Por The New York Times | Ben Protess, Jonah E. Bromwich and William K. Rashbaum
Los abogados de Donald Trump intentaron pausar su juicio penal en Manhattan argumentando que debía ser trasladado de lugar, pero una jueza rechazó su apelación.
Una semana antes de que Donald Trump enfrente un juicio penal en Manhattan, la jueza de una corte de apelaciones rechazó el lunes su intento de pausar el caso y trasladarlo a otro lugar.
La jueza, Lizbeth González, emitió su decisión el lunes por la tarde después de escuchar los argumentos de los abogados de Trump y de la fiscalía del distrito de Manhattan, que ha acusado al expresidente de falsificar registros para encubrir un escándalo sexual.
Durante semanas, Trump ha intentado retrasar el juicio, el primero a un expresidente de Estados Unidos, y posiblemente el único de los cuatro casos penales en su contra que llegará a juicio este año.
El intento de Trump de trasladar el caso fuera de Manhattan no fue la única estrategia de retraso que usó el lunes. En otro procedimiento, indicó que planeaba presentar un tipo inusual de demanda contra el juez que lidera el caso, Juan M. Merchan.
Dos personas con conocimiento del tema afirmaron que los abogados de Trump habían planeado presentar el lunes la acción que solicita a la corte de apelaciones que anule una orden mordaza que Merchan le impuso recientemente al expresidente. La orden impide que Trump ataque a testigos, fiscales y a la propia familia del juez.
El lunes, los registros judiciales mostraron que Trump había iniciado el proceso de presentación de la acción contra Merchan, aunque los documentos no se hicieron públicos de inmediato.
Un expediente judicial en línea en el que se espera que Trump presente la llamada acción del artículo 78 —un procedimiento especial que se interpone en forma de demanda y se puede utilizar para desafiar a los organismos gubernamentales y jueces del estado de Nueva York— mostró que el papeleo relacionado estaba sellado.
Es poco probable que la maniobra poco ortodoxa de Trump, que básicamente es una apelación en forma de demanda, tenga éxito, sobre todo porque fue interpuesta muy cerca del juicio.
Su otra táctica, una moción más tradicional para un cambio de sede, fue rechazada por González el lunes. Uno de los abogados del expresidente, Emil Bove, dijo que el jurado de Manhattan era especialmente inadecuado para escuchar el caso, al haber sido sometido a una cantidad inusual de cobertura negativa sobre su cliente.
“En términos de publicidad perjudicial previa al juicio en este condado, este caso es único”, dijo Bove. Señaló que una encuesta en línea realizada por el equipo de Trump había encontrado que el 61 por ciento de los residentes de Manhattan creían que el expresidente era culpable.
Pero un abogado de la oficina del fiscal del distrito, Steven Wu, refutó esos argumentos señalando que la encuesta también mostró que el 70 por ciento de los residentes de Manhattan creían que podían dejar de lado sus prejuicios y ser justos e imparciales, un porcentaje más alto que en los condados vecinos.
“Esa es la pregunta relevante”, dijo Wu.
Unos 45 minutos después del final de la audiencia, González aceptó los argumentos de Wu y del fiscal del distrito, Alvin L. Bragg.
La corte de apelaciones también podría actuar con rapidez en la acción de Trump contra Merchan. Lo más probable es que un solo juez de la corte de apelaciones emita un fallo preliminar el martes, el cual posiblemente establezca un panel de cinco jueces para considerar la solicitud de Trump en los días siguientes.
El expresidente, que vuelve a participar en el proceso para ser el candidato presidencial republicano, busca posponer sus cuatro casos penales hasta después del día de las elecciones. Si gana las elecciones, es probable que los casos se estanquen.
En el caso de Manhattan, Bragg acusó al exmandatario de 34 delitos derivados de un acuerdo con una actriz de cine adulto a la que se le pagó dinero a cambio de silencio. Según los fiscales, Trump permitió que su empresa falsificara sus propios registros comerciales para ocultar el pago.
Los más recientes esfuerzos para detener el caso de Manhattan se realizan mientras Trump le hizo una solicitud a Merchan para que se recuse del caso.
Trump y sus abogados argumentan que el juez tiene un conflicto de intereses, citando la posición de su hija en una empresa de consultoría demócrata que trabajó para la campaña del presidente Joe Biden en 2020.
Trump ha atacado en repetidas oportunidades a la hija de Merchan en las redes sociales y ha publicado artículos con su foto, lo que hizo que el juez ampliara la orden mordaza para prohibirle al exmandatario que pudiera atacarla a ella o a otros miembros de su familia.
El juez podría pronunciarse sobre la solicitud de recusación en los próximos días. Rechazó la primera solicitud de recusación de Trump, presentada el año pasado, y lo más probable es que haga lo mismo esta vez.
En respuesta a la solicitud más reciente de la defensa del exmandatario, los abogados de la fiscalía del distrito de Manhattan —que presentó los cargos contra el expresidente— escribieron que Trump “repite predominantemente los mismos argumentos que presentó en su primera moción de recusación hace más de 10 meses y que este tribunal consideró y rechazó previamente”.
Los fiscales agregaron que la solicitud de recusación se basó en “una seguidilla de insinuaciones”.
Una portavoz de Bragg declinó hacer comentarios sobre la apelación del lunes.
Las acciones legales contra los jueces son inusuales, pero este no es el primer intento de Trump de utilizar esa táctica para tratar de retrasar un juicio. El año pasado demandó al juez de Nueva York que presidió su juicio por fraude civil, un esfuerzo que la corte de apelaciones rechazó en última instancia.
Kate Christobek colaboró con este reportaje.
es un periodista de investigación del Times y escribe sobre corrupción pública. Ha estado cubriendo las diversas investigaciones criminales contra el expresidente Trump y sus aliados. Más de Ben Protess
cubre justicia penal en Nueva York, con énfasis en la oficina de la fiscalía de distrito de Manhattan, las cortes penales estatales en Manhattan y las cárceles de la ciudad de Nueva York. Más de Jonah E. Bromwich
es redactor sénior en la sección Metro, donde cubre temas de corrupción política y municipal, tribunales, terrorismo y otros temas relacionados con la aplicación de la ley. Formó parte de un equipo galardonado con el Premio Pulitzer 2009 en la categoría de noticias de última hora. Más de William K. Rashbaum
Kate Christobek colaboró con este reportaje.