Por GERARDO TAGLIAFERRO
Y sí, ¿por qué no? Juntas. Así las vio Jaime Roos cuando sonó su celular y del otro lado alguien de Tenfield le dijo que quería que versionara el Himno Nacional para que lo cantara el "Zurdo" Bessio, ante un Centenario de fiesta, aquella noche de 2009 por el último lugar al mundial de Sudáfrica. ¿Qué ritmo iba a tener si lo cantaba el Zurdo? Tres ensayos y a la cancha, con Hugo Fattoruso y la batería de la Catalina.
Muchos de los que lo escucharon en el estadio o por televisión reconocían su voz privilegiada apenas como un fondo lejano. Otros lo conocían por sus solos acalambrantes en noches de carnaval o por aquellos "Si me voy antes que vos" o "Amor profundo", con el mismo Jaime. Para algunos fue una herejía pintarse la cara y cantar el himno a marcha camión. Otros tuvieron que alisarse los pelos del brazo.
Es que la voz del Zurdo es una especie de viento impredecible, a veces brisa, por momentos huracán. A quienes tenemos un plato por oído y un rallador por garganta, nos cuesta entender cómo alguien puede conjugar desde sus cuerdas vocales, con tal destreza, potencia y armonía. "Más arriba no llega, no puede. Tiene que desafinar". Pero él, porfiadamente, puede. Más cuesta entenderlo cuando nos enteramos de que nunca estudió música, jamás pisó una academia, no tuvo ni medio minuto de taller de canto o cosa por el estilo y cuando le preguntan en qué tono arranca tal canción tiene que recurrir a alguien que lo sepa.
Lo del Zurdo es puro oído, garganta y corazón. Hijo y padre de murguistas, vive de lo que le permite su arte: Agarrate Catalina -con la que en mayo saldrá de "gira mundial"- los coros de Jaime Ross o Tabaré Cardozo, su dúo con Emiliano Muñoz, alguna publicidad y las noches de febrero, si es que hay algún día que no llueva y se puede salir a hacer tablados, este año con Curtidores de Hongos.
Precisamente, una tarde-noche de preparación para un solo escenario -porque llovió todo el día y son muy poquitos los que abren- tiene lugar esta entrevista. El Zurdo se vino -como siempre- desde Colonia, donde vive desde hace 18 años junto a su esposa, a quien conoció en el Buquebus: ella atendía el freeshop y él viajaba a Buenos Aires con Falta y Resto. Acaba de llegar y los utileros ya están subiendo todo al ómnibus. No tenemos mucho tiempo porque los murguistas desfilan en ida y vuelta a nuestro lado: entran hombres y salen pierrots, cara pintada y trajes de colores. Falta él, pero lo esperan porque saben que no es uno más, pese a su inquebrantable humildad. Es la frutilla de la torta, la voz del carnaval.
1) Todos te conocen por "el Zurdo", pero de chico eras "el Negro".
Sí, el Negro Freddy. Es el apodo del barrio, de la cuadra fundamentalmente, que es donde tengo a todos los amigos de mi infancia. Era el Negro Freddy por de ser de tez morocha. Mis abuelas eran de tez morena.
2) ¿Desde cuándo sos "el Zurdo"?
Desde el año 78. Estaba en el club Once Estrellas, que era de donde salía "La milonga nacional", que en ese momento era integrada por mi viejo, "Pocholo" Bessio, que cantaba de segundo, y estaba el "Canario" Luna, que me conocía porque era amigo de mi padre. Y él ya sabía que yo era zurdo cerrado, tanto con la mano como con el pie. Y bueno, sabían que remaba con el bombo y precisaban una mano para ese ensayo porque había faltado uno de la batería. Entonces el Canario fue a la cantina y le dijo a mi viejo: "Pocholo, podemos pedirle al botija que nos acompañe". "Sí, decile a él". Y me miró y me dijo: "Zurdito, ¿te animás?" Yo tenía once o doce años.
"El Canario Luna le dijo a mi viejo: ‘Pocholo, ¿podemos pedirle al botija que nos acompañe?'. ‘Sí, decile a él'. Y me miró y me dijo: ‘Zurdito, ¿te animás?' Yo tenía once o doce años" |
3) Lo primero que grabaste fue un casete casi clandestino, en el que imitabas a Fernando Grobba, un solista de "Los Klaper's", que cantaba en un tono altísimo.
