Sebastián Simón es funcionario público de alto rango de la provincia de Salta, trabaja como representante de turismo de la provincia. Pero hay un lado de su vida que mantuvo oculto durante años y hoy forma parte de su trabajo político.
Cuando apenas era un niño, le gustaba bailar y hacer "el show de Reina Reech", según contó en entrevista con Infobae. Ya adulto, descubrió que su fascinación por el transformismo tenía nombre y apellido: Drag Queen.
"Compraba zapatos altísimos, de 20 centímetros, y me los ponía para caminar en mi casa, solo. Después empecé a inventarme vestuarios parecidos a los de los videoclips, no era solo lo femenino sino lo espectacular. Me fascinaba pero podría decir que lo hacía a escondidas, porque lo camuflaba en una fiesta de disfraces o me iba a Tucumán, donde no me conocía nadie", relata Simón.
Durante diez años no se animó a contar a su entorno esa parte de su vida por miedo a incomodar. "Creo que el primero que tenía prejuicios era yo", detalla.
Cuando todavía no tenía un cargo de responsabilidad tomó coraje y les dijo a su jefes que su alter ego era la carta de entrada perfecta para promocionar el turismo LGBT+ en la provincia. A pesar de que no recibió una negativa, la respuesta fue que si asistía al evento más grande de la comunidad en Argentina no dijera que era de Salta.
"Caí a la cena de cierre de este gran evento toda montada. Rompí todas las reglas, a costa de cualquier cosa. ¿Y sabés qué pasó? Los secretarios de Turismo que estaban ahí, los directores, empezaron a filmarme y al día siguiente, todos los funcionarios tenían el video de este personaje tan particular hablando de los vinos locales en nombre del gobierno de Salta", relató.
Ese fue el puntapié para que se convirtiera en Director General de Turismo y un referente de la comunidad LGBT+ en Argentina.