La fiscal de Libertad de 1° turno Sonia Pritsch pidió la condena de dos oficiales de policía por el homicidio de un preso el 9 de octubre de 2018 en el Penal de Libertad. La fiscal pidió para uno de ellos la condena de ocho años de penitenciaría por considerarlo coautor de un delito de homicidio a título de dolo eventual, abuso de autoridad y omisión de asistencia. Para otro pidió 23 meses de prisión por un delito de abuso de autoridad y omisión de asistencia.
Según una publicación de la Fiscalía en la que se detallan los pormenores del homicidio, el día del asesinato "se generaron serios disturbios en un sector del Penal de Libertad, lo que ameritó la intervención de la guardia".
"Una vez finalizado el operativo resultaron lesionadas varias personas privadas de libertad y un interno falleció como consecuencias de un disparo de arma de fuego", apunta el escrito.
"Sostiene la Fiscalía que una vez finalizados los disturbios, cuando los internos comunicaron que querían entregarse, el jefe del operativo les ordenó a aquellos que estuvieran dispuestos a rendirse que 'se acercaran de a uno, sin los colchones y con los brazos en alto'", indica la publicación y añade que "el primer interno que se entregó y se acercó hacia el lugar donde estaba apostada la guardia y los escopeteros" fue el interno al que posteriormente dispararon.
"Le solicitaron que se tirara al piso y cuando se estaba arrodillando la guardia le disparó", afirma la información fiscal. Desde ese momento quedó tendido en el piso, se retorcía y gritaba que le habían tirado 'con balas de verdad', según surge de los relatos de múltiples testimonios de sus compañeros. Algunos internos intentaron acercarse para ayudarlo, pero no lo lograron porque fueron repelidos por la guardia mediante disparos", añade la publicación.
La Fiscalía contó con el registro fílmico de funcionario del Grupo C.E.O.P., en el que "se visualiza cuando el suboficial mayor observó que el interno permanecía tirado en el piso de la planchada contra la puerta de la reja contigua al lugar donde estaba apostada la guardia. También se percató que el interno estaba herido y se estaba desangrando y así se lo comunicó al jefe del operativo. Mientras este permaneció impertérrito, el interno yacía en el piso, se estaba desangrando, se retorcía en señal de dolor y se revolcaba sobre sí mismo en la planchada".
"En el lugar donde estaba caído el mencionado interno" una vez que lo retiraron del lugar, "quedó un lago de sangre conforme se visualiza en la filmación". "Dado el estado de salud crítico en que se encontraba el mencionado interno, según se puede apreciar del registro fílmico, la Fiscalía no advierte el motivo por el cual no fue retirado inmediatamente de la planchada, por qué no fue llevado con premura al centro médico para ser asistido y en su lugar, lo trasladaron y depositaron por espacio de más de dos horas en un calabozo de la planta baja del centro penitenciario".
Además, la fiscal sostiene que la guardia "no corría ningún peligro" cuando disparó contra el recluso ni cuando decidieron no trasladarlo para ser curado.
"El resto de los internos se fueron entregando de a uno y con los brazos en alto, se los trasladó a la planta baja, fueron precintados, permaneciendo aproximadamente media hora en la escalera, con escasa vestimenta. Posteriormente fueron llevados al Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad de ASSE, para la constatación de lesiones. Algunos de los compañeros solicitaron que el interno herido fuera el primero en recibir asistencia médica, sin embargo fue el último", aclara la publicación.