trabajar por tener ciudades más amigables y, sobre todo, seguras. Porque todos nos movemos todo el tiempo, y no merecemos hacerlo de forma insegura —o morir— solamente por el hecho de hacerlo”, concluyó la ONG.