Sí, porque él fue el primero, por lo menos de los que yo conocí, que empezó a usar el falsete. Y me llegó mucho y yo pretendía imitarlo, siendo gurí. Me hice hincha de Los Klaper's por él. En casa tenía un grabador de aquellos que eran rectangulares, con las seis teclas delante y me grababa y escuchaba yo mismo. Pero era un juego mío, no era para que lo escuchara nadie, yo era muy tímido. Hasta que me enteré que mi hermana y mi madre lo descubrieron y lo escucharon, y ellas pretendiendo darme para adelante me decían "qué lindo". Me morí de vergüenza y lo primero a que atiné fue a recuperar el casete y lo destruí.
4) ¿Cantabas en algún lado en ese momento?
No, no cantaba en ningún lado. No participaba en coros de la escuela, nada. Era demasiado tímido. Fijate que me gustaba jugar al fútbol pero solo jugaba en la calle. Me invitaron a jugar en cuadros de baby fútbol, mi hermano jugaba, y nunca acepté. Y era por timidez, no me gustaba que me vieran desenvolviéndome en lo que me gustara hacer.
5) En algún momento tuviste que hacer un clic con esa timidez.
Y sí, creo que lo fui haciendo naturalmente, un poco obligado por la vida, para sobrevivir y hacer cosas. También puse un poco de mí porque cuando descubrí que lo que me gustaba hacer, ya de más grande, tenía que tener una cuota de valentía dije: "bueno, lo hago o me voy a quedar en la nada". Y ahí le gané. Hoy en día disfruto lo que hago de una manera totalmente libre en ese sentido.
6) Me cuesta creer que nunca hayas aprendido canto ni música.
Nunca fui a aprender canto ni música. Lo que se necesita es tener el oído suficiente como para entender cuando escuchás, por ejemplo, un instrumento musical como la guitarra, que es lo más inmediato y lo que se usa normalmente.
7) ¿No tocás la guitarra?
No, no toco. Sé agarrar una guitarra pero no sé tocarla, de hecho por ser zurdo la agarro al revés (se ríe). Creo que desde muy chico tengo oído como para entender qué es lo que está desarrollando una guitarra y esa capacidad natural, con los años, se fue agrandando. Es como un ejercicio.
8) ¿No sabés nada de música?
No, no sé nada. Nunca estudié nada. Más te digo, para que veas hasta qué punto esto es así y ya de paso me reconozco como un poco quedado en cosas de las que debería preocuparme un poco más: a veces me piden que cante una canción equis y hay un guitarrista. Entonces él me dice: "¿En qué tono la cantabas?" Y tengo que preguntarle a alguien porque no lo sé, o si en algún momento lo supe ya ni me acuerdo. Eso no está bueno en realidad, no estoy haciendo alarde de eso. Pero cuando algo me gusta y lo disfruto, lo vivo como se me dio y lo cuido como es, no me preocupé nunca por perfeccionarlo. Por eso digo: no está bueno y no lo recomiendo, porque si hubiera estudiado tal vez habría podido hacer muchas más cosas. Tampoco me arrepiento, porque lo que tengo lo cuido y me siento un privilegiado. Pero me gusta aclarar que no está bueno porque tengo hijos y me gustaría que ellos no me imitaran en eso. Que si tienen alguna condición, la puedan perfeccionar.
"Sé agarrar una guitarra pero no sé tocarla, de hecho por ser zurdo la agarro al revés" |
9) ¿La voz la cuidás de alguna manera?
Esto también entra dentro de lo natural. Me refiero a que no soy un tipo que haga desastres: no soy bohemio, soy un tipo de familia, soy muy casero, me gusta estar en mi casa con mi familia y me cuido naturalmente. Me alimento bien, me tomo alguna copa que otra pero lo normal. De repente, si en algún momento siento la garganta desgastada -esto pasa mucho en carnaval, por ejemplo- obviamente hay cosas que ayudan. Tengo al Rafa Bruzzone, un compañero de Curtidores que hace unos té con jengibre y alguna otra cosa, y a veces me convida. Eso sé que hace bien, pero por las mías nunca lo hago. El día que me engripo me tomo algún antigripal, y un resfrío sé que se me va en una semana, así que tengo esa cabeza de que las cosas son sencillas, vienen y se van.
