Una funcionaria municipal de la Intendencia de Artigas denunció al director de Tránsito, Ariel Piastri, por acoso sexual, laboral, hostigamiento y persecución. La denuncia fue realizada el 4 de setiembre ante el Ministerio de Trabajo (MTSS), el 12 de setiembre ante la oficina de Recursos Humanos de la comuna artiguense, y hoy martes 24 la radicará en Fiscalía.
Mientras se realiza una investigación interna, el director denunciado continúa trabajando y cobrando su salario, pero la denunciante fue removida de su oficina y hoy está trabajando “encerrada” en el departamento de Higiene, según dijo.
El lunes 23, el jerarca denunciado fue citado a declarar por la comisión investigadora de la intendencia, y según dijo la funcionaria municipal y confirmaron otras fuentes, el intendente Pablo Caram llegó junto al denunciado, y saludó uno por uno a los integrantes de la comisión. “Le demostró su apoyo. Faltó que lo llevara del brazo nomás”, dijo Lorena (nombre ficticio), la funcionaria municipal, de 28 años, que realizó la denuncia.
Piastri es acusado de “maltratar verbalmente a la funcionaria y en forma despectiva y denigrante generando acoso sexual ambiental”, según dice la denuncia en el Ministerio de Trabajo.
“El acoso laboral empezó hace casi tres años, cuando explotó la pandemia”, contó Lorena a Montevideo Portal. En aquel momento, el portal Clicregional publicó que una funcionaria municipal había ido a trabajar tras haberse hisopado, sin esperar el resultado. Se trataba, precisamente, de Lorena. La joven contrajo el virus y, luego de recuperarse de covid, se reintegró. “Cuando volví, él había dado la orden de que yo me quedara en la oficina y no saliera a trabajar a la calle como inspectora de tránsito, cuando hacía un año que yo estaba en el cuerpo inspectivo”, contó.
Ella le cuestionó la decisión del director de Tránsito, pero este le dijo que era un “castigo” por la noticia publicada, que lo dejaba en falsa escuadra como director municipal. Lorena le recordó que ella debía trabajar como inspectora de tránsito, tarea que le asignó la entonces directora general Valentina Dos Santos (hoy diputada nacionalista), para equiparar su salario al de un funcionario grado 5. Pero Piastri, “ni bola”, dijo ella.
Pasaron las semanas y la denunciante, periódicamente, le reclamaba a su jefe que quería volver a trabajar en la calle, como inspectora de tránsito. “Él me decía que él era el jefe, que quien daba las órdenes era él”, y que cinco de los siete días de la semana, ella debía dedicarse a tareas administrativas.
“Yo les decía a mis compañeros que no me gusta trabajar en la oficina, que no quería, que no me sentía bien. Ellos me decían que hablara con Piastri, pero yo ya le había pedido varias veces y nada. Me seguía diciendo que él mandaba”, contó ella a Montevideo Portal desde Artigas.
Entre febrero y marzo de este año, la Intendencia de Artigas pasó a copar la agenda mediática de todo el país cuando se conoció que la funcionaria municipal de Recursos Humanos Stéfani Severo —pareja de Rodolfo Caram, primo del intendente Pablo Caram— había cobrado 196 horas extras en diciembre de 2022, y 53 en días feriados (cuando el único feriado de diciembre fue la Navidad). Fue entonces cuando una resolución interna recorrió todas las oficinas de la intendencia: a partir de ahí debía quedar estipulado por escrito cuántas horas extras podía realizar cada empleado, de acuerdo con su gestión.
A Lorena le llegó una planilla con los nombres de toda la división Tránsito. “Cuando me entregaron esa planilla, estaban las horas extras de cada uno: a mí me dieron 20 horas extras para hacer, y a mis compañeros 65. Algunos del cuerpo inspectivo podían hacer 65, otros 78, y a mí solo me dejaban hacer 20 horas extras [por mes]”, relató.
Lorena volvió a reclamarle al director Piastri por el trato desigual. Este le dijo que “agradeciera” que le permitía hacer 20 horas extras.
Fue entonces cuando ella decidió ir a hablar con Rodrigo Dotti, secretario del intendente Caram, a quien le hizo saber que a ella le asignaban menos horas extras que a sus compañeros. Al otro día, Piastri la encaró: “¿Así que fuiste a hablar arriba?”. Ella le dijo que sí, porque estaba siendo perjudicada y “ya no daba más”. El jerarca le informó que a partir del mes siguiente tendría 65 horas extras para realizar, al igual que sus compañeros.
Esa inequidad laboral parecía controlada. Pero faltaba lo peor, según ella.
“¿Pinchaste o meta dedo?”
