La fiscal Gabriela Fossati citó a declarar a Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, y al secretario del presidente Luis Lacalle Pou, Nicolás Martínez, luego de que La Diaria difundiera chats en los que el exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano asegura haber seguido al dirigente sindical, informaron fuentes vinculadas al caso a Montevideo Portal.
La citación es para ambos en calidad de testigos y deberán presentarse a declarar esta semana, según dijeron las fuentes.
El exfiscal de Corte y exjuez Jorge Díaz también fue citado a declarar en calidad de testigo, dijeron los informantes, tras aparecer mencionado en una conversación entre el excustodio presidencial y el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel.
“El juez Díaz hizo que mataran a un policía por no dar una orden de allanamiento. Si me acordaré. […] Después lo premiaron con el cargo de fiscal porque les dio tiempo a todos para limpiar todo”, dijo el jerarca policial en uno de sus mensajes.
“Sí, claro, si sabrá ese. Ese sabe todo y todito”, escribió Astesiano. “Así es”, dijo Berriel, y le puso fin al tema.
Los dos hacían referían al caso Saúl Feldman, quien se atrincheró en su casa de Shangrilá (Canelones) luego de que se incautara un arsenal de caza y militar en una vivienda en el barrio capitalino de Aires Puros. Al enterarse, la Policía concurrió a la casa y Feldman asesinó de un disparo a un agente de inteligencia.
El rastreo de Abdala
En el caso de Abdala, un equipo legal presentará en la Fiscalía la solicitud de acceso a la evidencia sobre el hecho, agregaron los informantes. Este martes, el Secretariado Ejecutivo de la central sindical definirá los pasos legales a seguir.
De las conversaciones registradas en el celular de Astesiano se desprende que utilizó el sistema de videovigilancia del Ministerio del Interior para rastrear los movimientos del presidente del PIT-CNT el día que se accidentó en Punta Carretas. El audio, publicado por La Diaria y al que accedió Montevideo Portal, plantea que el excustodio presidencial envió imágenes sobre el siniestro y sus consecuencias al subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, y al secretario del presidente Luis Lacalle Pou, Nicolás Martínez, a quien además le envió un mensaje de audio.
“Hay que matarlo a este hijo de puta”, dijo Astesiano a Martínez en un mensaje. Posteriormente, le envió el material gráfico y escribió: “Borracho, está prensa en el lugar del accidente”. “¿Qué hacés, Fibra? ¿Esto fue ahora? ¿Chocó este mamado?”, respondió el secretario del presidente. “Sí, ahora estoy que le hagan espirometría ya” [sic], mandó nuevamente Astesiano. Martínez respondió: “Ok”, y en otro mensaje agregó: “X ahora nada en prensa” [sic]. “Nico, tengo todo armado por el general […], tengo dos policías de tránsito ahí también”, envió Astesiano unos minutos más tarde.
En otro mensaje, el excustodio grabó: “Las cámaras no me dejan ver mucho, viste. Pero estoy con todo eso ahora. Ya estoy pidiendo resultado de espirometría y todo”. Luego, agregó: “Nico, 1,53 le está dando la espirometría. Ahora dispuso el jefe de Policía que vaya el coordinador hasta ahí y el jefe de zona 1 al lugar, ¿ta? 1,53 la espirometría”.
Martínez respondió: “Está en el horno. Además, se dio a la fuga. Lo agarraron a dos cuadras”.
“Nico, ya es tiempo nosotros de matarlo. Hay que matarlo, bo. Que se pongan las pilas: hay que matarlo a este hijo de puta”, apuntó Astesiano contra Abdala, y finalizó con: “Estoy a la orden, Nico”.
Martínez no respondió ninguno de los últimos mensajes. Pocas horas después, Astesiano envió imágenes de las cámaras a Berriel. Fuentes de la investigación aseguraron que Berriel admitió haber visto el material gráfico, pese a que ese trabajo lo debe hacer la Policía en el marco de una investigación.
Díaz en el caso Feldman
Al llegar a la casa de Feldman en 2011, los efectivos montaron un cerco en torno a la vivienda y mantuvieron un intercambio esporádico de disparos durante la tarde y noche del 9 de abril.
Díaz, quien en ese momento era juez, ordenó detener el operativo sobre las 21:00 horas. Algunos integrantes de la policía cuestionaron en su momento la decisión de Díaz y argumentaron que era necesario ordenar un allanamiento esa misma noche. Si bien este planteo trascendió, la realidad es que no hubo una solicitud formal de allanar la vivienda.
Al otro día, efectivos del grupo GEO volaron con explosivos la puerta de la vivienda de Feldman e intentaron ingresar.
El hombre hirió a dos policías, que sobrevivieron. Los intercambios de disparos se sucedieron hasta las 9 horas del domingo 10 de abril, cuando Feldman murió.