10) ¿El alcohol ayuda a cantar mejor?
Mirá, no sé si el alcohol ayuda a cantar. Lo que sí estoy convencido que ayuda es la cabeza, la parte psicológica de las personas. Cuando te ponés de acuerdo con tu cabeza todo te sale mejor, y mi cabeza y yo somos muy buenos amigos. Tal vez haga bien el alcohol, pero no tengo datos científicos de eso.
11) ¿Vivís del canto?
Sobrevivo de lo que hago, sí. Y digo que sobrevivo, porque este rubro es como el que trabaja en una panadería y cuando sale tiene que ir a manejar un ómnibus. Yo por suerte lo puedo hacer dentro del mismo rubro: tocar con Jaime Roos, tener la banda de Emiliano y el Zurdo, tocar con Tabaré (Cardozo), ser integrante de la cooperativa de Agarrate Catalina... siempre estoy picoteando. Cuando no es con uno sale con el otro. Es una manera de tener el trabajo cubierto.
12) A pesar de salir en Curtidores este año, seguís vinculado a Agarrate Catalina.
Sí, formo parte de la cooperativa desde 2008. Incluso hace un par de años la cooperativa se legalizó ante el sistema: aportamos, tenemos cobertura médica... es como que se cerró el círculo: lo artístico, lo humano, lo laboral. Una cooperativa no es solo repartir la plata en partes iguales, implica mucha cosa a nivel de trabajo, de compañeros, de meter todos para el mismo lado, y la murga logró eso de alguna manera. Y te puedo asegurar que en este par de años hubo un crecimiento, sobre todo de cabeza y de funcionamiento artístico profesional.
13) ¿Es la única murga que funciona así?
Sí, que yo sepa sí. Tal vez sirva como ejemplo.
14) ¿Cuál es tu murga, en el corazón?
Uhhh... a Falta y Resto la llevo en el corazón. No fue la primera, pero fue en la que encontré un lugar para depositar mi sentimiento.
15) En la Falta cantaste por primera vez en una murga.
Sí, en el año 88. "Pitufo" Lombardo era platillero hasta ese momento, y con las condiciones que tenía, cuando faltó director, al primero que se le dijo fue a él. En el 88 lo hizo. Y en esa época teníamos una barra, por fuera de los ensayos, con la que bolicheábamos, hacíamos cantina, y siempre había cantarolas y ahí yo me prendía porque me encantaba. Y Pitufo siempre me decía: "Estaría bueno que cantes en la murga". Y cuando él agarra de director me dice: "Ahora sí vas a cantar. En todas las partes que sean clarinadas o se cante a capella vas a participar del coro". Le dije que sí y fue ahí que empecé.
16) Fuiste fundador de Falta y Resto, el primer bombista.
Sí, yo me considero bombista. Salvo en alguna ocasión en que toqué el redoblante o salí en el coro, pero que fueron tres o cuatro años, en el resto de mis 35 carnavales siempre fui desde el lugar del bombista. En el año 2005 canté el "Homenaje a Raúl Sendic", que era previo a la despedida de la Falta, y yo era el bombista de la murga. Y gané ese año el premio al mejor solista de murga, siendo bombista. Increíble.
"A Falta y Resto la llevo en el corazón. No fue la primera murga, pero fue en la que encontré un lugar para depositar mi sentimiento" |
17) ¿Cómo te vinculaste a Jaime Roos?
A través de la Falta también. Yo salí en la murga en el 81 y 82, pero cuando se estaba preparando todo para el 83 me voy, siendo que en ese momento había vuelto Jaime y estaba armando "Adiós juventud", para grabarla con la Falta.
18) ¿Por qué te fuiste?
Por diferentes motivos, yo era un gurí, ni me acuerdo por qué fue pero me arrepentí toda mi vida después. Lo lloré mucho incluso. Después volví, pero ahí fue que por medio de la Falta conocí a Jaime. Él después, con el paso del tiempo, para la gira de Jaime "A las 10" del año 94, después de haberme visto hacer algún solo en alguna ocasión, me cita para formar parte de su banda, fundamentalmente como percusionista. Hasta ese momento no era solista. Fue allá por el 95, casi 96, que viene "Si me voy antes que vos" y esas canciones, y él me invita a ser el solista de ellas.
