La Fiscalía de Ecuador acusará formalmente por cargos de “terrorismo” a los trece detenidos por ingresar armados al canal TC Televisión y retener por la fuerza a su personal, entre ellos a los conductores de un noticiero que estaba transmitiendo al momento de la toma de las instalaciones.
Según informó el diario ecuatoriano El Universo, los trece detenidos tienen entre 16 y 25 años y uno de ellos es un “ciudadano extranjero de nacionalidad venezolana”. La audiencia de formalización tendrá lugar este miércoles.
“La Fiscalía de Ecuador procesará a 13 personas por el delito de terrorismo. Los antisociales ingresaron armados a las instalaciones de TC Televisión y retuvieron a personal del medio de comunicación. El hecho criminal no dejó víctimas mortales”, indicó el Ministerio Público en su cuenta de Twitter.
El diario guayaquileño recuerda que, al recibir la alarma de lo que estaba sucediendo en el canal, la Policía cercó las inmediaciones, ingresó a las instalaciones y tuvo una primera negociación con los delincuentes para liberar rehenes.
Mientras eso pasaba y mientras las cámaras seguían grabando en vivo, en el estudio de televisión, los criminales amedrentaron a los empleados de la televisora con armas y explosivos.
El Universo cita a su vez que el artículo 366 del Código Integral de Procedimiento Penal de Ecuador, el delito de terrorismo se da “cuando la persona que individualmente o formando asociaciones armadas, provoque o mantenga en estado de terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o pongan en peligro las edificaciones, medios de comunicación, transporte, valiéndose de medios capaces de causar estragos”.
La pena estipulada para este delito establece la privación de la libertad entre 10 y 13 años. Esa sentencia puede aumentar si se suman otras causales.
Según el comandante de la Policía de la Zona 8, Víctor Herrera, los detenidos pertenecen al grupo criminal Los Tiguerones, una de las 22 bandas categorizadas como “organizaciones terroristas” por el presidente Daniel Noboa, que este martes decretó el estado de “conflicto armado interno” tras la fuga de uno de los principales jefes criminales del país, la subsecuente revuelta de las bandas narco y la toma de algunas cárceles.