Fiscalía de Delitos Económicos citará a Cosse por Antel Arena

Luego de la feria judicial, que culminó en enero, el fiscal especializado en Delitos Económicos, Enrique Rodríguez, reanudó sus investigaciones sobre las denuncias de irregularidades en la construcción del Antel Arena y sobre la gestión del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) durante el último gobierno del Frente Amplio, según informó este martes El País.

Por la primera investigación, será citada a declarar ante Fiscalía la expresidenta de Antel y actual intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, junto a integrantes del directorio anterior de la empresa de telefonía estatal e ingenieros y otras personas vinculadas a la construcción del estadio. 

Según comentó Rodríguez al matutino, las citaciones sobre este caso están previstas para las próximas semanas, dado que ya terminó con el estudio de la documentación presentada por los denunciantes, así como las auditorías hechas sobre el complejo multifunción. 

La investigación inició cuando el actual directorio de Antel, representado por el abogado penalista Gustavo Bordes, presentó en Fiscalía una denuncia sobre irregularidades en el proceso de construcción del Antel Arena, basándose en  una auditoría externa elaborada de la consultora Ecovis, en la que se concluyó que la obra tuvo un costo de 120 millones de dólares, tres veces mayor a lo comunicado en su momento por Cosse. 

La otra investigación, que trata las supuestas irregularidades encontradas en compras de materiales durante la gestión de Marina Arismendi al frente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), durante el gobierno de Tabaré Vázquez. 

En el marco de este caso, se citará a declarar a Arismendi y a la exsubsecretaria de la cartera, Ana Olivera. 

La denuncia también fue presentada por Bordes, en representación a la actual administración del Mides. Los denunciantes se basan en una auditoría interna del ministerio, donde se detectaron compras "innecesarias" y "superpuestas" de insumos de limpieza y artículos destinados a refugios, además de una compra de 67.000 dólares por dos máquinas enfardadoras de material para los recicladores, una de las cuales hoy está abandonada en los depósitos de la cartera.

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