19) ¿Qué sentiste en ese momento?
Uhhh, esa fue una parada fuerte también, porque pasaba a ser solista de una banda sumamente importante. Antes ya había empezado a cantar en la murga pero esto era diferente. Fue una cosa increíble, porque esa canción, "Si me voy antes que vos", fue hecha para una obra de El Galpón, "El vendedor de reliquias", allá por el año 92, y habíamos tres músicos que éramos los que ambientábamos sonoramente la obra, digamos. Éramos Pitufo Lombardo, Ronald Arismendi y yo, que era la batería de la Falta en ese momento y tocábamos las canciones en la obra: algunos candombes sobre todo, y yo cantaba. Y en esa obra nos metió Jaime, porque él hizo toda la música. Con la obra anduvimos por México, Francia, España. Fue después, en el 95 o 96, que Jaime transforma esa melodía en "Si me voy antes que vos", cambiando la letra.
20) Imagino que esa canción marcó un antes y un después. Te hizo conocido para el público que no iba a los tablados.
Sí, yo siempre me manejé en barra, y ahí tuve que aprender a estar solo (se ríe). Tuve que aprender a manejar la responsabilidad. Ahí hice el clic, realmente me dije "tengo que romper mi timidez". Y fue una cosa maravillosa.
21) ¿Alguna vez te temblaron las piernas antes de cantar?
Sí, muchas veces. No por haber sentido miedo de cómo podía yo desempeñarme. Siempre que me pasó eso fue por una cuestión emocional. Por ejemplo ir a cantar a equis lugar y de repente antes de subir al escenario viniera alguien a saludarme y me dijera: "Yo perdí a una persona muy querida y la canción que vos cantás ahora forma parte de mi vida..." Entonces, claro, después que te dicen algo así y ten dan un abrazo y un beso, tener que subir la escalerita del escenario y después, en algún momento del show, sabiendo que esa persona está ahí, cantar esa canción... te da como un lugar de responsabilidad que no te puedo explicar.
22) ¿Con qué canción te pasó eso?
Con "Si me voy antes que vos". Con "Amor profundo" también me pasaron un montón de cosas. Se te transforma el show porque a partir del momento en que una persona viene y te dice algo así, sentís que tenés que cantarle a ella también. Es una cosa muy especial, y no sé si aprendí a sobrellevarlo.
"En el teatro L' Odéon de París yo entraba cantando desde la platea, entre el público, y en una pantalla se traducía lo que cantaba. Ahí fue que tomé la magnitud de lo que estaba pasando" |
23) Supongo que otro tema que te ha generado ese tipo de situaciones es "La niebla", de Agarrate Catalina (N de R: una canción que Tabaré y Yamandú Cardozo dedicaron a su abuela).
Uf... sí, sí. Como canción de repertorio de murga debe ser la más linda que canté. Por el contenido, por lo que generó, por lo que tengo que manejar en el momento de cantarla. "La niebla" fue hecha para el repertorio del espectáculo "El viaje", de la Catalina 2008, y los Cardozo tenían enferma a su abuela, que incluso se va de viaje en ese mismo carnaval, una semana antes de que terminara. Fue una situación muy difícil, emotivamente hablando. Hasta llegamos a plantearnos en ese momento si la teníamos que hacer o no. Finalmente ellos mismos decidieron seguir haciéndola.
24) ¿Te molestaron algunas críticas que te tocaron cuando cantaste el himno en aquel partido Uruguay - Costa Rica en 2009?
No. A nadie le gusta que lo critiquen, pero hay determinadas críticas que te sirven para acomodar el camino cuando de repente la pifiaste. Yo considero que en este caso no es que la haya pifiado, pero sí que fuimos lo suficientemente atrevidos, o audaces, como para hacerlo. Cuando se nos citó para hacerlo, yo personalmente consideré que siendo murguista desde los 13 años, hacerlo en ese formato era lo más maravilloso que me podía pasar.
25) La versión y los arreglos fueron de Jaime Roos.
Sí, y cuando él me llamó y me propuso cómo hacerla y me contó cómo la quería le dije: "Sí, contá conmigo claro".
26) ¿Vos le pusiste algo?
No. Lo único que yo le aporté fue el sentimiento que me nació, porque haya salido como haya salido, fue directamente del corazón.
27) Debe haber sido otra experiencia fuerte: cantar vos solo para un estadio lleno y pleno de efervescencia.
Mirá, salimos por el túnel como salen los jugadores. Me acompañó Jaime, también Emiliano (Muñoz), estaba mi señora... y hasta empezar a cantar estaba muy nervioso, incluso se me cortaba la voz. Por momentos, te lo digo de verdad, tuve como una angustia emocional que me provocaba que se me humedecieran los ojos. Mi señora me decía "respirá hondo, respirá hondo". Y yo decía: "Pah... la pelota, si me pongo a llorar acá ¿cómo lo manejo?" Porque era muy loco, yo he estado en el estadio lleno para alentar a Uruguay, pero era uno más de los que alentaba. Pero en ese caso yo estaba vestido de traje pero me sentía como que tuviera una camiseta de fútbol. Y como que me transporté en ese momento y me pregunté: "¿Yo tendré alguna responsabilidad en esto?" Y me respondí que sí, que de alguna manera sí. ¿Sabés qué me pasó? Que ahí me di cuenta de lo que significa estar ahí adentro: es muy fácil hablar desde tu casa mirando el partido por televisión, pero hay que estar ahí adentro. Creo que sentí lo que sienten los jugadores. Y casi me quiebro, tuve que manejarlo y por suerte, cuando me dijeron "subí Zurdo", fue como un alivio. Y a partir de que empecé a cantar no me importó más nada que disfrutar de ese momento.
28) ¿Hubo mucho ensayo?
Ensayamos creo que en tres oportunidades. Incluso en la segunda nos avisaron que no se iba a cantar, porque había venido un pedido de la AUF que no quería nada en vivo, y nos suspendieron. El mismo día del partido, temprano, nos dijeron que se había reflotado la idea, y ahí fuimos a ensayar de apuro, en la mañana. Fue todo un caos. Me imagino que cuando se enteraron de cómo venían los ensayos, hubo cierta incomodidad, ya desde el arranque. Pero haya sido como haya sido, lo concreto es que se hizo y lo disfrutamos al mango.
29) ¿Quién propuso que fueras vos el que cantara?
Cuando lo llaman a Jaime, que obviamente fue la gente que tiene que ver con Tenfield, le dijeron que querían que fuera yo. Por eso es que nos atrevimos a hacer una versión murguera, porque si quieren que sea el Zurdo Bessio el que lo cante, ¿cómo va a ser?
"En realidad, la Catalina se burla más de nuestro presidente que lo que lo acompaña" |
30) Lo que sorprendió y generó un momento incómodo fue que se cantara la versión extensa y no sólo una estrofa como se hace generalmente en los partidos de fútbol. ¿Quién decidió que se hiciera así?
La misma gente que habló con Jaime. Lo que pasó y que descubrimos después, fue que a los principales protagonistas, o sea los jugadores, no les avisaron (se ríe). Los jugadores nunca supieron que el himno iba a ir entero. Yo no manejo los tiempos del fútbol, yo soy cantor.
31) ¿Tuviste oportunidad de hablarlo después con los jugadores?
Sí, claro, con varios de ellos.
32) Lugano te habrá contado la anécdota de la discusión con el árbitro suizo, en la que éste le exigía que cortara el himno.
Sí. Diego me ha invitado a su casa en más de una oportunidad, a despedidas de año con una barra enorme de amigos, lo cual me llena de emoción y se lo agradezco. Que el capitán de la selección te invite después a entrar a su casa como parte de su gente allegada o amiga, me da la tranquilidad de que en aquel momento, tan mal no hicimos las cosas. Pero lo hemos hablado con otros muchachos también, desde el lugar de la sorpresa de ellos, no más que eso.
33) Vivís en Colonia, ¿vas y venís todos los días?
Sí, en época de carnaval sí, salvo cuando empiezan los tablados que ahí de repente me instalo y me quedo dos o tres días seguidos acá. Pero cuando estamos ensayando voy y vengo todos los días. Para mí hoy, con 48 años, es muy desgastante, me cansa mucho. Por eso digo que me siento dichoso de poder vivir de esto, aunque sea picoteando en varios lados, porque si tuviera además que trabajar en otra cosa no lo podría hacer. Fijate que invierto cinco horas del día en ir y venir a mi casa, son horas que se me pierden en la ruta. Y ya empiezo a sentir la necesidad de no perder esas cinco horas, porque si entrás a sumar, a lo largo de un año es un montón de tiempo.