Con certificación médica expedida por un psiquiatra, Lorena se tomó unos días de descanso por “estrés”. Un día de agosto, ella le envió una captura de pantalla con una calle cortada por obras, que le había enviado un contribuyente. Su superior recibió el mensaje y le preguntó si ella estaba mejor. Entonces, según el relato de la denunciante, él le escribió un mensaje en el que le preguntó si ella ya había “pinchado”, si ya “había explotado” o estaba “meta dedo”. El mensaje no parecía muy claro.
—¿Tú qué interpretaste?
—Me preguntaba si había tenido relaciones sexuales, o si me estaba tocando. Pero de la nada… No hubo mensajes previos, ni yo nunca le di pie para algo así.
Según la empleada municipal, el director de Tránsito suele hablar de sexo con funcionarios hombres y mujeres de la oficina, así como intenta conocer sus gustos sexuales o qué hacen en su tiempo libre. Un día de agosto, según ella, Piastri preguntó a las mujeres presentes si “dolía entregar el culo”. “Yo no le respondí, pero mi cara de asco me vendía. No me gustó para nada esa pregunta. Se lo preguntó a otras funcionarias, algunas se rieron, otras quedaron sin reacción; también había funcionarios hombres”, contó la denunciante.
Según Lorena, su jefe “odia” que no lo saluden con un beso en la mejilla. Cuando alguna funcionaria no lo saluda, deja de hablarle en todo el día y le pone mala cara.
Un día de agosto, él se acercó a saludarla con un beso y, al hacerlo, le tomó la cabeza por la nuca. “Me preguntó si me gustaba que me agarraran así en la cama. Yo le saqué la mano y le dije: ‘Nunca más me toques’. Y ahí ya quedó el clima totalmente raro en la oficina”, contó.
Los días fueron pasando y siempre, según ella, él continuaba queriendo hablar de sexo con sus subalternos. Una tarde fría de agosto, ella estaba trabajando en la oficina con una estufa a gas a su lado. Cuenta Lorena que él llegó, le pasó la mano por “toda la pierna izquierda” y le preguntó si no sentía calor. “Tengo frío, por eso estoy con la estufa. Y ya te dije que no me toques más”, le reiteró.
“Yo ya me sentía incómoda, iba a trabajar con el corazón en la mano. Me aliviaba cuando me decían que él justo un día no iba a ir a trabajar… Cuando yo llegaba a la oficina y él llegaba, me daba un apreto [sic] en el corazón, como ansiedad, me ponía muy nerviosa porque él estaba cerca. Entonces, decidí hacer la denuncia”, contó.
La denuncia en Recursos Humanos de la Intendencia la realizó el 4 de setiembre, una semana después la hizo en el MTSS, y hoy martes 24 pretende realizar la denuncia en Fiscalía, dijo a Montevideo Portal.
Lorena ya fue a declarar ante la Comisión para la Prevención y Tratamiento de Casos de Acoso Sexual Laboral de la Intendencia de Artigas, así como 10 funcionarios que ella citó como testigos. El denunciado fue a declarar el lunes 23, acompañado del intendente. “Fue su forma de decir que lo apoyaba a él. Pablo [Caram] conoce la denuncia desde el primer día, pero a mí nunca me llamó, nunca me citó, nunca me preguntó nada”, dijo Lorena, entre llantos.
Según Clicregional, el 20 de setiembre la Asociación de Funcionarios Municipales de Bella Unión (Aembu) solicitó a la comuna que se actuara en consecuencia ante las denuncias, ya que incumplían con todos los plazos establecidos por ley para este tipo de situaciones. La funcionaria dice que Caram le pidió un par de semanas de plazo para poder investigar.
“Ha pasado un mes y nada, ni siquiera le iniciaron un sumario. Él sigue trabajando como si nada como director de tránsito, y yo ya pasé por dos oficinas. Primero me pasaron para Abasto, y ahora estoy en Higiene, encerrada”, dijo la denunciante, y volvió a quebrarse.
Montevideo Portal consultó a Ariel Piastri, el jerarca denunciado. “Gracias por el interés; como sabrá entender, la investigación está en curso, por lo tanto me imposibilita hacer cualquier tipo de declaración relacionada al hecho. Cuando culmine, hablamos”, respondió.
El intendente Pablo Caram, por su parte, dijo para esta nota que está al tanto de ambas versiones, de la denunciante y del denunciado. Hasta que pueda hablar con el abogado de la intendencia, no va a tomar ninguna decisión, comentó.
A su vez, Caram no negó que haya acompañado al jerarca a la comisión, pero aclaró: “Acá nos conocemos todos. Fue de rebote que justo coincidimos ahí. Pero no me va a temblar el pulso al tomar ninguna decisión”.