Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), brindó este miércoles una rueda de prensa en la que se refirió a la información divulgada esta semana sobre la fuga de Sebastián Alberti Rossi, cuñado del narcotraficante Sebastián Marset.

Rossi escapó el 3 de abril de 2021 de un penal de mínima seguridad en el departamento de San José. Tal como informáramos, al joven presidiario se le encargaba la tarea de sacar la basura a un contendor que estaba en la puerta del presidio. El día de la fuga, Rossi salió como lo hacia siempre y junto a la puerta lo aguadaba un hombre a bordo de una moto de alta cilindrada, en la que ambos se marcharon.

“Si vamos al 3 de abril de 2021, nadie sabía que era cuñado de Marset. Tampoco se le pregunta. Marset no estaba en la palestra pública como en este momento. Era un joven, como muchos jóvenes, que caen en el sistema penitenciario”, dijo hoy Mendoza

“Salió con custodia. Una moto pasó, se subió y salió disparando y la custodia no lo pudo seguir”, dijo el funcionario, quien consideró que esa fuga se enmarca en el “riesgo que tenemos al darles la posibilidad de rehabilitación”.

Rossi fue condenado por tentativa de homicidio, luego la víctima murió y la carátula del caso cambió. Primero estuvo recluido en la cárcel minuana de Campanero y lego fue transferido a San José, donde cumplía una pena de era de cinco años y ocho meses.

“Era un joven como tantos jóvenes, que tenemos obligación de darle tratamiento a esa persona. Si lo ponemos en establecimientos como Comcar no tenemos la certeza de que se pueda rehabilitar”, añadió el director, quien recordó que estén curso un sumario administrativo para establecer eventuales responsabilidades.

Según información de la policía boliviana, luego de su fuga Rossi ingresó a ese país con documentos a nombre de un ciudadano fallecido, y se unió a la banda narco liderada por su cuñado. Allí también podría haberse reunido con su pareja, Ximena Katherine Marset, que un día antes de su fuga partió en vuelo comercial umbo a Brasil.