34) Además dos horas y media de esas cinco son bien tarde en la noche, cuando volvés.
Claro, cuando llego a mi casa están todos durmiendo y tengo que esperar a que amanezca si quiero ver a mi hija. Mis horarios son todos fuera de lugar, lo banco por el amor que me tiene mi familia. Ahora en mayo me voy a ir casi un mes con la Catalina.
35) ¿Qué fue lo más gracioso o insólito que te pasó sobre un escenario?
Cuando fuimos a España con "El vendedor de reliquias", esa obra de El Galpón de la que te hablaba antes, me pasó una cosa insólita. Se presentó la obra en un teatro de Madrid, y en el camarín había un monitor para ver lo que sucedía en el escenario, para que los actores sepan cuando deben aprontarse para entrar. En esa época no era común y con Ronald y Pitufo quedamos alucinados con eso, y nos enganchamos muy cómodamente sentados, con los pies sobre una silla, mirando lo lindo que estaba saliendo la obra. En un momento nos dimos cuenta que había un bache, y ¿qué era? Que los tres que estábamos cómodamente sentados mirando ese monitor, teníamos que estar haciendo nuestra parte en el escenario.
36) ¿Y qué hicieron?
Y, lo que hicimos fue cerrar los ojos e ir corriendo, pero los actores ya lo habían solucionado, con la capacidad que tenían: saltearon ese breve pedacito en que entrábamos nosotros y siguieron. Y después, bancar que nos castigaran cuando terminó la obra (se ríe).
37) ¿Cuál fue el lugar más imponente donde cantaste?
El teatro L' Odéon de París, con esa obra. Fue una cosa muy alucinante. En la versión de "Si me voy antes que vos" que se hizo para la obra, yo entraba cantando desde la platea, entre el público. Y había sobre el escenario una pantalla larga, donde se iba traduciendo lo que yo cantaba. Ahí fue que tomé la magnitud de lo que estaba pasando y dónde estábamos realmente. Yo después contaba que había tocado incluso con una cuerda de tambores allí y se me reían en la cara.
38) Antes recordabas cuando cantaste con Falta y Resto un "Homenaje a Raúl Sendic" (padre), en 2005. Más allá de que la inclusión de ese tema en el repertorio de la murga no fue obviamente decisión tuya, ¿fue un acto de compromiso político para vos o solo una canción más?
Fue sí. La Falta tiene sus ideales, siempre ha tratado de portar la voz de aquel que no puede subir a un escenario, del trabajador, de la gente común. Y en ese caso sí, tuvo también un contenido de militancia, porque era un homenaje a alguien que políticamente hablando tenía un peso enorme y yo lo viví desde ese lugar. No estaba cantando una canción romántica, era una canción de contenido político.
39) Muchos consideran a Agarrate Catalina una murga oficialista, "la murga del Pepe". Como integrante de ese grupo ¿vos te sentís oficialista?
En la Catalina hay un ideal que está claro porque está a la vista, pero eso no quiere decir que nosotros vayamos de la mano con el presidente haciendo y deshaciendo. No tenemos ese poder, el poder político lo tienen solo los políticos y nosotros, más que apoyar, no podemos hacer. En realidad, la Catalina se burla más de nuestro presidente que lo que lo acompaña. Pero si nos toman como oficialistas a mí no me asusta, yo tengo mis ideales muy claros y fui uno de los que buscó que él estuviera ahí, así que no me preocupa.
40) ¿Qué fue lo más emocionante que te pasó en tu trayectoria de artista?
Todavía no me pasó. Me parece que cuando sienta que lo más emocionante ya me sucedió, es como llegar a destino, y por suerte todavía no siento eso. Tengo una cajita llena de recuerdos de cosas lindas que me han pasado y si bien no es muy grande, cuando la abrís te das cuenta que tiene más espacio que el que aparenta de afuera. Entonces sigo metiendo cosas, y nunca se llena. Me va a quedar en el debe el compartir con mi viejo todo lo maravilloso que me pasó después que él se fue, por eso también nunca se termina de llenar la cajita.
Montevideo Portal / Gerardo Tagliaferro
Fotos: Juan Manuel López
Por comentarios: tagliaferro@montevideo.com.uy