La fiscal Gabriela Fossati, a cargo de la investigación sobre Alejando Astesiano, dijo en la audiencia de formalización que las pericias técnicas muestran que el excustodio del presidente Luis Lacalle Pou “borró todos los mensajes que tenía” con el escribano de iniciales A. F., también imputado en el marco de la causa sobre la adulteración de pasaportes y otros documentos, informó MVD Noticias (TV Ciudad).
Si bien la audiencia fue reservada y el juez Matías Porciúncula no habilitó el ingreso de la prensa, MVD Noticias difundió un fragmento del alegato de Fossati.
“No se sabe si tuvo conocimiento o no de esta investigación. Se agotaron todas las medidas para que fuera reservado, pero bueno, todos sabemos, quienes estamos en estos temas, que a veces no alcanzan los esfuerzos para que la situación se logre”, dijo Fossati.
A su vez, remarcó que “la Fiscalía entiende que Astesiano, si bien no es un funcionario público, según lo informado por Presidencia de la República”, está en “un lugar privilegiado” dado que “era el mano derecha, nada más y nada menos que del presidente de la nación”.
La letrada sostuvo que aún no se ha podido detectar en su totalidad los vínculos que él, “en forma real o simulada”, alegaba tener para facilitar los trámites relativos a la documentación falsa, y dijo que, si bien “en algunos se tiene algún indicio”, todavía se está investigando.
“Claramente, si no fuera sometido a prisión preventiva tendría todas las facilidades para entorpecer la investigación y frustrar el buen desarrollo de la misma, afectando bienes jurídicos muy prioritarios y de gran valor jurídico para el Estado”, aseguró la fiscal. Astesiano fue separado de su cargo tras ser imputado por asociación para delinquir, tráfico de influencias y delito continuado de suposición de estado civil en calidad de coautor, a pedido de Fiscalía.
El escribano, junto a un ciudadano ruso de iniciales A. S., también fueron imputados por operar junto a Astesiano en el mecanismo por el que se adulteraba partidas rusas originales, inscribiendo como hijos naturales de ciudadanos uruguayos a nacionales rusos.
Los datos, según detalló Fosatti, se obtenían a partir de partidas registradas en diversos departamentos del país (Montevideo, Minas, Río Negro y otras localidades) y, posteriormente, se gestionaba hora en la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC).